LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

martes, 17 de marzo de 2020

EL MUNDO IMAGINARIO DE LOS LIBEROTARIOS


La reserva Federal de Estados Unidos baja la tasa de referencia a un rango de entre el 0,25  y el 0 % para facilitar el crédito e inyectar más liquidez al mercado.

El gobierno de Trump anuncia un paquete de gastos por 400.000 millones de dólares para contrarrestar la crisis causada por la pandemia.

8500 millones de ese paquete serán destinados a reforzar el vapuleado sistema de salud pública yanqui, incluyendo los fondos necesarios para que los test del coronavirus (que hoy cuestan alrededor de 3000 dólares cada uno) sean gratuitos.

En España el gobierno interviene el sistema de salud privada, y pone a sus efectores bajo el control estatal, en manos de las comunidades autónomas.

En Francia, Macron reivindica el Estado de Bienestar, y señala que la salud pública debe ser vista como una inversión, y no como un gasto.

En Alemania, que hace poco dispuso la gratuidad del transporte público, el gobierno establece que los medios no pueden difundir información sobre la pandemia, sin su previa anuencia.

Los Estados más afectados por el brote son los que más retrocedieron en los últimos años en la inversión pública en Salud, como Italia, con un ajuste de 37.000 millones de dólares en el sector.

Mientras en los principales centros económicos mundiales los gobiernos piensan implementar (las llamen así o no) políticas contracíclicas de corte keynesiano, aumentando gastos para contener la crisis.

Por contraste, en la región, Chile y Brasil, elogiados por nuestros liberales, afrontan tasas altas de infectados por el virus y posibles casos confirmados; al punto de empezar a ser considerados zonas de riesgo.

Y en el Reino Unido, el darwinismo social de Boris Johnson que anuncia, palabras más palabras menos, que el Estado dejará librados a su suerte a los afectados por la pandemia; constituyendo así lo más parecido que hay en plaza al discurso delirante de nuestros liberotarios como Espert, Milei o Cachanosky.

Si no fuera por el alto costo económico y en vidas humanas que trajo la pandemia, y que aun no puede determinarse definitivamente, tendríamos que celebrar que sirvió para demostrar el total colapso ideológico de las derechas en todo el mundo.

Y para constatar que nuestros liberotarios viven en una nube de pedos, un mundo ideal donde las cosas funcionan de un modo que no funciona, en la realidad, en ningún lado; porque frente a la crisis se pide (y más aun, se actúa) todo lo que ellos denigran: más Estado, más regulaciones, más gasto público.

Cosa que, por supuesto, jamás admitirán; y cuando todo vuelva a la normalidad, se sacudirán el polvo de la derrota conceptual y volverán con la misma cantinela de siempre, como si nada hubiera pasado.

1 comentario:

Norberto dijo...

La ventaja de Boris es que tiene a sus espaldas un muy buen sistema de salud pública que ni siquiera estas largas cuatro décadas neoliberales desmontó, entonces está en condiciones de hacer cosas que la inversión de Donald no podrá suplir, alcanzar ese nivel de atención está fuera de toda inversión para los States, solo tomando el control del sistema privado manu militari podría poner algo de orden en este tema, pero el negocio pertenece casi exclusivamente a los pero de la élite financiera, los fondos de cobertura y los buitres.
Stop Fly pasajeros Bondi Arbus para pasajeros y equipajes de la lowcost
Nunca menos y abrazos