Le tiraron encima todo el aparato de acomodados radicales en la justicia, para que no lo joda a Corral pretendiendo investigar la muerte de una persona por mala señalización en el Metrofe, la obra que vino a inaugurar Macri hace poco a Santa Fe..
La apartaron de la causa porque tiene parentesco con un concejal del PJ, y porque se filtró a algunos medios información de la causa que compromete a los funcionarios municipales.
Hermoso todo. Más información, acá.
Santa Fe suele ser presentada (dentro y fuera de la provincia) como un ejemplo, porque "funcionan las instituciones, y no hay casos resonantes de corrupción", o cosas por el estilo.
Como por ejemplo no hay muestras de que el poder político condicione a la justicia.
Los que vivimos acá sabemos que eso es mentira, a poco que se analicen un poco los hechos: si buscan en el blog bajo la etiqueta "reforma judicial" verán que hace años venimos hablando del tema, documentando que lo que ocurrió con la implementación del nuevo procesal penal en Santa Fe fue un asalto de la justicia por socialistas y radicales; para acomodar gente en cargos estratégicos.
Ayer nomás veíamos en ésta entrada el caso del accidente de tránsito que involucró a Lorenzetti en Rafaela el año pasado, del cual resultó muerta una persona.
En ese caso la justicia "cajoneó" el expediente, y luego terminó archivando la causa por "criterio de oportunidad": es decir, ellos deciden discrecionalmente que investigan y que no.Y durante todos estos meses los medios más importantes ocultaron el caso, pese a su obvia trascendencia.
En éste otro caso pasa algo parecido: acá es el poder político el que decide que quiere que se investigue y que no, y en todo caso quien lo tiene que investigar. Eligen la causa, eligen el juez, o el fiscal.
El caso en sí (la muerte de una persona en una obra pública flojita de papeles, inaugurada nada menos que por el presidente viniendo a Santa Fe) sería tapa en los medios no solo locales sino nacionales, en otro contexto político. Si gobernara el peronismo, sin ir más lejos.
Sin embargo no fue así, porque Corral -al igual que Macri, y al igual que Lifschitz- distribuye generosa pauta publicitaria para gozar de un amplio blindaje mediático.
Que en éste caso incluso avanza sobre el ejercicio de la profesión periodística y la libertad de expresión, sin que nadie de los que habitualmente protestan por eso se rasgue las vestiduras, ni abra la boca.
La apartaron de la causa porque tiene parentesco con un concejal del PJ, y porque se filtró a algunos medios información de la causa que compromete a los funcionarios municipales.
Hermoso todo. Más información, acá.
Santa Fe suele ser presentada (dentro y fuera de la provincia) como un ejemplo, porque "funcionan las instituciones, y no hay casos resonantes de corrupción", o cosas por el estilo.
Como por ejemplo no hay muestras de que el poder político condicione a la justicia.
Los que vivimos acá sabemos que eso es mentira, a poco que se analicen un poco los hechos: si buscan en el blog bajo la etiqueta "reforma judicial" verán que hace años venimos hablando del tema, documentando que lo que ocurrió con la implementación del nuevo procesal penal en Santa Fe fue un asalto de la justicia por socialistas y radicales; para acomodar gente en cargos estratégicos.
Ayer nomás veíamos en ésta entrada el caso del accidente de tránsito que involucró a Lorenzetti en Rafaela el año pasado, del cual resultó muerta una persona.
En ese caso la justicia "cajoneó" el expediente, y luego terminó archivando la causa por "criterio de oportunidad": es decir, ellos deciden discrecionalmente que investigan y que no.Y durante todos estos meses los medios más importantes ocultaron el caso, pese a su obvia trascendencia.
En éste otro caso pasa algo parecido: acá es el poder político el que decide que quiere que se investigue y que no, y en todo caso quien lo tiene que investigar. Eligen la causa, eligen el juez, o el fiscal.
El caso en sí (la muerte de una persona en una obra pública flojita de papeles, inaugurada nada menos que por el presidente viniendo a Santa Fe) sería tapa en los medios no solo locales sino nacionales, en otro contexto político. Si gobernara el peronismo, sin ir más lejos.
Sin embargo no fue así, porque Corral -al igual que Macri, y al igual que Lifschitz- distribuye generosa pauta publicitaria para gozar de un amplio blindaje mediático.
Que en éste caso incluso avanza sobre el ejercicio de la profesión periodística y la libertad de expresión, sin que nadie de los que habitualmente protestan por eso se rasgue las vestiduras, ni abra la boca.
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