"TENEMOS QUE RECUPERAR LA CULTURA DEL TRABAJO"

Hay como una idea instalada de que el kirchnerismo no creó empleo, y disfrazó la desocupación con los planes sociales. Tanto como que desde hace años "la economía no genera empleo".

Ideas instaladas con prescindencia de los números, como se puede comprobar analizando las cifras de la imagen de apertura, que corresponden a la evolución de los puestos de trabajo registrados en el SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino), es decir el empleo en blanco o formalizado.

La serie que toma el cuadro es la que transcurre desde diciembre de 1994 al mismo mes del 2015, es decir el último del gobierno de Cristina.

Como pueden ver, los puestos de trabajo en blanco crecieron desde el 2003 al 2015, en cualquiera de las categorías del SIPA que se consideren: relación de dependencia, autónomos, monotributistas, personal de casas de familia y otros.

E incluso siguieron creciendo (aunque a un ritmo menor) después del 2011, y en todos los casos sea por creación neta, o por registración de empleo informal, cosa particularmente palpable en el caso del personal de casa particulares, que pasó de 47.289 en 2003 a 1.589.123 en 2015; un crecimiento del 3260,44 % en un sector históricamente condenado a la informalidad.

En las cifras globales, el kirchnerismo generó en 12 años más de 6 millones de puestos de trabajo formales, registrados en la seguridad social (ver recuadros con las cifras de 2003 y 2015): exactamente 6.161.058.

Y a diferencia de los "éxitos" en materia de creación de empleo que se adjudica el gobierno de Macri, los monotributistas descendieron de 437.580 en 2003 (cuando todavía estaba cercana la crisis del 2001) a 356.900 en el 2015; cuando representaban solo el 3,07 % de los puestos de trabajo registrados en el SIPA (en el 2003 eran el 7,99 %).