LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 25 de abril de 2019

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El hecho de que la mayoría de los que analizan la evolución de la economía en su aspecto estrictamente financiero estén pendientes de los movimientos del dólar a ver si el “ancla cambiaria” que intenta el gobierno para frenar la inflación funciona, hay otros indicadores que debieran preocupar, y de hecho ya lo están haciendo fuera del país, como cuentan acá en Infobae, y en ésta otra nota de Diario Bae.

Sube el riesgo país marcando un récord en la era Macri y llegando a niveles que no tenía desde 2014, cuando el fallo de Griesa a favor de los fondos buitres lo hizo volar, y suben también los CDS (seguros contra riesgo de default), mientras se desploman los ARD’s (títulos representativos de acciones) de las empresas argentinas que operan en Wall Street, al mismo ritmo que caen los bonos de la deuda; que llegan a descuentos de hasta el 20 %, y hoy por hoy, solo los están comprando los fondos buitres, anticipando el default: el macrismo logró volver a su principio. 

Y aunque nos quieran meter el cuento de la “incertidumbre electoral” (que ciertamente puede influir, pero no es el factor decisivo), lo cierto es que esos indicadores marcan que los mercados ya no le creen a Macri, y están empezando a poner en duda no si podrá ganar las elecciones, sino si la Argentina podrá hacer frente a los pagos de su deuda con los acreedores privados, o entrará nuevamente en default. 

Y si en la Argentina hay "riesgo político" es por Macri, no por Cristina: como se podía prever, la "nueva derecha moderna y democrática" aplicando el mismo programa de la vieja derecha de siempre chocó la calesita, destrozó la economía y en consecuencia, no pudo conseguir hegemonía política perdurable. Si los mercados también compraron el humo de Durán Barba, allá ellos: Macri pierde las elecciones no porque haya riesgo de default, sino porque hizo que la gente se esté cagando de hambre, y no pueda llegar a fin de mes. 

Pero es cierto que el temor al default -que hasta acá se “posponía” para el 2020 y el nuevo gobierno- empieza a crecer por la posibilidad de que el evento se dispare este mismo año; más cerca de las elecciones, y según sean los resultados. Porque los mercados saben que los dólares no alcanzan para todo y todos, ni con el “ayudín” del FMI y las subastas diarias del Tesoro, porque así como eso aumenta la oferta (restringida además por las ventas acotadas de los exportadores, que no tienen obligación de liquidar), lo que se incrementa exponencialmente es la demanda del billete verde, por la aceleración de la fuga de capitales, aun cuando no se haya producido aun un desarme masivo de posiciones en pesos de los inversores, o huida de los depositantes de plazos fijos de los bancos.

Si se observa la evolución del mercado de cambios en los últimos días, se pueden ver dos hechos constantes: un aumento progresivo del volumen operado (señal de que se huele un crack y están comprando grandes jugadores), y un drenaje constante de las reservas del Banco Central, “infladas” con el préstamo del FMI.

En ese contexto, los bancos extranjeros y fondos de inversión están preocupados por las compras de dólares para atesoramiento de los residentes, porque le suman presión compradora a una oferta escasa; e implícitamente - y no tanto- advierten que los dólares del FMI estaban para asegurar el pago de los servicios de la deuda (sobre todo con los acreedores privados tenedores de bonos soberanos, emitidos por este gobierno), y la salida a tiempo sin chamuscarse ni perder más plata, de los capitales golondrina que llegaron atraído por las altas tasas de interés, y el “carry trade”, o bicicleta financiera; otra herramienta a la que el gobierno apuesta con la suba constante de las tasas de las LELIQ’s.

Los muchachos están nerviosos porque, como los apostadores de un casino, están empezando a pensar si no llegó el momento de irse antes de perderlo todo, y si la banca tendrá dinero para cambiarles las fichas: en este caso, pesos por dólares.

En este supuesto revival de kirchnerismo de segundas marcas del gobierno que arrancó con “Precios Esenciales” y congelamiento de tarifas hasta después de las elecciones, ¿a cuánto estamos de que los “mercados” le pidan a Macri no ya que se baje de las elecciones, sino un “cepo” a la compra de divisas para ahorro, para asegurarse el cobro de la deuda?

¿Se referirá a eso el presidente cuando dice que hay miedo en los mercados de que los argentinos "vuelvan para atrás"?. Tuits relacionados: 

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