LA FRASE

"EL CLIMA POLÍTICO EN EL PAÍS SE ESTÁ YENDO A LA MIERDA." (JOSÉ LUIS ESPERT)

viernes, 6 de junio de 2025

LA PORTA LIGA DE GOBERNADORES

 

Con poca repercusión en los medios, hace un tiempo ya que se vienen reuniendo los gobernadores de casi todas las provincias en el CFI (Consejo Federal de Inversiones), en reuniones que mayormente no trascienden porque no llegan nunca a nada, salvo ahora a un pedido de audiencia al presidente para tratar una posible reforma fiscal; que en éste contexto de motosierra y crueldad planificada desde el Estado equivale a discutir el sexo de los ángeles.

Lo que no significa que no estén pasando cosas que los afecten, a ellos y a sus provincias: están cayendo drásticamente en términos interanuales las remesas de coparticipación (por la caída de la actividad económica y los cambios que introdujo el gobierno nacional en la forma de liquidación del IVA aduanero y los anticipos de Ganancias y Bienes Personales), ni hablar que hace un año y medio caen las transferencias no automáticas -como los subsidios al transporte-, está paralizada la obra pública nacional en las provincias, se disolvió el Fondo Nacional de Incentivo Docente y en éstas últimas semanas y por sendos decretos de Milei, el Estado nacional se corrió de la paritaria nacional docente y las políticas de protección de las personas en situación de calle. 

Ante circunstancias similares producidas durante el gobierno de Macri, decíamos nosotros en ésta entrada de 2018: "Con la implosión de la convertibilidad y tras la crisis del 2001, la salida política inesperada fue el kirchnerismo, y con él llegaron (o se mantuvieron y profundizaron tras el interregno duhaldista) las retenciones, la pesificación de las tarifas de los servicios públicos y la política de subsidios que constituían salario indirecto para el trabajador y abaratamiento de los costos de producción a la industria, la ampliación del piso de protección social a través del sistema previsional; con las moratorias, la ley de movilidad, la captación de los recursos de las AFJP y la mayor cobertura del PAMI, ampliada en cantidad y extensión.".

"Con un Estado nacional solvente por el ciclo económico en alza y el crecimiento, aumentó en términos reales (medido contra el PBI) el flujo de la coparticipación de impuestos a las provincias, aun sin encarar la casi imposible (por las duras exigencias constitucionales en torno a los consensos necesarios reforma del régimen legal, y sin grandes cambios de fondo en la estructura impositiva, que aun así tuvo un sesgo progresivo por el aumento del peso específico de Ganancias y los derechos de exportación, en el conjunto de los ingresos del Estado nacional; proceso no exento de conflictos, desde la disputas con las patronales agrarias por las retenciones móviles, al enfrentamiento con sectores sindicales por Ganancias."

"Lo cierto es que las provincias disfrutaron entonces de una mejoría en sus cuentas por la que sus gobiernos poco y nada habían hecho; además de lo cual recibieron financiamiento extra por otras vías: la ley de financiamiento educativo de 2005 (crucial para algunas provincias más pobres, por el programa de compensación salarial docente), el fondo sojero creado por Cristina en 2009, las transferencias de capital para obras públicas, los programas nacionales de salud y el alivio en las cuentas provinciales de que el gasto social destinado a los sectores más vulnerables descansara mayoritariamente en los hombros del Estado nacional: las pensiones no contributivas, la AUH, las jubilaciones de la moratoria, el Progresar."

Hoy el panorama es más crítico que entonces, porque todos esos aspectos cruciales de la gobernabilidad construida durante el kirchnerismo en el aspecto de la relación entre la nación y las provincias están en crisis o directamente han desaparecido, sin que lo que se nos señaló por años como un actor político relevante de la escena nacional (¿Cuántas veces nos hablaron en estos tiempos de "rebeliones" provinciales y "ligas de gobernadores"?) no tiene peso, y ni siquiera actúa como tal con voz unívoca: los agarran de a uno como las hormigas con la pava de agua caliente, cuando van saliendo del hormiguero.

Mientras muchos de ellos ya están manifestando su  adhesión al -por ahora invisible- plan "dólares del colchón", y otros tantos aportan su colaboracionismo crucial mediante oportunos votos en el Congreso para sostener la gobernabilidad de Milei, sus provincias son sacudidas por las consecuencias del desmantelamiento de las políticas de protección social (como la moratoria previsional o los planes alimentarios), y de los descalabros que provoca la política económica del gobierno nacional sobre el tejido productivo, los salarios y el empleo.

Lo que no es más que la consecuencia de una generación de dirigentes provinciales -de todos los partidos- con mirada comarcal y pensamiento pequeños, que aceptaron provincializar los términos del debate político (aspecto señalado en su momento acá), y renunciar a toda pretensión de protagonizar la construcción de un destino nacional.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Estos gobernadores son iguales a Guemes, iguales a Artigas.
Hacen temblar al poder centralista.
Triste papel. Nadie les pide tanto.
El Colo.