Condena, inhabilita y detendrá a Cristina el mismo Poder Judicial que semanas antes demostró cuan dispuesto está a auto-depurarse como soñaba Alberto Fernández durante su gobierno, cuando sus representantes en el Consejo de la Magistratura -ese cueva de lauchas fruto de los delirios de Alfonsín- archivaron toda investigación sobre la excursión a Lago Escondido all inclusive, que está en la raíz de las persecuciones contra Cristina y otros dirigentes del peronismo.
El país alcanza así un triste récord de degradación institucional al nivel de una descomposición casi fatal, y una merma en sus estándares democráticos, tal que nuestra democracia solo conserva su nombre. En éste contexto, sostener la esperanza en su futuro y la fe en que sus instituciones pueden dar respuesta a las demandas de la sociedad es algo rayano en la locura.
Y sin embargo, no hay que dejar de ver que la creciente apatía ciudadana que se manifiesta en los índices récords de ausentismo electoral que se vienen registrando constituye en uno de los soportes decisivos de un régimen de oprobio, que medra en el vaciamiento de la democracia, y la ampliación de los márgenes del autoritarismo más allá de cualquier límite derivado del estado de derecho.
De hecho, con su fallo de ayer los cortesanos acaban de otorgarle carta blanca para la persecución de los opositores políticos y sociales, y toda forma de disidencia; algo que no toda la dirigencia política (con honrosas excepciones como la izquierda, que estuvo a la altura de las circunstancias) no alcanza a entender en su cabal plenitud: pensemos cuantos de ellos promovían hasta hace semanas la "ficha limpia", que significa poner en mano de delincuentes como el triunvirato cortesano, nada menos que los límites de la competencia electoral para captar el voto ciudadano.
Cristina lo dijo en 2015 cuando dejaba el gobierno, y lo volvió a decir cuando la condenaron: iba a pasar lo que nosotros quisiéramos (por permitirlo) que pase, y no venían por ella, sino por nosotros. Ni siquiera por los peronistas o kirchneristas, sino por la inmensa mayoría de los argentinos, sus sueños, su futuro, sus empleos, sus derechos, sus salarios. Incluso los de muchos que hoy festejan el fallo inicuo como nosotros festejábamos la conquista de derechos, o el logro de dignidades. Y obviamente también lo hicieron para aleccionar a cualquiera que se atreva en el futuro a meterse con el poder real.
A Cristina ya no le podíamos pedir nada desde aquel fatídico 27 de octubre del 2010 en que perdió a Néstor, pero se lo seguimos pidiendo, incluso después de que escapó a la muerte por milagro. Y aunque no podíamos pedirle nada, lo dio todo, hasta su libertad. Ahora es tiempo de devolverle algo, y demostrar con hechos que su sacrificio no fue en vano.
La pelota está ahora en nuestro campo y en el de la sociedad, como ella misma lo señaló en su discurso: son tiempos de redoblar la militancia, la organización y el trabajo para acompañar, explicar, contener y representar a todos los que ven como la motosierra de Milei está destrozando sus vidas, y hasta han perdido las ganas de ir a votar. Sin perder de vista que fue el vacío de representación que generó la frustración del gobierno del FDT el que, complementado con el indispensable aporte del voto gorila, llenó Milei y nos trajo a éste presente de oprobio.
Claro que la tarea no será fácil, y exigirá de nosotros distinguir la paja del trigo: con casi 10 años transcurridos desde la última vez que Cristina gobernó la inmensa mayoría de los argentinos -incluidos muchos que jamás votaron al peronismo, ni lo harían- ha visto empeorada sustancialmente su situación desde entonces, desde cualquier ángulo que se la mire. Y aun así, hay muchos que no quieren que nosotros los representemos, o se sienten representados por este gobierno: es ilusorio creer que hay algo que decirles a ellos, o que podemos sostener con ellos la convivencia que impone el pacto democrático, cuando sostienen que nuestro exterminio es su principal -si no único- objetivo.
Los que decían que preferían comer tierra con tal de verla a Cristina presa ya se dieron un gusto, si no es que se están dando los dos, al mismo tiempo: a partir de hoy habrá que ver -como advirtió CFK- si su sueño húmedo realizado de verla presa y proscripta les alcanza para llegar a fin de mes, o si la tierra les apetece. Porque con Cristina candidata o fuera de la cancha electoral, el modelo de Milei es insustentable desde todo punto de vista, y precisamente que hayan apurado su condena y proscripción no hace más que demostrarlo.
Como pasó con Perón -no hay que temerle a la comparación, porque el odio gorila es el mismo y atraviesa generaciones-, el peronismo se enfrenta a una etapa de resistencia porque sacaron a su líder natural de la cancha electoral, pero no del centro del dispositivo político opositor ni del corazón de millones de argentinos. Tendrá que encontrar -como en aquella resistencia- las formas y la organización para seguir la lucha, en una democracia que -como entonces- tiene como dijimos antes de tal solo el nombre, y le parece compatible con lo que ese nombre conlleva impedir que millones de argentinos voten libremente por quien quieren que los represente.
El régimen (no ya el gobierno de la marioneta presidencial, que es solo su fachada) ha abierto una caja de Pandora al sacar del escenario electoral al principal elemento ordenador de la política nacional de los últimos 20 años, en un contexto de apatía política y anomia ciudadana, con una crisis económica cuyas manifestaciones sociales cualquiera puede comprobar a diario en carne propia, y a las puertas del estallido de otra burbuja financiera de endeudamiento y fuga de capitales.
Con la condena de Cristina confirmada, han gastado su bala de plata y ya no les quedan excusas, ni nadie a quien echarle la culpa de su fracaso. Porque fracasar van a fracasar seguro, más tarde o más temprano. De lo contrario no estarían apelando a un nuevo conejo de la galera a cada rato, para sostener la ficción del dólar barato y la fiesta del consumo de unos pocos, en un marco de privaciones de la generalidad de la población.
Tuits relacionados:
Arreglaron con el FMI. Proscribieron y encanaron a Cristina. Ya no les quedan más conejos en la galera. Ni excusas para seguir haciendo un gobierno de mierda. Al final del día comprenderán que buscaban una solución y se compraron un problema.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 10, 2025
Bueno, todos los que la querían jubilar tienen el camino libre. A brillar ahora mis amores. Veamos como les va.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 10, 2025
Cuando hay que vallar un edificio público (el Congreso o los tribunales, lo mismo da) es porque adentro están cagando a gente. No falla.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 10, 2025
Milei sabía que esto iba a pasar y es tan cagón que puso un océano de distancia.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 10, 2025
Parece un triunfo del régimen pero en realidad es el principio de su derrota.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 10, 2025
1 comentario:
Excelente nota, compañeros. NOTÓN. Y en medio de la tristeza, la bronca y la amargura, la triste confirmación sobre en qué vereda se para Pullaro. "auxiliado" en su momento por Kicillof, o Javkin, amiguito de Santoro. Los que amamos el peronismo porque somos sus hijos y queremos vivir en paz, hoy estamos dolidos. San Martín, Rosas, Perón, también fueron perseguidos por la antipatria de los Rivadavia, Urquiza o Aramburu. Pequeños hombres violentos. Ella es lo mejor que tenemos. Dios la guarde
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