EL BANCO CENTRAL, CONVERTIDO EN HERRAMIENTA DE ESPECULACIÓN

Por A.C.

Por estas horas, el Banco Central, dispuso nuevamente elevar las tasas de interés de las letras de la entidad (Lebac). Estas letras, que son la referencia para el sistema bancario, son ofrecidas –otra vez- a un interés anual sideral del 38%.

Iniciando la gestión del Sr. Sturzenegger, y con el supuesto fin de secar la plaza de pesos, el titular del Banco Central ofrecía por las Lebac el mismo y enorme interés del 38% por las letras y por el mismo plazo a 35 días. Una oferta inexplicable que el Sr. Sturzenegger vuelve a realizar, para beneficio de unos pocos “inversores”, mientras por otro lado, se perjudica al conjunto de la población que transferirá sus recursos -lo sepa o no- para pagar esos intereses.

Según el titular del Central, se suponía que esa tasa de interés inicial elevadísima (38%), iría disminuyendo en la medida que el circulante de pesos “se equilibrara” mediante el secado de la plaza, y de esa forma, el excedente de pesos dejara de presionar sobre los precios y el valor del dólar. Es decir que el objetivo del BCRA era -en teoría- evitar la suba del dólar y el incremento de precios.

Transcurrido el tiempo luego de ésta medida, vemos que no solo no se consiguieron los resultados anunciados por el BCRA, sino que lo que se obtuvo fue el resultado contrario. 

La espiral inflacionaria de los precios ha sido imparable ( la inflación en lo que va del 2016 supera el 12% medida por el PRO a través de la Ciudad de Buenos Aires), y elprecio del dólar avanzó incesantemente, desde los $12,93 que cotizaba a principios de Enero de 2016, hasta llegar hace unos días al máximo de $16, es decir más del  23% de incremento en dos meses.

Que en estos días, el BCRA se vea obligado nuevamente a pagar por las Lebac un demencial 38% de interés, es una irrefutable demostración que las medidas tomadas desde el inicio de la gestión Sturzenegger, fueron estruendosamente equivocadas.

Habiendo generado artificialmente por cada millón de pesos, $380.000 pesos de interés,  y no habiendo conseguido ningún resultado, hoy estamos en el mismo punto de arranque, pero debiendo los pesos absorbidos por el BCRA más una suma astronómica de intereses, que deberán ser pagados en la medida que se producen los vencimientos del festival de letras emitidas por  Sturzenegger.

Este festival de letras, produce además una bicicleta financiera que genera ganancias astronómicas para unos pocos, como ya explicáramos hace unos días en este post, ya que por un lado los bancos pagan por los depósitos un interés del 25% anual. y por otro lado, cobran por las Lebac un 38%, obteniendo una ganancia extraordinaria,  sin ningún riesgo ni actividad, solo pasando a cobrar por la ventanilla del Banco Central.

Las mismas jugosas diferencias hacen los inversores tenedores de Lebac, que compran al Central dólar a futuro a un interés de casi la mitad comparado con el interés que reciben por las letras del Banco Central. Y como muestra del éxito de la gestión Sturzenegger, ahora también Fondos de inversión extranjeros se sumaron a la bicicleta financiera que desde hace dos meses iniciara el titular del Banco Central. 

Estos fondos de inversión ingresan dólares para venderlos en el mercado oficial a cambio de pesos, y compran Lebac a 35 días. Por supuesto, se cubren de nuevos ajustes en el tipo de cambio con un seguro de cambio en la plaza de Nueva Cork, que tiene un costo de alrededor del 13% anual. Esa diferencia entre 37% y 13% da un rendimiento en moneda extranjera de 24%, como podemos ver en ésta nota.

La maniobra se cierra con la recompra de los dólares con los pesos obtenidos una vez que vence la letra, algo que no podían hacer mientras el “cepo” estaba vigente, y naturalmente, luego fugan a otras plazas esos dólares que ingresaron por unos días para efectuar la bicicleta financiera. Un negocio extraordinario para el país, la catarata de inversiones productivas que lloverían con la eliminación del cepo, según anunciaban Prat Gay y Sturzenegger.

La desorbitada suba en las tasas de interés de las Lebac del Banco Central ha tenido un resultado nefasto para la economía del país, pero se convirtió en una fuente de fabulosas ganancias para los especuladores locales y extranjeros.

Y esas ganancias que se fugan a otros países, son y serán pagadas por el conjunto de la población argentina. Una decisión del gobierno de Macri a través de Sturzenegger, quien conoce perfectamente las consecuencias de esta medida. Y por eso la reitera, utilizando al Banco central como herramienta de especulación privada.