LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 5 de enero de 2017

IMPÚTELE


Kilómetros y kilómetros de tinta han utilizado los estudiosos del derecho, para opinar y legislar sobre la teoría del delito y, dentro del análisis de la culpabilidad, de uno de sus elementos estructurales cual es la imputabilidad.

El caso que nos ocupa nuevamente, es el de la edad mínima de imputabilidad, toda vez que el Presidente Macri pretendería bajarla de 16 a los 14 años, o sea la edad que tienen los niños protagonistas de la placa que elegimos para ilustración.

Este tema ha incrementado su trascendencia en la Argentina de los últimos veinte años, y han existido defensores y detractores desde los ángulos que se lo mire y sin importar quiénes son gobierno u oposición.

Sin ser expertos jurídicos al respecto, ya en 2013 sentábamos postura cuando, durante el gobierno anterior y desde el entonces oficialismo, se miraba el tema con visión electoral.y sosteníamos que  el abordaje del problema requiere ser un poco más serios, dejando de lado la desgastante polémica entre "garantismo" y "mano dura", por la simple y sencilla razón de que nuestro sistema constitucional (ése que los opositores se juramentaron a no modificar) es garantista; de modo que para que deje de serlo, habría que modificarlo.

Si de lo que estamos hablando, más que de la baja de imputabilidad de los menores (que se basa en otra idea fracasada, como la demagogia punitiva o inflación de las escalas penale), es de revisar en general la situación de los menores frente al delito, a lo mejor la cosa cambia.


Plantear por ejemplo la modificación del régimen penal de la minoridad de la Ley 22.278, un engendro que viene de los tiempos de la dictadura, transgrede todas las convenciones internacionales de derechos humanos que la Argentina ha firmado y coloca a los menores delincuentes a la completa merced de los jueces; para que terminen recluidos en institutos de menores que funcionan en condiciones deplorables, y de los que salen en las peores condiciones posibles, para volver a delinquir; ya como adultos; y en ese contexto decidir que se hace con los menores de entre 14 y 16 años que cometen delitos.


Y desde el actual gobierno, es el propio Subsecretario de Política Criminal del Ministerio de Justicia (Martín Casares) quien nos da la razón, al decir que:"...El solo cambio en la edad no va a solucionar nada...".


La demanda social debe ser atendida, pero mirada con ojos directrices que posibiliten ir por el camino de las soluciones y no de la profundización de la problemática.

Porque es evidente que hay que empezar por otro lado, y el actual gobierno no tiene ninguna intención en ello. Desde hace poco más de un año, la política económica, educativa y social ha sido de exclusión y ello nos está llevando indefectiblemente a agudizar la situación. Si desde el gobierno se genera desempleo, se quitan asistencias, se desvaloriza la solidaridad, etc., etc., propio de las posturas neoliberales, evidentemente la criminalidad y su represión van a ser su corolario.

Todo ello dará también la posibilidad de llenar espacios en los medios y foros de debate, para que en el mientras tanto de los terribles ajustes, tengamos otros "temas".

Ah, y disculpen a los que les molesta la placa de inicio. También tenemos otra más local y lombrosiana.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Son evidentes las intenciones: 1) Distraer. 2) Buscar votos y sacárselos a Massa.

claudia dijo...

Una sociedad cuya creencia es el exterminio de los más jóvenes, ya dice que está fundida, moralmente. Y que trabaja en contra de su natural reproducción, en torsión antilógica y ya endémica.
Como supe decir por ahí, nadie se levanta un día y delinque contra la propiedad y contra la vida de las personas por libre albedrío. Preexiste una determinación social. Tiene que haber caído del sistema previamente, tiene que odiar la exclusión de que es objeto. Y eso implica temprana idea de la Injusticia. Si la vida no vale nada (los organismos de "seguridad" enseñan convenientemente tal cosa), no queda más que lanzarse sin sentido de futuro, por lo que dure la corta existencia.
Pero a no engañarnos, no es el Poder, solamente, el que pide bala y cárcel prematura. Porque no todo es instalación externa. Es el individuo de a pie, en elección libre, el que decide cortar las piernas a su sociedad. Saludos.

Anónimo dijo...

QUE LOS CONDENEN DE CHIQUITOS A LABORES COMUNITARIAS EN LAS BAHAMAS, SUIZA Y OTROS PARAISOS FISCALES A VER SI SE APIOLAN Y SE VUELVEN ROBIN HOOD COMPAÑEROS LO ANTES POSIBLE.

PORQUE EL RESTO DE LOS ARGENTINOS ESTAN EN UNA NUBE DE PEDOS EN EL BASURERO DE LA CONFISCACION DE DERECHOS LABORALES Y CIVILES.

Y SOÑANDO CON SUPERDERECHOS O SEA DEFENDIENDO PRIVILEGIOS DE LOS PODEROSOS, PARA CUANDO ESTE GOBIERNO LOS PONGA EN EL JET SET.
O SEA AYER O MEJOR DICHO EL SIGLO ANTERIOR, AL ANTERIOR, AL PASADO.

ASAMBLEA DEL AÑO TRECE TE FUISTE PARA NO VOLVER.
CUANDO QUIERO LLORAR NO LLORO.
Y POR VOTAR MAL, ME DESPIDEN Y TARIFACEAN SIN QUERER.