LA FRASE

"ESTADOS UNIDOS ES UN PAÍS LIBRE, ALLÁ UN TIPO DE PIEL NARANJA PUEDE SER PRESIDENTE DOS VECES, NO COMO ACÁ, QUE YO NI PUDE SER GOBERNADOR." (MIGUEL DEL SEL)

lunes, 5 de marzo de 2012

FUNCIONAL


Dentro de poco van a salir a decir que Videla (de un modo muy sutil) se volvió kirchnerista, y sus declaraciones están arregladas con el gobierno.

Al sinuoso Sirvén (el mismo que elogiaba en la dictadura la cobertura de los medios y el manejo de la información oficial cuando la guerra de Malvinas) lo único que le preocupa de las nuevas declaraciones del dictador, es que son "funcionales" al gobierno.

Se refiere a éstas declaraciones:


Y también, claro, a éstas otras:


En la guerra sin cuartel que han emprendido contra el gobierno, Videla molesta.

Al punto que les hace abandonar el lugar común de la corrección política -ése que los lleva, al menos de la boca para afuera, a reprobar a la dictadura y sus prácticas aberrantes- para exteriorizar su fastidio porque el genocida abre la boca, y sus palabras suenan conocidas para muchos: las leen a diario, en Clarín, en La Nación, en los foros y en los comentarios de los lectores habituales.

¿O acaso no és el mismo medio que publicó las necrológicas de Massera, o el que abogó por años -desde antes incluso del famoso ultimátum de Escribano a Kirchner- por la "pacificación nacional", por el "cese de la persecución a las fuerzas armadas"?

¿No es desde sus páginas desde las que se lanzan a diario anatemas contra el "setentismo" y se trazan burdas analogías entre la Cámpora y Montoneros?

Videla habla, y dice cosas molestas, porque algunas son ciertas: nadie puede afirmar a ciencia cierta que, si el resultado de las elecciones del año pasado hubiera sido distinto  (por caso si ganaban Duhalde, Carrió o el radicalismo), los juicios por los crímenes de lesa humanidad hubieran continuado; o no hubiera existido otra amnistía u otro indulto a los condenados; entre ellos el supremo dictador.

Los dichos de unos en la campaña y los antecedentes de otros cuando fueron gobierno, hacían presumir que eso era bastante posible.

Porque además cuando desde estos mismos medios se convocaba a la unidad opositora para enfrentar al kirchnerismo y se deliraba con un "gobierno de unidad nacional" -aunque no se lo dijera- se apuntaba -entre otras cosas- a generar una masa crítica suficiente para impulsar esa marcha atrás en las políticas de memoria, verdad y justicia instauradas desde el 2003; con la convicción de que al grueso de la gente poco le iba a importar.

La "funcionalidad" de los dichos de Videla lo saca de quicio a Sirvén, porque cae como un piedrazo en el medio de un fárrago de notas, editoriales, titulares y encabezados en los que se nos quiere mostrar que el kirchnerismo viró definitivamente a la derecha, abandonó la impostura progresista, se viene el ajuste griego y las protestas sociales serán duramente reprimidas, mientras se consolida una dictadura que amordaza y censura a la prensa libre.

Pero -siempre la realidad pone un pero- resulta que aparece y habla el tipo que hizo (no que dijo que haría) justamente todo eso desde el gobierno, que encabezó una verdadera dictadura, erigida sobre la represión y la censura (no de estos medios que ahora se quejan del kirchnerismo, ellos obtuvieron del dictador favores enormes, como Papel Prensa, a cambio de su colaboracionismo) para implementar el más ambicioso plan de desmantelamiento de la Argentina post peronista (que luego complementaría Menem); y se pone en la vereda de enfrente del kirchnerismo, lo describe como la causa de todos los males que el país padece (al igual que La Nación y Clarín, con el mismo discurso, y las mismas propuestas de solución) y llama a derrocarlo.

Eso sí, aclaran (Videla y los diarios) para tranquilizarnos: no por medio de un golpe, porque no están los tiempos ni las fuerzas armadas (su estructura operativa, su voluntad) para eso; sino por "vía democrática".

Pero la tranquilidad dura poco, porque el mismo dictador (repitiendo lo que decían los editoriales de los medios inmediatamente antes y después del 23 de octubre) constata la inutilidad opositora y lo enfurece: les reclama la oportunidad que dejaron pasar para librar al país de la lacra kirchnerista.

Si a alguno le suena parecido a los foristas y comentaristas de Clarín y La Nación no es casualidad: no es parecido, son lo mismo.

Si hasta los discursos económicos que se escuchan en respuesta a la propuesta de modificar la Carta Orgánica del BCRA (caso Prat Gay por ejemplo), perfectamente podría suscribirlos Martínez de Hoz.   

Y el parecido molesta, no porque no sea real, sino por en estos días es más conveniente que nunca ocultarlo.

Por eso Videla es "funcional·" al kirchnerismo: porque cuando aparece su rostro desnudo de asesino serial es difícil enmascarar el propósito de limar al gobierno de Cristina (soñando con delaruizarla a ella, y forzarla a irse de la Rosada en helicóptero) con apelaciones a la república y las instituciones; y cuando el genocida habla y las palabras que dice resultan familiares (de tanto escucharlas todos los días) se hace más complejo todavía creer -como el bizarrismo editorial de los grandes diarios trasunta por momentos- que la salida para el país es entregarle el gobierno a un triunvirato formado por Macri, Moyano y Altamira. 

Y no hace falta mucho esfuerzo para advertir que hay en todos (en Videla, en los grandes medios, en muchos dirigentes opositores) un denominador común que acentúa las similitudes: un inmenso desprecio por la decisión electoral del 54 % de los argentinos.

1 comentario:

Leandro dijo...

Compañeros, no estan equivocados! en el blog de Daniel (el aguante populista) ya aparecio un trosco a decir que "hay un arreglo entre videla y los k".

Son de terror!