LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

sábado, 31 de diciembre de 2011

BAJEN UN CAMBIO MUCHACHOS


El deseo de los medios opositores al gobierno de instalar la idea de que vivimos en una dictadura totalitaria que persigue todo atisbo de oposición o crítica ya llega a límites ridículos. 

Las declaraciones de Estela de Carlotto las podemos ver acá en el mismo sitio, y están mayoritariamente referidas a la oposición de Abuelas a la ley antiterrorista impulsada por el gobierno; con lo cual sólo con mucha mala leche se puede extraer de allí lo que dice el título de LPO.

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo no es funcionaria del gobierno nacional, de modo que no puede expresar su opinión, y de lo que está hablando es de la cobertura periodística que hacen los medios de los casos policiales.

En ese contexto, basta repasar los casos Pomar, Candela o la muerte del bebé de Ayacucho para coincidir con Estela: los exabruptos y desaguisados mediáticos en materia de casos policiales están a la orden del día, y no existen visos de una auto regulación que aporte racionalidad en la materia.

Y las reflexiones del senador Fuentes en el transcurso del debate de la ley sobre papel de diarios (que extraídas de contexto no permiten saber a cuento de que las hizo) parecen ir en la misma línea: no es la primera vez que se lanza como hipótesis que el modo como los medios reflejan los hechos policiales influye en otros hechos delictivos, sea en las metodologías, o en el efecto imitación.

En otros casos como en los suicidios, el hecho está empíricamente corroborado por estudios: si hay personas con tendencia a quitarse la vida expuestas a un bombardeo mediático sobre casos de suicidio, es probable que se vea reforzada su determinación de hacerlo.

De ahí a extraer una política oficial del gobierno dirigida a imponer la censura previa a los medios en materia de información de hechos policiales, hay un enorme campo de distancia; que sólo se puede saltear en el marco de esta gigantesca operación de auto-victimización que vienen llevando adelante en forma sistemática los accionistas mayoritarios de Papel Prensa, porque están afectados sus intereses.  

Por momentos daría la impresión (desde un sicologismo berreta) que ciertos medios y ciertos periodistas tienen una secreta pulsión por ser efectivamente censurados, arrestados por orden del gobierno o hasta agredidos físicamente, algo así como el "síndrome Cabezas", o una forma nueva de sadomasoquismo: "pegáme y decíme que me calle", o algo por el estilo.

Probablemente tenga que ver con mejorar un poco la autoestima en el caso de cierto periodismo pseudo progre (el caso emblemático sería Lanata), que viene haciendo un papel más que pobre desde el 2003 para acá; o con el deseo de tener algún recuerdo de "maltrato por la diktadura" del que vanagloriarse en las reuniones sociales, como los recuerdos del luto obligatorio o las afiliaciones compulsivas del primer peronismo que han ido pasando en algunas familias, de generación en generación.

Pero como la fuerte sospecha (si no certeza) es que detrás de tanto humo "libre expresionista" lo que hay es una defensa cerrada de ciertos privilegios derivados de negocios oscuros (desde Papel Prensa en la dictadura hasta las radios y los canales durante el menemismo), lo mejor sería que bajaran un cambio muchachos; y empezaran a hacer periodismo en serio, o por lo menos intentarlo.

2 comentarios:

Daniel dijo...

Muy bueno.
Te dese un feliz año nuevo, amigo.

Un abrazo.

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

Lo mismo para vos Daniel, gracias por pasar