LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 2 de noviembre de 2017

EL DIABLO ESTÁ EN LOS DETALLES


Como todos recordamos, esta misma semana los aranceles de las prepagas tuvieron un “retoque” del 6 %, que lleva el aumento al 31 % en el año (14 puntos por encima de la banda mayor de la pauta inflacionaria prevista por el gobierno), y al 42 % si se cuentan los últimos 12 meses.

Sin embargo pareciera que no es suficiente, o al menos eso se desprende de lo que dice ésta nota de El Cronista: “Para el año próximo, se termina de definir una medida que cambiará el panorama drásticamente. La intención oficial es liberar el valor de las cuotas de las prepagas, una decisión que demanda una nueva ley y que plantea un escenario para el que las empresas dicen estar preparadas. Aunque no hubo todavía una comunicación formal a las firmas de salud privada de cómo se planteará la apertura de los precios, el tema es recurrente en los encuentros que las empresas mantienen con el gobierno. Los responsables de las principales compañías del sector coinciden en que aunque generará una mayor competencia y nuevas estrategias de negocio, la liberalización de los valores es positiva y el sistema ya demostró que funciona perfectamente de esa forma porque así lo hacía antes de 2011, cuando debieron comenzar a pedir autorización para ajustar los precios.

Claudio Belocopitt, titular de Swiss Medical, califica a la actual ley que regula el sistema como "imposible e inviable". En diálogo con El Cronista, el empresario aseguró que es imprescindible una ley nueva que ordene el sector. "Desde los años 60, la medicina funcionaba de forma desregulada perfectamente", dijo y aseguró que los problemas comenzaron con la nueva ley y la incorporación de prácticas nuevas al PMO (Programa Médico Obligatorio) que encarecieron notablemente las prestaciones y "desfinanciaron el sistema", señaló.

En Osde, el argumento es similar. Victor Cipolla, vocero de la prepaga, recordó que antes de 2011 (con la ley 26.682) las cuotas de la medicina privada eran libres y se aumentaban si así lo hacía la estructura de costos de la compañía. Los ajustes se planteaban dependiendo de la coyuntura: en momentos de firmar paritarias de sanidad, por alguna estrategia de negocios o dependiendo de los dividendos alcanzados. "Hoy hay una distorsión de precios total generada por la intervención del Estado. No se puede cubrir el encarecimiento que tuvo la canasta prestacional en estos años", aseguró. La liberación de los precios en el sector vendrá acompañado el próximo año con un requerimiento que vienen haciendo las compañías, sin éxito hasta ahora. En el borrador de la reforma laboral oficial está incluida la Agencia de Evaluación de Tecnologías de Salud, una entidad presente en diferentes formas en todo el mundo que evalúa si deben -con argumentos científicos- entregarse los nuevos medicamentos recetados. Principalmente, en referencia a drogas de muy alto valor que al no ser reconocidas por las prepagas como necesarias generalizan la judicialización.” (las negritas son nuestras)

Clarito ¿no?: lo que estos buenos muchachos preocupados por la salud de los argentinos quieren es cargarse la Ley 26.682 sancionada en 2011 por el gobierno de Cristina, y analizada en su momento en detalle acá y acá; que establece en su artículo 5 inciso g) que la autoridad de aplicación (el Ministerio de Salud) debe autorizar y revisar los valores de las cuotas y sus modificaciones que propusieren los prestadores del sistema (las prepagas), en base a una estructura de costos que ella misma fija.

Y más importante aun: el artículo 7 de la ley establece que las prepagas “...deben cubrir, como mínimo en sus planes de cobertura médico asistencial, el Programa Médico Obligatorio vigente según Resolución del Ministerio de Salud de la Nación y el Sistema de Prestaciones Básicas para Personas con Discapacidad prevista en la ley 24.901 y sus modificatorias.”.

Pero no están solos en la pelea: para que dentro del mamotreto de la reforma laboral pase la creación de la AGNET (Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías de la Salud) contarán con la invalorable colaboración de la dirigencia de la CGT, que está interesada en que las obras sociales sindicales queden también exentas de la obligación de dar cobertura al PMO, y a los tratamientos de alta complejidad y más costosos. Más información al respecto, acá.

Y la de los medios: por algo hace poco Belocopitt (mientras lloraba miseria porque no le cierran los números a Swiss Medical, culpa del kirchnerismo) compró el 40 % de las acciones del Grupo América que estaban en poder de De Narváez, gracias a lo cual es uno de los dueños del Canal América o la radio La Red: estemos atentos a ver como Fantino y Santiago Del Moro nos cuentan los tremendos beneficios de dejar librada la salud a las estrictas reglas del mercado, sin ingerencia alguna del Estado.

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