LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

martes, 12 de junio de 2012

MÁS SOCIOS DEL CLUB DE LA DEVALUACIÓN


A ver si se entiende: éstos muchachos exportan,y como incentivo para que lo hagan, el gobierno les paga reintegros, que pueden ser en plata (como devolución de IVA), o en crédito fiscal (certificados que sirven para cancelar impuestos).

Hace poco se le pusieron plazos a todos los exportadores para que liquiden las divisas que obtienen por las operaciones de comercio exterior, de 15 días para la mayoría y de 30 días o más, para las Pymes que facturan menos de dos millones de dólares al año.

El objeto de la medida es asegurar la oferta de dólares genuinos (provienen del comercio exterior, en pago por bienes o servicios) para quitarle tensión al mercado cambiario, y permitirle al gobierno embolsarlos para engrosar las reservas del BCRA, sea para pagar deuda, sea para sumar más elementos defensivos a cualquier corrida contra el peso.

Estos ñatos no cumplen con esos plazos, y retienen los dólares sin liquidarlos, con el ojo puesto en el mercado ilegal del dólar "blue", generando de ese modo presión para que el dólar del mercado oficial (legal, con transacciones en blanco) se vaya alineando con ese precio (mayor) del paralelo, obteniendo pingües ganancias en el camino.

Como dice el artículo, la maniobra se detectando cruzando los datos de la Aduana (sobre las operaciones de exportación) y del BCRA (sobre el ingreso de divisas); pasando el peine fino digamos.

Un ejemplo claro para entender quiénes están detrás de la especulación con el dólar, que son los que se beneficiarían con una brusca devaluación, pero que además tiene espaldas financieras para aguantar un tiempo sin liquidar las divisas para juntarse con plata (pesos) con la que pagar en el país sueldos, impuestos, servicios e insumos.

O sea que no es gente muy necesitada que digamos de los estímulos financieros del Estado, como los reintegros a las exportaciones, o los créditos del Bicentenario, o los préstamos de la Anses, por ejemplo. Habría que probar con cerrarles todos esos grifos, a ver que pasa.

Y se prenden todos: las automotrices, las alimentarias y la industria química.

Otro elemento a tener en cuenta en esta etapa de sintonía fina; y para poner en contexto contra quiénes pulsea el gobierno por el dólar, que no son los caceroludos ni los abuelitos marplatenses amarretes, justamente.  

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