Por Cristina Ambrosio
Desde hace algunos años vemos que desde el Estado (independientemente del color político de los gobernantes de turno) se encaran políticas de concientización o formación utilizando a los niños, infantes y jóvenes como educadores de los adultos.
Se han realizado campañas sobre educación vial, control o prevención de enfermedades (gripe A, dengue, leptospirosis, etc), simulacros de incendios (después de Cromagnon), derechos del consumidor, cuidado del medio ambiente. Su objetivo varía según la materia en cuestión, pero conlleva siempre, -además del básico de generar en el alumno un conocimiento tecnológico habilitante para su futura vida de adulto, que le permita un fluir seguro en la cotidianeidad- otro que apunta a la formación de una conciencia o la transferencia de los conocimientos por ellos adquiridos, a los adultos con los que conviven.
En este contexto, son "utilizados" como replicantes y formadores para la implementación de la boleta única en las próximas elecciones provinciales.
Como puede verse aquí, el Ministerio de Educación de la provincia ha elaborado un instructivo a aplicar por los docentes a esos fines, que detalla tanto las actividades a realizar como el material utilizado, y las estrategias didácticas a desplegar.
Se han realizado ya las dos jornadas de capacitación docente previstas (capacitadores y replicantes) en las que se generaron no pocas asperezas, a partir de cuestionamientos que van desde lo pedagógico, didactico y disciplinar, hasta los contextos éticos profesionales, por el acento puesto en la capacitación en lo procedimental, más que en lo fundante o en lo sustancial.
A modo de ejemplo, las principales observaciones que se realizaron apuntaron al equívoco criterio utilizado para la selección de los próceres en los diferentes tramos de los cargos electivos, siendo los mismos representantes ideológicos y políticos de diferentes momentos históricos y procesos sociales y políticos de la historia argentina.
La selección de los nombres de fantasía de los espacios políticos (o partidos que compiten en la elección) aparece como inocente, aséptica e inocua, pero un simple análisis permite identificar la faltante de diversas posturas ideológicas. Así por ejemplo no hay ninguno nominado "Por la justicia social", "Por los derechos del trabajador", "De la inclusión", "Ambientalista", por citar algunos.
De esto deriva además que no haya una representación política e ideológica plural expresiva de nuestra historia y nuestra realidad, como así también que no dé cabal cuenta de la misma: los próceres que comparten un mismo espacio político y compiten por representar al mismo en la elección general y cuyas biografías los alumnos deberán investigar, no son contemporáneos entre sí en muchos casos, o representan posturas ideológicas contrapuestas en otros. No es un dato menor que tampoco existan mujeres entre los "candidatos" elegidos. Aquí pueden ver el modelo de la boleta para la categoría de gobernador y vice.
Las respuestas dadas a estos y otros cuestionamientos por los coordinadores de la iniciativa, hicieron referencia a la necesidad de centrar los esfuerzos en lo que al procedimiento eleccionario refiere; haciendo hincapié en que lo importante es que la gente sepa "como" se ha de votar en las próximas elecciones.
Es aquí donde surge nuestro mayor cuestionamiento: ¿cuál es el mensaje que estamos dando a nuestros alumnos respecto de lo importante y lo accesorio en un proceso electoral?. Estamos convencidos que así invertimos las prioridades, poniendo el carro por delante de los caballos.
El conocimiento en el que mediamos es coyuntural; hoy la boleta única, ayer la ley de lemas o las internas abiertas; lo importante es apuntar a generar una conciencia ciudadana e incentivar la participación responsable. Nada de eso se logra en la propuesta ministerial, donde se apunta al aprendizaje de lo formal-instrumental.
Tan es así que, ante la premura que impone el calendario del simulacro, se sugirió seleccionar como "candidatos" alumnos "carismáticos", obviando las discusiones ideológicas o los datos biográficos de los próceres representados. De aplicar ese criterio, ¿qué meta-mensaje estamos dando a los alumnos?, ¿los educamos en el pensamiento crítico?.
No es en sí mismo malo "utilizarlos" como educadores de los mayores, las objeciones surgen cuando se tuerce el objetivo principal, y por educar o instruir a los adultos, sacrificamos a los chicos en sus posibilidades de ejercicio de una ciudadanía futura. Por otro lado se subvierte el orden de las cosas otorgándoles -en un punto- las responsabilidades del resultado de las próximas elecciones, en cuanto refiere a la correcta implementación del nuevo sistema electoral.
¿Será tal vez que el gobierno provincial es incapaz de aplicar su propia decisión de impulsarlo, y depende nada menos que de los niños y jóvenes para ello?
Confiamos en el buen criterio y la ética profesional de los docentes, conocedores de que los errores de hoy conllevan redoblar esfuerzos en el futuro, esfuerzos que ellos mismos deberán encarar para subsanar el daño causado; y en la adopción de estrategias creativas que permitan la comprensión del procedimiento que conlleva implementar la boleta única, como un simple "modo" de expresión de la "VOLUNTAD POPULAR".
Reforzar las ideas de la teoría de la representatividad, el ejercicio de la ciudadanía crítica, el voto como adhesión, confianza y expresión de una concepción ideológica, política y social; que en esta oportunidad tendrá una modalidad práctica en cuanto a su emisión, dada por la boleta única.
Tal vez así logremos ordenar las cosas, volviendo a poner los caballos delante del carro.
3 comentarios:
Che pibe, vení votá! (ELABAS)
Binner tendría que haber puesto en la boletas otro ejemplo de fórmula :
ESTEVEZ BOERO (Gobernador)-ISAAC ROJAS (vice).
El Colo
Muy bueno el artículo. No hay ingenuidad sino una identidad reaccionaria que aflora en el mensaje y los actos.
Publicar un comentario