Como no podía ser de otra manera, conforme avanza el proyecto de ley del nuevo régimen del trabajo agrario, se encienden las alarmas de los agrogarcas coaligados en la Mesa de Enlace, y salen a cruzarlo.
El pretexto es defender al "Momo" Venegas (uno más de ellos, a esta altura) por la desaparición del RENATRE (caja de la cual ellos también se nutrieron durante el conflicto de la 125), pero en rigor lo que los moviliza son los derechos que el proyecto les reconoce a los peones rurales, empezando por el de hacer huelga, o participar de la negociación colectiva en paritarias; o tener una jornada de trabajo legalmente establecida y no regida por las costumbres campestres (de antes de la soja transgénica,claro) que "trabajar de sol a sol".
Les molesta en definitiva tener que tratar a sus empleados como seres humanos, y no como instrumentos de labranza a los que les dan menos cuidado que a una cosechadora, y en esto están todos de acuerdo: los rancios oligarcas de la Rural y CRA, con los de verso progresista de la Federación Agraria, o los defensores del cooperativismo de Coninagro.
En la misma conferencia de prensa manifestaron su rechazo a la ley de tierras, aunque en este caso con argumentos diferentes: la FAA diciendo que es "insuficiente" porque hay que regular el acceso a la tierra para los pequeños y medianos productores, la Rural oponiéndose a toda forma de regulación por el Estado de la propiedad privada y la radicación de capitales extranjeros.
Y sin embargo estaban juntitos, como la familia Falcón, codo a codo, con tal de oponerse al gobierno.
El otro punto que les pone los pelos verdaderamente de punta es la resolución de la AFIP que fija el número mínimo de trabajadores que deben existir en cada tipo de explotación agropecuaria.
No se trata -como dicen estos caraduras- de que la actividad entrará en quebranto porque no podrán cumplir con las exigencias de la norma (otra vez apelan al remanido "tema de la lechería", y los tambos trabajando a pérdida, y a punto de cerrar), sino de que tienen a la mayoría de los empleados en negro.
En esta nota Echegaray, el director de la AFIP, explica que ese es el fin de la norma (ya aplicada en otros sectores de la economía): fijar la cantidad estimativa de personal que debe emplear una explotación agrícola, de acuerdo a su tamaño y actividad; para determinar que -si la cantidad es sensiblemente menor, es casi seguro que hay personal en negro, no declarado.
Es lo que pasa acá en la provincia de Santa Fe, donde los relevamientos oficiales detectaron que en muchos Departamentos existen más explotaciones agropecuarias que empleados, pero con diferencias entre una y otra cifra tan grandes, que permiten descartar que se trate de establecimientos atendidos exclusivamente por sus dueños o sus familias.
Ahí esá el huevo y no lo pise, diría Inodoro Pereyra (ya que de campo hablamos): estos muchachos se resisten a la resolución de la AFIP porque si se aplica van a quedar en evidencia como lo que son explotadores, y además negreros.
Y esa es la misma razón por la cual apoyan al "Momo" Venegas, y quieren que el RENATRE siga en sus manos, que son las suyas propias.
1 comentario:
Pero se la ve devaluada a esa Mesa de Enlace, con las patas torcidas y el mantel raído...
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