PINO Y LANATA

                                                                                                       Por Víctor Astesiano

2003 será muy recordado en la historia de los argentinos. El 25 de mayo, de ese año, comenzó una nueva etapa que revirtió la iniciada a mediados de los ´70, consolidándose, fundamentalmente, a través del gobierno de Menem y la Alianza: el neoliberalismo.

Durante el gobierno de Menem, tanto Pino Solanas como Jorge Lanata, desde sus distintos ámbitos, fueron los visibles de la oposición al régimen instaurado. La política económica y la reivindicación de los derechos humanos violados durante el Proceso, fueron criticados por ambos y hasta tuvieron por ello ataques de alta violencia, como en el caso del cineasta.

Así, se leía o se veía en TV a  Lanata, respirándose con ello por tanto ahogo que producía el sistema imperante, a través de los medios de comunicación. El, Zloto, Montenegro, Oliván, Tennembaum, Sietecasse eran a quienes leíamos y escuchábamos llevados por nuestro instinto de supervivencia. También escuchábamos a Pino y, aunque no se lo veía aún en su nuevo rol político, se lo atendía por su trayectoria artística, que tanto seguimos.

Pero algo pasó. Llegó un gobierno que tomó el toro por las astas y puso blanco sobre negro. Devolvió la dignidad al país y comenzó una lucha –solitaria al principio- contra los enemigos de adentro y de afuera. Defendió a raja tabla los intereses del Pueblo, no de la gente. Y así, paulatinamente, fue yendo por más y más y más, haciendo saltar la bronca de quienes se quedaron sin banderas a reivindicar en los cafetines de Buenos Aires.

Porque eso son estos dos personajes: chantas que tuvieron un discurso “progre” y lo desparramaban con la verba. Ese discurso quedó en la nada ante la acción de gobierno, porque Néstor y Cristina hablaron pero, sobre todo, hicieron, pusieron en acto su discurso. Y así, P & L quedaron con ideas desnudas, por lo que las cambiaron. Comenzaron por tener el mismo patrón quien les indicó el discurso de derecha que ahora tienen. Los dos con torpeza verborrágica demuestran lo que son: dos felones. Porque optaron, eh!. Claro, hubieron muchos otros que, desde orígenes distintos al peronismo, se sumaron a la transversalidad propuesta y apostaron por el Pueblo, como corresponde a sus ideas.

Pino, ay Pino!, cómo pudiste decir lo que dijiste? No me da bronca, me da lástima y no por vos, sino por tus seguidores, por aquellos compañeros que siguen pensando y militando por una Argentina mejor, por un país justo, solidario. Esos seguidores tuyos -equivocados a mi modo de ver-, hoy deben estar desconcertados como los dos periodistas que no podían creer lo que salió de tus labios. Me dan lástima y me pongo en su lugar. Creo que, de a poco, te irán abandonando porque estarán equivocados, pero son buena gente, son compañeros.

De Lanata más no se puede decir, mejor una imagen que vale por mil palabras.