¿Hace cuánto, nada?, dábamos cuenta acá de un decreto de Binner por el cual aumentaba el aporte (digamos subsidio, ahora que la palabra está de moda) de la provincia a los hospitales municipales rosarinos, que hacía trepar la "ayudita" que recibe la administración Lifschiz a más de 147 millones de pesos al año (más que el presupuesto del hospital Cullen, el más grande de la provincia); y a más de 215 millones se si computan los retroactivos por "diferencias de montos de las prestaciones" que también se le pagaron este año al municipio rosarino por el convenio autorizado en su momento por el propio gobernador.
Poco más de una semana después de aquel decreto (y mientras, como dijimos, se discute en la Legislatura una ley provincial de salud) el mismo Binner firma éste otro, por el cual le reajuste a los municipales rosarinos (en forma retroactiva a enero) los montos que les paga la provincia por las "prestaciones de alta complejidad", el subterfugio escogido por el gobierno socialista para encubrir el subsidio.
Y la cifra no es menor: casi 31 millones de pesos, que hacen trepar lo que le costarán a la provincia este año los hospitales municipales a más de 245 millones de pesos, digamos -para seguir con las comparaciones- más que los presupuestos totales sumados de los hospitales Iturraspe y del Centenario de Rosario, el segundo y tercero en tamaño de toda la provincia.
Bueno che, tratándose de amigos una va a andar fijándose en gastos a la hora de hacerles regalos.
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