El peronismo sufrió ayer en la provincia una dura derrota de la que no se salvó nadie: perdió Agustín Rossi por amplio margen la elección de gobernador, perdió el candidato a intendente de Santa Fe, surgido del sector de Oscar "Cachi" Martínez, perdió ampliamente el "Tigre" Cavallero en Rosario, donde la situación es peor: hace años que el peronismo debe apelar a su figura por carecer de candidatos propios mínimamente potables para el electorado.
Perdió la senaduría del Departamento La Capital Silvina Frana, que pertenecía al sector de Jorge Obeid y ganó las internas por la lista de Omar Perotti, y éste -si bien ganó la elección en Rafaela y la senaduría del Departamento Castellanos- perdió ampliamente en su distrito la elección a gobernador.
Perdió el presidente del Partido Justicialista Ricardo Spinozzi, en su intento por ser reelecto senador por el Departamento General López, yendo con una lista distrital que no llevaba candidato a gobernador.
Diferentes categorías electorales, diferentes Departamentos de la provincia, diferentes sectores internos: todos perdieron.
Derrotas apenas mitigadas por el triunfo en la lista de diputados provinciales de María Eugenia Bielsa, porque los senadores -aun ganando en 11 Departamentos- jugaron su propio partido desentendiéndose de la suerte de la elección provincial; desde el mismo momento en que votaron la boleta única.
Ya llegará el momento de analizar las causas de cada una de esas derrotas, las responsabilidades de los candidatos, las estructuras y los militantes; las estrategias de campaña, los discursos y las propuestas, porque seguramente en una derrota de tamaña magnitud, han existido muchas cosas mal hechas, u otras que se dejaron de hacer.
Pero si hay que buscar un padre de la derrota de ayer, ese es, sin dudas, Carlos Alberto Reutemann.
El estado de postración y desmovilización del peronismo santafesino, el hecho de que el Partido Justicialista no sea más que una cáscara vacía desprovista de vida y activismo militante, que no haya en cada pueblo santafesino y en cada barrio de las grandes, medianas y pequeñas ciudades una unidad básica abierta todo el año, funcionando para contener a la militancia y marcar presencia peronista en el territorio, es responsabilidad suya por haberlo mantenido en estado de hibernación por casi 20 años.
Si la conduccción del PJ provincial es hoy formalmente compartida entre los diferentes sectores del peronismo -entre ellos quienes dicen representar al kirchnerismo, y se han arrogado la exclusividad de la franquicia- y la realidad descripta no ha cambiado (como lo demuestran los resultados), eso no disminuye la responsabilidad de Reutemann, todo lo contrario: se llegó a ese matrimonio mal avenido por los vacíos que él fue dejando, tras años de predominio electoral en la política santafesina.
El vaciamiento ideológico del peronismo provincial, relegado a ser un sobreviviente del menemismo en los tiempos kirchneristas, con una ideología conservadora y que no duda en ir del brazo con la Sociedad Rural y los intereses que el peronismo ha combatido toda su vida, es obra principal del senador nacional por Santa Fe.
Que ha hecho del ombliguismo perpetuo una estrategia de liderazgo político, aceptada por una dirigencia mediocre que -incapaz o temerosa de ir a buscar los votos por sí misma- se ha refugiado en la sombra de Reutemann por años, esperando la aparición milagrosa de la campera roja en los tramos finales de una campaña, para decidir el resultado de una elección.
Rindiéndole pleitesía en un eterno operativo de seducción para ver si alguna vez la esfinge de Guadalupe se dignaba a pronunciar las tan deseadas palabras, y a competir con una candidatura presidencial para la que nunca tuvo condiciones, y si alguna vez tuvo la ambición, fue allá lejos y hace tiempo.
Pero hizo algo más Reutemann en su ya larga permanencia en la escena política provincial: esquivarle sistemáticamente el bulto a toda contienda electoral que no viera de antemano decidida a su favor, y borrarse de cada elección en la que no participara él personalmente, o en la que no le permitieran confeccionar la lista -hasta en sus últimos lugares- de su propio puño y letra.
En el 2009 asumió un protagonismo consecuente con su posición durante el conflicto con las patronales del campo, pura y exclusivamente porque vio amenazados sus propios intereses y negocios personales -hasta entonces la desprolijidad de los modales del kirchnerismo nunca lo había incomodado-, y además porque especuló con un derrumbre y salida anticipada de Cristina del gobierno tras el voto no positivo de Cobos, y lo que vino después.
Ese es el hombre que ha manejado el peronismo provincial por 20 años: anotándose primero en las fáciles -o las que cree fáciles-, borrándose cuando la cosa se pone difícil. A él, nunca nadie le avisa, parece ser su máxima.
De tal líder, tales seguidores, y tales resultados.
En la campaña previa a las elecciones de ayer, ni siquiera el acuerdo alcanzado en febrero por los diferentes sectores del PJ para ir a la interna y apoyar al vencedor, logró sacarlo de su mutismo e inacción.
Pero sí hizo algo: rompió el mutismo en los días previos a la elección para intentar capitalizar el voto de Del Sel, no como muchos piensan para inducir a votar al candidato del PRO (aunque obviamente no le disgusta para nada el resultado), sino porque veía venir la perfomance del Midachi y -fiel a su estilo- quiso cabalgar sobre la ola, evitando que otros como Macri o Duhalde se apropiaran de lo que entiende suyo.
Alambrar la provincia, como él mismo dijo hace mucho; el problema es que la provincia de Reutemann no parece ser la nuestra, y es cada vez más chiquita.
Además de dejar jugar a sus referentes que fueron a cara descubierta en las listas de Del Sel, desoyendo olímpicamente la decisión orgánica del conjunto del peronismo.
Y la remató defendiendo a Binner en la polémica con Cristina por el crecimiento provincial, volviendo a coincidir con el gobernador -que se le parece cada vez- como en los tiempos del conflicto por la 125, o en el reclamo por el descuento de los fondos de la coparticipación que van a parar a la ANSES: dos coincidencias no menores junto a otras, como haber participado ambos del acto inaugural de Artes Gráficas del Litoral.
Luego de las elecciones y con el resultado puesto, sale a decir que está pensando a que candidato a presidente va a inclinar su apoyo en las internas de agosto, para lo cual no se siente obligado (nunca se sintió a hacerlo, a decir verdad) a consultar a nadie, ni al PJ provincial por el cual llegó al Senado en el 2009, ni al PJ nacional que está encolumnado detrás de la candidatura de Cristina.
Cabría preguntarse en representación de quien es entonces senador Carlos Reutemann, probablemente de los productores sojeros de la provincia, como Mario Llambías, Nelvar Raffín, Ricardo Buryaile o tantos otros de la Mesa de Enlace que entraron o entrarán al Congreso para representar a las patronales del campo. O de la provincia 25: la provincia Reutemann.
Como si no fuera poco el daño que ya ha hecho Reutemann al peronismo santafesino, aparece ahora a pretender capitalizar una derrota a la que él no es ajeno, sino por el contrario parte principalísima; ¿buscará completar la maniobra alquilándole el peronismo santafesino a la Sociedad Rural, como han hecho los radicales en Entre Ríos, Formosa y otras provincias?.
¿O se lo ofrecerá a Mauricio Macri y su pelotero de globos amarillos para el 2015, previo probar con Duhalde y su peronismo nostalgioso del franquismo en las elecciones de este año?
El peronismo provincial se debe un amplio y profundo debate sobre los resultados de ayer, y sobre el proceso que los produjo; pero de ese debate deben participar todos los que -vengan de donde vengan- tengan verdaderamente la intención de recrear un peronismo movilizado y disuesto a defender los auténticos intereses populares, empezando por los de los trabajadores que lo hicieron su identidad política desde aquel histórico 17 de octubre de 1945.
Y en ese debate y en el peronismo que de él salga -seguramente fortalecido, si el debate es franco y leal- no hay lugar para Carlos Reutemann, y para lo que él representa.
13 comentarios:
Excelente post.
Me parece que se quedó corto al decir que nunca fue kirchnerista. Con su actuación demostró que tampoco es peronista sino reutemannista.
Saludos.
PD: cité este post en mi blog, ya que justo debatíamos la responsabilidad de Reutemann en estas elecciones.
Me parece una autocrítica muy pobre, hecharle la culpa a Reutemann. No digo que no sea un factor importante, pero el Kirchnerismo se tiene que dar cuenta que representan a mucha gente menos de lo que creen y encima siguen culpando a todos de sus propios defectos. Ademas "todos los peronistas" de la provincia se arrodillaron durante mas de 15 años ante Reutemann, pero no decían nada porque les permitía estar en el poder. Lamentable personaje Reutemann, que nos hizo sufrir a todos y lamentable la ceguera "K"
La autocrítica no es tal porque nosotros no somos Reutemann: cuando nos toque hablaremos de lo que nosotros hicimos mal (que es bastante), ahora estamos desenmascarando a este personaje que se cree de teflón, y todo le resbala. Nunca se hace cargo de nada.Y entre esa dirigencia que se arrodilló 15 años ante él no está precisamente Agustín Rossi, por eso le fue como le fue en el 2009 y ayer.
este tipo nefasto ,oscuro,traidor, por eso me da no se que rossi, ese si que es un dirigente que las tiene bien puestas, pero que queres en una provincia sojera que solo vota a los que se le arrodillan o a los propios como del sel !!
"Perotti perdió ampliamente en su distrito la elección a gobernador."
No me hagas reir. Perotti arrasó en Castellanos y en todo el norte en las primarias. Sus candidatos ganaron ampliamente acá. El que perdió fue Rossi, no Perotti. No le podés poner a Rossi de candidato a un departamento en donde ganaron Cavallo y López Murphy.
Bárbaro, entonces nos cagamos en la interna y ponemos un candidato distinto en cada Departamento de acuerdo a quien ganó ahí antes, y en Castellanos no nos presentamos directamente. O que sólo cuente ese resultado de todos los 19 departamentos para definir el candidato a gobernador, o hacemos de Rafaela una provincia aparte, se nos ocurren tantas variantes.
Interesantísimo aporte el suyo a la teoría política: el voto inmóvil y los candidatos múltiples de un mismo partido a un mismo cargo, sin ley de lemas. Está para graduarse amigo.
Evidentemente me salió mal la última frase del anterior comentario. Quise decir que es impensable que Rossi gane acá, no la sarta de conclusiones que sacás de lo que me salió tan mal escrito. De hecho, ganó Del Sel.
Barullo, es cierto que rossi la tiene dificil en la cuna sojera, pero se hace mas dificil si la militancia y la dirigencia le hace el vacio. Y eso hicieron. Se lavaron las manos. Nadie "les puso" el candidato que no querian a dedo, el candidato salio por eleccionesinternas y, como manda la democracia, deberian haber aceptado el resultado y trabajado para el triunfo del candidato ganador. Como lo hizo rossi en el 2007, cuando puso todo para apoyar a Bielsa que le habia ganado la interna.
Pero bueno, que le voy a tratar de enseñar principios a mercenarios politicos que solo piensan en su beneficio individual y se cagan en el partido, en la democracia y en todo si no se hace lo que ellos quieren.
Barullo: Perotti será candidato a diputado nacional ahorita nomás, el 14 de agost, hay veremos como le va a él y a Cristina en Rafaela y el Departamento Castellanos, y no se enoje, hágase entender mejor, nada más. Gracias por pasar
No hay problema. Me cayó mal tu comentario pero me di cuenta que era yo el burro que había escrito para el orto. Pasa en esto de escribir, borrar, volver a escribir y al final queda cualquier cosa.
A Perotti y (en menor medida) a Cristina les va a ir muy bien en Rafaela. Se aceptan apuestas :-)
AGUSTIN ROSSI ES EL RESPONSABLE DE LA DERROTA EN SANTA FE (2da Parte):
La estrategia de Rossi fue puramente electoral, renunciando a los principios de la lucha política por el Poder. El resultado es claro, Reutemann sigue siendo la referencia política de la derecha del PJ y los intereses agroexportadores. Siguen manejando la Corte y el Senado. No habrá ninguna ley de redistribución de la renta en Santa Fe, ni acuerdos institucionales con la Nación para integrar a la provincia a un proyecto nacional.El Poder Ejecutivo quedara en manos del Socialismo integrante del Grupo A, aliado a la Federación Agraria y los sectores gremiales de la CTA gorila. (Aunque estos, votaron más leyes de Cristina que Obeid y Reutemann, o sea el PJ Unido)
¿Qué quieren del pueblo santafesino? ¿Que vote con conciencia política?, si al final nada expreso un cambio en serio.El azar, que en política no es importante pero a veces juega (Lease Apuntes de Historia Militar de JDP), hace que Santa Fe le da al proyecto nacional una herramienta extraordinaria: Binner candidato a Presidente.Con esa candidatura habrá una nueva división de los sectores opositores. Es la bisagra que impide la unidad electoral de la derecha bonaerense con la izquierda liberal de Córdoba y Santa Fe. No hay mal que por bien no venga.
Pero, como decía el General, “la visera más sensible es el bolsillo”, por eso, aunque no exista una construcción política mayoritaria de los sectores populares, CRISTINA ganara en Santa Fe o al menos sumara casi el doble de votos que obtuvo Agustín Rossi. CRISTINA no renuncio a la lucha por el Poder, no renuncio a la política. El pueblo santafesino, no su clase dirigente, aun los que votaron por Bonfatti y Del Sel, serán un pilar fundamental para asegurar la reelección de Cristina Fernández de Kirchner, sin segunda vuelta.Si me equivoco, dejare mi condición de cuadro del Movimiento Peronista, para volver a ser uno más entre las masas.
Huyyy, si no publican la parte 1 de la responsabilidad de Rossi, la segunda parte no se comprende.¿Que paso?
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