La promesa de Macri de levantar el "cepo" desde el primer día sin que genere una mega-devaluación requiere algo más que "confianza en que la gente no salga corriendo a comprar dólares"; menos cuando eso es (en teoría) lo que están esperando hace años, y por eso lo votarían.
Requiere explicar de donde saldrán los dólares para atender esa mayor demanda, cuando a su vez ellos mismos dicen "nos dejan un Banco Central pelado". Disgresión: uniendo simplemente con línea de puntos las tres expresiones resaltadas en negritas ya debería bastar para que te dieras cuenta de que te están tomando por pelotudo.
Desde "Cambiemos" hablan de "levantar el cepo" apuntando al dólar ahorro (que la gente común pueda comprar dólares), pero no dicen que hay otros esperando en la fila poder acceder a los verdes sin restricciones: importadores con importaciones pendientes de pago, empresas multinacionales que quieren girar a sus casas matrices utilidades (ganancias) retenidas desde hace 3 años y empresarios ansiosos por volver a fugar masivamente capitales (algo que si bien no se detuvo, mermó considerablemente gracias al "cepo").
También están proponiendo arreglar ya con los buitres y los "mee too" habilitados por Griesa, pagando cash el capital fijado en la sentencia y discutiendo solamente los intereses: o sea, el efecto inmediato son más dólares que se irían del país, y de las reservas.
Del lado de la oferta, estarían los famosos "dólares del campo": las exportadoras que los tienen no los liquidan justamente porque esperan la mega-devaluación (¿hace falta explicar que no es lo mismo que te den $ 9,60 que 16 por cada dólar?), y transformar los silos bolsa en dólares no se hace un día para el otro: el productor/acopiador/exportador debe vender al exterior (tratando a su vez de evitar que la brusca sobreoferta baje aun más los precios del producto), y cuando cobra la venta, recién allí se junta con los dólares.
¿Hay que explicarle entonces a un liberal como funciona la ley de la oferta y la demanda, en éste caso para el dólar? ¿Cómo resolverán entonces el entuerto, de donde vendrán los dólares para calmar el "efecto puerta 12" si se levanta el cepo de inmediato?
Macri no lo dice, pero lo está empezando a decir Scioli: de un préstamo del FMI por alrededor de 20.000 millones de dólares, y eventualmente de otra "vaquita" de 5000 millones de dólares de un grupo de bancos del país y del extranjero (¿los mismos que ofrecieron hace un tiempo comprarle el juicio a Paul Singer y los buitres?)
El efecto inmediato de la jugada es que el préstamo del FMI para "recomponer las reservas" se iría por la canaleta del dólar colchón, el pago a los buitres y el dólar fuga: es decir re-endeudar al país, para financiar la fuga de divisas.
De ese modo Macri tranquilizaría a buena parte de su electorado (que podría comprar todos los dólares que quiera, sin dar explicaciones a la AFIP), a cambio de que el FMI vuelva a meter la cuchara: para pedirle plata hay que aceptar que revise la economía (artículo 4) de la Carta del Fondo) e imponga "condicionalidades"; que son siempre las mismas; las que pidió para la Argentina en el 2002 y las que le impuso a Grecia (junto al Banco Central y la Comisión europeos) este año, a saber:
* "Recuperar el equilibrio fiscal reduciendo el gasto público y con rebaja de impuestos", o sea, más baja del gasto público (¿hay que explicarles la partida doble también?), aumentar las tarifas de los servicios públicos eliminando los subsidios, privatizar empresas y activos del Estado.
* "Corregir las distorsiones de los precios relativos", o sea devaluar para favorecer las exportaciones, congelar salarios "que están altos en dólares" suspendiendo paritarias o forzarlas a la baja con la amenaza del desempleo, rebajar los aportes patronales "para eliminar los impuestos a la generación de empleo", desfinanciando la seguridad social y tirando a la baja los aumentos a jubilados y pensionados; aun sin tocar una coma de la ley de movilidad.
* "Atacar la inflación" vía reducción del gasto público, y la merma en la demanda por menores salarios y jubilaciones; incluso aumentando tarifas, porque si aumentan habrá menos demanda de los servicios públicos también. Recordemos que un 75 % del gasto público nacional se va en asignaciones (incluyendo la AUH), jubilaciones y pensiones (38 %), subsidios a los servicios públicos y transferencias a las provincias (26 %) y sueldos del personal (11 %)
Como se ve ve, el propio programa de Macri y sus economistas "censurados" en campaña; pero del que se desentenderán diciendo que se los impusieron como condición para prestarles plata, plata que tuvo que pedir "porque le dejaron el Central vacío y hay que pagar la fiesta".
Si te suena familiar no es casualidad, sino recuerdo; porque esta película ya la vimos, y conocemos el final. Es cuestión de no comprar la entrada el 22, nada más.
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