LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

lunes, 23 de enero de 2017

POPULISMO DE DERECHA, O LA MÁQUINA DE HUMO DE DURÁN BARBA


Si efectivamente la economía ya estuviese repuntando como sostienen los funcionarios del gobierno los "informes" que así lo demuestran serían públicos y no "reservados", y si ese repunte se fuera a acelerar en los meses venideros, y ese repunte "derramara" en empleo, salario y consumo no estaríamos llamados a discutir otras cuestiones; como la baja de imputabilidad de los menores, o la expulsión de los extranjeros que delinquen. Pero lo real es que es muy poco probable que repunte, y que si lo hiciera, es seguro que no "derramará".

De allí la necesidad de apelar a estas cortinas de humo hábilmente montadas desde la maquinaria duranbarbista que nos muestra a un presidente capaz de empatizar con el dolor de una familia que perdió a su hijo mientras se desentiende de la suerte de 380 trabajadores despedidos por Clarín y mientras le aclara a esa familia que él quiere avanzar con algunas cuestiones, pero no le cierran los números en el Congreso para conseguirlo; maniobras efectivas en tanto conectan con las pulsiones más bajas de la sociedad, incluidas las clases populares. O sobre todo de las clases populares, no nos engañemos.

Estos arrestos de "populismo de derecha" no son más que otra muestra de la habilidad de los ricos para atizar las peleas entre los pobres, de las cuáles podemos dar testimonios concretos cotidianos: ¿quién no se encontró en el supermercado, la verdulería, el banco o una reunión familiar con alguien muy preocupado por la delincuencia juvenil, o la "terrible mafia" de los manteros, aunque viva en el interior?

Dejado esto en claro, después discutimos si el gobierno es "gradualista" o no, o si ensaya y profundizará un ajuste antes de las elecciones, o preferirá disfrazarse de "populista" para ganarlas, y luego sí descargar con su fuerza el mazazo: hace unos meses decíamos acá que la nueva estafa electoral ya estaba en marcha desde las usinas macristas, de modo más o menos disimulado.

También hay que tener en claro de qué hablamos cuando hablamos de ajuste: si entendemos por tal el recorte drástico de los gastos del Estado, el despido de empleados públicos, la rebaja de sus salarios o de las jubilaciones, la cancelación o recorte de los planes sociales o la privatización de empresas y servicios, es muy probable que de acá a las elecciones ese ajuste así descripto no lo veamos: sería una gran torpeza política del gobierno, encresparía aun más los ánimos en su contra y lo perjudicaría electoralmente. Para evitarlo además (o posponerlo para el día después de las elecciones) es que están contrayendo un brutal endeudamiento externo, que financia la fuga de capitales.

Tampoco hay que confundir la profundidad de los cambios que impulsa Macri con su vocación de permanencia o no: nadie en politica quiere tener destino de helicóptero, en todo caso eso sería una consecuencia indeseada de pifias políticas sucesivas. Lo que tiene sí claro el gobierno (tanto como lo tienen los intereses que representa) es un rumbo y objetivos a los que quiere llegar, pero como dijo alguna vez algún dictador, no tiene plazos para cumplirlos. Por otro lado, hasta acá su táctica permanente ha sido de ensayo, prueba y error: avanzó tan a fondo como pudo, o como se lo permitió la resistencia social.

Y para que la consecución de esos objetivos sea socialmente digerible (o políticamente administrable) necesita ganar las elecciones, y para eso montan estas campañas de humo; lo cual no implica que los temas elegidos a ese fin no sean trascendentes, o que sobre ellos estemos exentos de tomar posición: simplemente se señala su rol distractivo, en éste instancia.
   
Porque mientras nos indignamos con la posibilidad de una ley de residencia aprobada por DNU o la demagogia punitivista de Macri, los tarifazos planteados ya el año pasado en los servicios públicos esenciales siguen en marcha e impactarán en los bolsillos, y todos los precios de la economía regulados directa o indirectamente de un modo u otro por el Estado (como las naftas, las prepagas, el transporte, la harina, el pan o los productos de los olvidados "Precios Cuidados") siguen subiendo; mientras el gobierno busca ponerle "cepo" al salario en las paritarias, y disciplinar los pedidos de aumento vía despidos y suba del desempleo: la respuesta del Ministerio de Trabajo en el caso AGR es en ese sentido bastante aleccionadora.

Al mismo tiempo Macri ya firmó el el DNU 54 que introduce los cambios al régimen de ART (que ya tenían media sanción del Senado) según vemos acá en el Bolertín Oficial de hoy, con la complicidad (por acción u omisión) de la CGT, y para sortear un debate incómodo en Diputados; mientras sus funcionarios pasaron por Davos prometiendo replicar el acuerdo flexibilizador de Vaca Muerta en otros sectores de la economía, como la construcción o la industria automotriz y metalmecánica. Si todo eso no es un ajuste hecho y derecho, se le parece bastante.

Cambios profundos, que expresan -sí, en un año electoral- ajustes estructurales, transferencias de ingresos, cercenamiento de derechos y reconfiguración de las relaciones entre el capital y el trabajo; pero cuyos efectos no sean quizás perceptibles en lo inmediato.

La respuesta institucional a cualquier disparate en estas cuestiones (como el DNU que modifique la ley de migraciones, o el que haga lo propio con las ART) es sencilla: cuando lo manden a revisión al Congreso se lo rechaza, y listo.

La respuesta política (de la cual la más contundente es derrotar en las elecciones a este proyecto) es más compleja, porque requiere por principio tener la claridad necesaria para explicar estas cuestiones; y separar la paja del trigo. 

Porque de lo contrario es muy posible que alguien que tuvo que cerrar su negocio, perdió su empleo o vea reducido su salario en términos reales se sienta tentado de votar al gobierno porque meterá presos a los menores delincuentes, o expulsará a los extranjeros "indeseables".

3 comentarios:

Neomontonero dijo...

'Estos arrestos de "populismo de derecha" no son más que otra muestra de la habilidad de los ricos para atizar las peleas entre los pobres,...'

Excelente. Además, es una táctica global, muy usada para mantener a regímenes neoliberales en el poder, en todo el Mundo.

Anónimo dijo...

QUE ESTO VA HA PATEAR EN CONTRA DE TODODS LOS MENORES.
LOS MENORES DE CLASE MEDIA VAN A QUEDAR MAL PARADOS ANTE UN CONFLICTO CON GENTE DE GUITA Y ESTUDIOS DE ABOGADOS CON RELACIONES.
CON ESTA LEY SEÑOR CLASE MEDIA A TU HIJA LE VAN HA DECIR YA ERA GRANDECITA,

Anónimo dijo...

los autoritarios que aprueben esto y voten segun esto van ha ir por lana y van ha salir trasquilados ,usted señor clase media cuando tenga un conflicto con gente de plata le van ha decir su hijo ,hija era grandecito,grandecita y o no le van a dar bola en su reclamo o lo van ha mandar en cana.
TODO SE VA HA VOLVER DISCRECIONAL COMO LE GUSTA A MAURICEO.