La verdad a nosotros estar o no estar en el G 20 nos chupa un huevo; de hecho de ahí vienen un montón de boludeces como las reformas al Código Penal pedidas por el GAFI.
Pero parece que a Clarín, La Nación y demases es como un grano en el orto digamos: los pone de mal humor que todavía no nos hayan echado, ni bombardeado con la atómica, o mandado los marines para que los yanquis se hagan cargo de gobernarnos, como pedían los otros días los caceroludos cuando creían que estaban hablando con la CNN.
Y por esa vía llegan a las más altas cumbres del cipayismo (y del patetismo) como con éste título, donde pareciera que la presidenta de los argentinos es una especie de alumna descarriada de un secundario internacional, a la que la llaman a la dirección para cagarla a pedos o ponerle amonestaciones, pero no la echarían del colegio.
Un verdadero papelón, y no justamente de Cristina.
1 comentario:
Me gusta más malinches q cipayos para describir a estos traidores ad honorem.
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