LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

sábado, 16 de septiembre de 2017

MAJUL, EL BOLAS DE CRISTAL


(*)

Dos pequeñas grandes ideas (Contigo todo es pequeño, con pretensión de ser grande, Luis) sintetizan lo lejos que Cristina Kirchner y sus seguidores están de la verdad y los datos reales. Están resumidas en dos consignas políticas. Una reza: Macri/basura/vos sos la dictadura. La otra dice: "Oh/ Vamos a volver/ a volver/ a volver/ vamos a volver. (Que pena que las notas no vengan con sonido incorporado, mataríamos por escucharte cantar) Sobre la primera, la ex presidenta ahora no se hace cargo, pero hasta la semana pasada la fogoneó ante su militancia sin ningún reparo. (Esto dicho por consultora “Andá a chequearlo a la concha del mono”) Y tanto la fogoneó que, según las últimas encuestas, encargadas por los propios equipos de Unidad Ciudadana, es precisamente este argumento delirante (Tanto que se te ocurrió a vos que ella lo hizo propio) el que le está haciendo perder sus propios votos (Ah, los que la votaron a Cristina por ser la más crítica de mscri, dejarían de votarla por endurecer sus críticas, perfecto, sigamos) y ganar cada vez más adherentes a Esteban Bullrich y Gladys González. (El pasaje de votos del kirchnerismo a Cambiemos, y otros grande mitos urbanos)

Sobre la segunda, hay que aclarar, una vez más, lo obvio: (Obvio: si no aclararas lo obvio, ¿de qué escribirías?) Cristina volverá, después de las elecciones de octubre, solo a la Cámara baja, como senadora nacional, (el Senado es la Cámara alta, burro. Hasta diciendo obviedades metés la pata. Lo bueno sería que siendo candidata a senadora, termine como diputada) con un poder de decisión muy acotado por la predominancia de su colega Miguel Pichetto, (Un líder de masas, que aglutina el voto peronista) y con la amenaza latente de la cárcel a la vuelta de la esquina. (¿Pusieron una cárcel a la vuelta del Congreso?) Ahora que están bien aclarados estos dos puntos, (Que eran obvios, o sea que no hacía falta aclararlos) hablemos en serio, (Es decir que hasta acá fueron puras pelotudeces, buena autocrítica) por encima de la posverdad. Hablemos de lo que representa la ex jefa de Estado, y hacia dónde se dirigirán, después de octubre, los entre 30 y 35 por ciento de los votos que seguramente alcanzará en la provincia de Buenos Aires. (Ah, o sea que la parte seria de la nota empieza para el lado de la adivinación, pero somos nosotros los que estamos fuera de la realidad y los datos verdaderos, perfecto, sigamos) Hablemos del futuro de Cambiemos y del futuro político del presidente Mauricio Macri la gobernadora Maria Eugenia Vidal el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, los dirigentes peronistas que aspiran a liderar la oposición y de hacia dónde va la economía. (Que ambicioso Luis, ni siquiera Lilly Süllos se animó a predecir tantas cosas al mismo tiempo) Un minuto después de que se conozcan los resultados finales de las elecciones del próximo 22 de octubre en la provincia de Buenos Aires, y si no sucede nada raro, (Paraguas) Cristina Kirchner caerá derrotada y su influencia real sobre el peronismo pasará a ser mínima. (Claro, será desplazada por los grandes triunfadores de la jornada, como Massa, Randazzo y Schiaretti) Su base de representación se desvanecerá de manera acelerada y ella y su pequeño grupo de fieles se encerrarán en sí mismos. Se harán más pequeños, (Que complejo con la pequeñez) más radicales, (¿Ganan influencia Santoro y Moreau?) y más delirantes todavía. (Mas delirante que todo esto, imposible)
Muchos de los dirigentes que ahora juran dar la vida por ella se subirán al colectivo de Sergio Massa, Florencio Randazzo, (Sería un cambio de tendencia fuerte, porque hasta ahora viene pasando exactamente lo contrario) o del próximo jefe del Partido Justicialista; (¿Ritondo, Santilli?) los intendentes del conurbano que todavía la necesitan para no perder sus distritos (¿Cómo, no era piantavotos?) dejarán de atenderle el teléfono y hasta los miembros más fieles de La Cámpora buscarán un nuevo lugar bajo el sol, como lo hicieron en su momento Diego Bossio o Juan Manuel Abal Medina por citar a dos de los hombres que parecían incondicionales. (Y que no eran de la Cámpora. Igual, dos trayectorias meteóricas hacia la nada la de los dos que elegiste, después de irse del kirchnerismo) Este dato político conlleva una buena y una mala noticia. La buena: estaremos todos cada vez menos pendientes de Cristina, (Vos Luis, no proyectés tus obsesiones) tal como sucedió con Carlos Menem, desde el mismo instante en que decidió no competir con Néstor Kirchner en la segunda vuelta de las presidenciales de 2003. (Solo que Cristina sigue compitiendo, y hasta acá viene ganando) La mala: que los cada vez menos seguidores de la ex jefa de Estado se radicalicen tanto que terminen eligiendo la violencia política con la intención de imponer sus ideas insostenibles para la mayoría de la sociedad. (Conclusión basada en el tarot, la borra del café y la lectura de las bolitas de naftalina en los mingitorios)
El futuro de Macri, si no pasa nada raro, (Segundo paraguas, es lo que ocurre cuando uno las va de pitoniso: tiene que apelar al “puede fallar”, como Tu Sam) se presenta mucho más prometedor. La economía está creciendo a un ritmo del cuatro por ciento. (Sobre un año base en el que cayó estrepitosamente, digamos todo) De a poco, de manera muy lenta, (“Des pa cito...”) y en forma despareja, casi todos los sectores (Si es “despareja” y “casi todos” medio que lo del 4 % de crecimiento sería un bolazo) van virando del rojo fuerte a verde tenue, (Es un crecimiento en tonos pastel digamos) mientras al mismo tiempo la inflación se va desacelerando, (Salvo en agosto que volvió a subir, pero son detalles) el trabajo formal va creciendo (Bueno, los números que dio el INDEC esta semana indican que no, oh, sabio apegado “a los datos reales de la realidad de verdad”) y los índices de pobreza van disminuyendo, (Cosa que no se sabe de donde salió, porque no los están publicando) de manera lenta pero continua. (Es un caracol rengo y herido este gobierno Luis: lento, tenue, desparejo) Si la tendencia de este contexto se mantiene, Macri irá por la reelección en 2019. (Y si no volverá seguirá rascándose el higo, pero en las empresas de papá) Y, por supuesto, Vidal y Larreta intentarán exactamente lo mismo, con altas posibilidades de lograrlo. (¿No estamos yendo muy rápido, Luis?) La fantasía de los analistas clásicos de que Vidal se enfrentará al actual Presidente montada en su mejor imagen y su menor nivel de rechazo omite un dato clave. Hace tiempo ya, ambos establecieron un compromiso indestructible. Ella siempre pondrá por encima de su propio deseo la decisión del jefe político que la propuso como candidata a gobernadora cuando ni ella misma suponía que podía lograrlo. (Y jamás pasó en política que los que un día juran amor eterno al otro no te atienden el teléfono, leéte un par de párrafos más arriba) Mientras tanto, trabaja en un proyecto de fondo, que podría poner el país patas para arriba: (Bueno, más o menos lo que vienen haciendo entre todos hace 21 meses) el de hacer más gobernable la provincia más grande del país a través de la obtención de más dinero correspondiente a la coparticipación. (Claro, con un fallo de Lorenzetti que va a cajonear el expediente hasta que falte un mes para el final del gobierno, como hizo con el reclamo de las provincias por los fondos de ANSES en el gobierno de Cristina)
El ambicioso proyecto incluye la división de enormes distritos, como La Matanza y Lomas de Zamora. Es que tienen más habitantes y más complejidades que muchas de las provincias de la Argentina. (Exacto, ahí gana siempre el peronismo, y en las PASO arrasó Cristina. Si uno es gorila, eso es una tremenda complejidad) Rodríguez Larreta, por su parte, es el más político de los tres. (Como será la laguna que el chancho la cruza al trote) Hace tiempo que sostiene que si a Macri le va bien, todos podrían ser reelectos. Pero si le va mal, significará que a todo el país le irá mal, incluidos los gobernadores, jefes de gobiernos y grandes figuras que hoy estarían al tope de la lista de los candidatos en 2019. (Lo cual indicaría que si no es el más político, si el más sensato. Que vos, seguro, aunque también dice obviedades, está entrando en tu terreno) Larreta, en verdad, más que un político es una máquina de trabajo. (Ah visto, ya parecía que era un robot) De gestión y electoral. Un día de hace 15 años, me dijo, muy en serio, que iba a ser Presidente. No que soñaba con. No que deseaba ser. Que iba a serlo. (¿Fue cuando le ofreció trabajo a tu mujer, Luis, los estaba convocando para la campaña?) Y punto. La foto del futuro de otros dirigentes parece menos nítida. (Pero si arrimarán algún billetín de pauta se aclararía ¿no, Luis?) Habrá que ver qué hace Elisa Carrió si obtiene, como lo proyectan todas las encuestas, más del 50 por ciento de los votos en la Ciudad. (Rascarse, viajar, denunciar cosas, lo de siempre, bah) Y habrá que ver también cómo administran su capital político Sergio Massa (Un verdadero crack adminitrando capitales políticos) y gobernadores peronistas como Juan Manuel Urtubey, Sergio Uñac y Juan Schiaretti. (Uno que ganó por poco, otro que ganó bien y uno que perdió por paliza. Deben ser los famosos flujos de capitales políticos) Es decir: si se animan, entre otras cosas, a enfrentar a Cristina Kirchner y ponerle los límites políticos que hace tiempo le deberían haber puesto. (¿Y cuáles serían , Luis, un buen sopapo?)
El otro gran interrogante es si los fiscales y los jueces federales se atreverán, al final, a tomar las decisiones correctas para terminar de condenar a Cristina Kirchner y, eventualmente, disponer su detención. (¿Qué los detiene Luis, acaso la falta de pruebas?) Si el mundo se detuviera por unas cuantas horas y la respuesta dependiera de una profunda lectura de los expedientes, (¿Qué tiene que ver la detención del mundo con todo esto?) se podría anticipar, sin la más mínima duda, que Cristina terminará presa porque los delitos que se le imputan son verdaderamente graves. (La cuestión no es que sean graves, sino que estén probados, Luis) Y la mayoría de ellos, además, no excarcelables. (Sobre todo el de asociación ilícita, que por eso se lo imputaron aunque sea delirante) La pregunta subsiguiente e imprescindible es si este gobierno, el de Cambiemos, tendrá la envergadura política e institucional para aguantar la reacción "física" que provocarán sus seguidores una vez que se conozca la noticia. (Estamos como en la cuarta o quinta suposición basada en suposiciones anteriores de cosas que no pasaron. El famoso periodismo supositorio) Si el Presidente y las fuerzas de seguridad podrían garantizar el orden público en caso de que un magistrado le ponga la firma a su apresamiento. (¿No era que los seguidores de CFK se desvanecerán después d octubre Luis, por qué tanta preocupación?) La mesa chica de Macri analizó a las apuradas esa hipótesis durante largas horas, antes de que Claudio Bonadio la citara a declarar por primera vez, el mismo día en que Cristina montó un acto público a metros de Comodoro Py. Los funcionarios respiraron aliviados después de corroborar que el juez, al final, no tenía la intención cierta de privarla de su libertad. (Obvio, si hay algo que este gobierno detesta es meter presos a los opositores políticos, preguntále a Milagro Sala si no)
En este momento la administración nacional parece más fogueada y menos temerosa. (O sea, estaría dispuesta a repartir todos los palazos y balas de goma que hagan falta si hay protestas porque Cristina va en cana) Tanto Macri como Rodríguez Larreta lamentaron los episodios violentos del viernes primero de septiembre, luego de la movilización por la aparición con vida de Santiago Maldonado. (Sí, de lo que no dijeron nada fue de la presencia de infiltrados de los servicios y policías de civil cazando personas inocentes a mansalva) El Presidente, en realidad, esperaba que a quienes atacaron a policías y bienes públicos, el juez Marcelo Martínez De Giorgi les hubiera aplicado la ley de flagrancia para dejarlos más tiempo detenidos. (Se le complicaba porque ninguno tuvo nada que ver con los incidentes, y la mayoría ni siquiera estaba en el lugar en el que se produjeron. Y a los que armaron bardo no los pueden encarar, porque los mandaron ellos) El jefe de gobierno de la Ciudad respiró aliviado al comprobar que no hubo heridos graves ni muertos del lado de los manifestantes. (“Hasta un muerto bancamos”, dijo “Incluso dos, total le podemos echar la culpa a la crisis”, agregó) Pero ambos hoy parecen seguros de poder controlar, con el mínimo nivel de represión y de manera profesional, (Con profesionales de la infiltración, digamos) cualquier movilización masiva, aún una como la que implicaría la detención de Cristina. (Con gente que se desvanece cualquiera controla una manifestación, Luis)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá.

1 comentario:

luisiño dijo...

El silencio de los inocentes
La Organización Barrial Túpac Amaru es una agrupación política argentina principalmente de la provincia de Jujuy, estaba dirigida por Milagro Sala, con mas de 150 000 afiliados que recibieron su conducción y apoyo desde la organización de copas de leche hasta la construcción de viviendas y el desarrollo de otras cooperativas de trabajo. De polideportivos con piletas, centros de salud, escuelas primarias y secundarias y un terciario. Con atención a los casos sociales, a las personas que tienen menos ingresos, ancianos, madres solteras, personas solas y enfermas, jóvenes desvinculados del sistema educacional, exreclusos.y otros. Pero desde el Estado democrático sigue siendo satirizada, agraviada y ultrajada; desde los comentarios que permite en los medios de comunicación: “Le robó a los pobres. Lo peor es haberles destruido la dignidad” .... Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego. Es algo monstruoso. Pero el monstruo es verídico porque es aceptado por el sentido común. La bestialización a la vez es funcional al deseo del sujeto hegemónico porque se erige como limpio y puro. ¿Qué pasaría si en vez de mirar al monstruo, el monstruo nos mirara?