COMBATIRÍAN A LOS NARCOS CON CAMIONES HIDRANTES

En un par de oportunidades nos hemos ocupado en éste blog de la ley de emergencia en seguridad que votó el año pasado la Legislatura, en el medio del narcoescándalo del caso Tognoli.

Ley que Bonfatti (no obstante decir que estaba de acuerdo con su espíritu) vetó en 12 de sus 16 artículos, incluyendo entre ellos el que disponía el control legislativo y del Tribunal de Cuentas de los gastos reservados con que cuenta la Policía para tareas de inteligencia (las que tiene prohibidas, ver acá), y el que ordenaba la remoción de las cúpulas policiales sospechadas de corrupción y enriquecimiento ilícito, o connivencia con organizaciones delictivas.

Y ley que también aplicó retroactivamente (es decir, para un trámite iniciado antes de su entrada en vigencia) para adjudicar la licitación convocada para la compra e instalación de 600 cámaras de seguridad a la única oferta presentada; pese a que no cumplía con los requisitos del pliego (ver al respecto acá).

Como fuere, la ley de emergencia en seguridad contempla la autorización al Poder Ejecutivo para adoptar procedimientos de excepción en materia de contrataciones, cuando lo que se quiere comprar o contratar está destinado a la policía; en cuyo caso por ejemplo se la puede invocar para prescindir de la licitación pública y hacer una contratación directa.

Siempre sin perder de vista el contexto en el que la Legislatura sancionó la ley: el incesante aumento de la inseguridad en la provincia, con el crecimiento exponencial de delitos violentos, esencialmente (pero no exclusivamente) vinculados a las bandas de narcotraficantes; homicidios, robos, básicamente.

Por eso imaginen que nos llamó la atención entrar al portal de compras de la provincia y encontrar acá que el gobierno de Bonfatti, invocando la Ley 13.297 de emergencia en seguridad, está tramitando una Gestión Directa (o sea, prescindiendo de la licitación pública que correspondería por el monto del gasto) para comprar dos camiones hidrantes como los habitualmente utilizados para reprimir disturbios en la vía pública, con destino a la policía.

Acá pueden ver la parte pertinente del pliego, con las características técnicas de los camiones hidrantes que se comprarían: 

Llama la atención el apuro por concretar la gestión de tan particular equipamiento (haciendo una contratacíón directa, sin licitación) en un gobierno que acaba de ganar las elecciones por amplio margen, no padece protestas callejeras significativas y -esto sobre todo se ocupa de destacarlo Binner siempre que puede- hizo sacar las vallas de la Casa de Gobierno apenas asumió.

¿Estarán pensando en usarlos para combatir a las bandas de narcos?