LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

sábado, 25 de junio de 2016

SE DEMORA LA LLUVIA


En los ratos libres que dejan las novelas policiales sobre bolsos, conventos, monjas y bóvedas algunos seguimos viendo que pasa en la economía, dado que ya ni se habla del segundo semestre, o de cuando podría alumbrar la luz al final del túnel, y empezaría la reactivación.

Por el contrario, veíamos acá en Página 12 que el PBI sigue en caída libre en torno al 2,4 % o 2,5 % interanual, cuando el 2015 cerró con un crecimiento que oscilo entre el 2,1 % del INDEC y el 2,7 % de la Dirección de Estadísticas de la CABA: una recesión machaza y autoinflingida, destruyendo sistemáticamente producción, empleo y salarios. Cifras que ya comprometen el 2017, por su magnitud.

Y sin que se sepa a ciencia cierta cuál o cuáles serán los motores del despegue: descartado el consumo y el mercado interno (porque el golpe inflacionario y el tarifazo han deglutido capacidad de desarrollarlo), las posibilidades de crecer a partir del gasto público y la inversión en infraestructura están muy acotadas por las estrecheces fiscales.

De política industrial ni hablemos, porque depende del consumo doméstico (en baja), o un comercio exterior deprimido (en especial por la situación de Brasil) y se la está estrangulando con la apertura de las importaciones, el encarecimiento del crédito y la suba de las tarifas.

Queda entonces "el campo" (con capacidad limitada de aportar al crecimiento, y menos aun a la creación de empleo), y la anunciada "lluvia de inversiones extranjeras", que hasta acá no se ha verificado, como lo constatan hasta los "amigos", que ya empiezan a ensayar explicaciones del por qué de la sequía.

Como el amigazo Elizondo, para el cual el levantamiento del "cepo", la desregulación financiera, la eliminación de las retenciones, la apertura de las importaciones, el tarifazo y la desregulación de la cuenta capital no fueron suficientes. Y enumera las demás "pruebas de amor" que reclaman los capitales para venir: "...sustentabilidad fiscal (bajar el déficit y la presión fiscal); reducir la inflación; desarrollar un mercado de capitales y un sistema financiero enfocado a proyectos productivos; generar proyectos de infraestructura; reducir la burocracia; menos restricciones a la importación (especialmente para bienes de capital e insumos), facilidades para la exportación (menos trámites, más beneficios impositivos) y más apertura de mercados externos vía acuerdos; mejorar el funcionamiento de la administración pública; garantizar el acceso a bienes y servicios públicos (como energía, seguridad) y asegurar el funcionamiento del sistema jurisdiccional (administrativo y judicial); reducir la conflictividad (social, laboral, delictual y política) y alentar la formación de recursos humanos..." (las negritas son nuestras9

Como vemos, recetas archiconocidas, muy experimentadas y con resultados previsibles: solo agravarán el problema, en lugar de resolverlo. Una mezcla de saraza generalista, con "efectividades conducentes" bien concretas, con un solo sentido direccional: vaciar al Estado, con nuevas concesiones al capital.

Para colmo, Macri nos propone "insertarnos" en un mundo cada día más complejo y hostil, al que lo único que le interesa es exportarnos su crisis, no invertir en nuestro despegue: ¿acaso alguno de los cráneos del "mejor equipo de los últimos 50 años" está evaluando el impacto del resultado del referéndum en Gran Bretaña, y la crisis que se avecina en la eurozona?

Sirvan estas reflexiones para advertir el interés crucial que tiene para el gobierno disimular todo esto bajo la cacería de los corruptos k, y la ofensiva mediática, judicial y parlamentaria contra el kirchnerismo: por detrás de eso, lo único que tienen para mostrar son fracasos reiterados, y problemas que se agravan. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si los inversores esperan "el despegue de la actividad" como dice la bajada de la nota del Cronista, van a tener que esperar que termine el gobierno de Macri, que planifica y ejecuta recesión.
Por eso no hay inversiones, solo vaciamiento de la economía, y en breve, el despojo de empresas estatales como Aerolineas, YPF, o el remate de Arsat.
Estos sí que van por todo.