Tómense el tiempo que dura el video (algo más de 12 minutos), pero véanlo entero, porque lo mejor viene al final; cuando se puede ver la parte más relevante del discurso de Evo Morales en la Cumbre de las Américas.
A ver si sienten -como sentimos nosotros al verlo- tanta envidia de los hermanos bolivianos por el presidente que tienen, como vergüenza por el nuestro; un miserable pelele dispuesto a suplir al ausente Trump si no en el liderazgo del patio trasero -que no le da el pinet-, sí en el hostigamiento y la ofensiva contra Venezuela.
Llegando por ejemplo al extremo de reclamarle a Maduro que convoque a elecciones, como hizo hace unos días acá con Rajoy, para acto seguido decir que la Argentina (porque mal que nos pese, esa lacra hoy nos representa internacionalmente, haciéndonos pasar vergüenza todo el tiempo) no reconocerá ningún resultado que salga de las mismas, porque no son democráticas.
Trasuntando así lo que por acá sospechábamos o sabíamos, que para esta gente las únicas elecciones democráticas son las que ganan ellos.
Macri en su discurso no dejó tópico sin tocar para ser el perfecto cara de piedra, irguiéndose en un cruzado contra la corrupción, cuando todo su gabinete no puede dar cuenta de evasiones, blanqueos, lavados, cuentas y sociedades off shore y conflictos de intereses a granel. En una cumbre convocada con ese objeto en Perú, que acaba de destituir a su presidente (al que Macri y su gobierno ponían como modelo) por un caso de corrupción.
Condenando el presunto uso de armas químicas por parte del gobierno de Siria sin que haya ninguna verificación internacional independiente que de fe de que tal cosa efectivamente ocurrió, y no fue -una vez más- una excusa utilizada por las potencias de la OTAN para justificar más "bombarderos quirúrgicos de precisión" y otra aventura guerrera imperialista para asegurar sus objetivos geopolíticos en el Medio Oriente, y amedrentar a Rusia.
Pero por suerte después de Macri vino Evo, que sin nombrarlo nunca lo puso en su justo lugar: el de un hombrecito minúsculo sin vuelo de estadista, siempre dispuesto a ejecutar la partitura que otrso han escrito con tal de congraciarse con ellos.
El presidente de Bolivia pasó revista a los tópicos trillados del imperialismo para justificar siempre sus avanzadas contra las gobiernos populares de la región, recordando que lo que antes fue el comunismo luego fue el narcotráfico, y hoy la presunta lucha contra la corrupción.
Denuncia la hipocresía de los que dicen combatirla, mientras no solo no toman ninguna medida seria en contra de los paraísos fiscales (hace poco el tema ni siquiera fue abordado en la reunión del G20, aun cuando estaba en la agenda), sino que los aprovechan para poner a buen resguardo sus propias fortunas personales.
El cambio climático y sus causas, el drama de los refugiados, el rol del FMI y los organismos multilaterales, fueron todos temas sobre los que Evo pasó revista, frente al vacío conceptual de ese subproducto de la alfabetización costosa que nosotros tenemos.
Hasta se hizo tiempo para reafirmar el reclamo de la soberanía argentina sobre las Malvinas, que el propio Macri -que está obligado constitucionalmente a sostenerlo de manera irrenunciable- pasó por alto, ocupado como estaba en convalidar la ofensiva de los ingleses junto a las Estados Unidos sobre Siria.
1 comentario:
MIentras tanto, con su cancercera pato, usaba a nuestros prefectos (algo tergiversados seguro y con brain wash antipueblo de mas de 2 años) a cuidar el barco ingles sospechado de hundir nuestro anteúltimo submarino, que aparentemente fue ordenado a participar de los siempre estúpidos ""ejercicios en los comandos sur"" sin aviso al congreso nacional
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