LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

miércoles, 9 de marzo de 2016

MANUAL DE ESTILO


La imagen de apertura es una captura de pantalla de la edición digital del diario del Loco Lindo, con dos noticias que aparecieron “pegadas”: las demoras en la obra de la usina de Sauce Viejo, y los reclamos por la caída de vuelos desde Sauce Viejo a Buenos Aires, y viceversa.

Acá pueden leer la nota completa del primer tema, y acá la correspondiente al segundo; de las que nosotros nos permitimos extractar algunos párrafos para comprender como manejan la línea editorial de estos muchachos bajo dos premisas: 1) “hay que seguir pegándole al kirchnerismo por todo aunque no esté en el gobierno, porque eso siempre garpa” y 2) “bajo ningún concepto se puede pegarle al gobierno de Macri, y si no hay nada positivo que haya hecho para destacar, no se lo menciona, y listo”.

Una especie de manual de estilo, digamos. Veamos por ejemplo como funciona en el caso de las demoras en las obras de la usina (las negritas son nuestras):

La construcción de la segunda etapa de la usina termoeléctrica Brigadier López, ubicada en el Parque Industrial de Sauce Viejo, muestra graves atrasos. Los problemas son, sobre todo, de tipo contractual, más que técnicos. Y por otra parte, tampoco la naturaleza ayuda: la actual creciente del río demora la obra para la toma de agua en el Coronda. Salvo por esto último, desde 2010 hasta hoy, no hubo hechos fortuitos, climáticos o imprevistos técnicos, que justifiquen la demora. Otro detalle es capaz de producir aún más indignación: desde hace 18 meses están en Sauce Viejo todos los equipos necesarios para su construcción.

Vale la pena recordar cómo fueron estos cinco años de contrato. La obra comenzó en 2010, cuando el dólar costaba unos $ 4 y la brecha con el blue -del que recién comenzaba a hablarse en los diarios- espantaba a los analistas económicos porque iba acercándose al 3%. Es verdad que era una diferencia irrisoria pero, por entonces, los argentinos lo ignoraban. En octubre de 2011, comenzó el cepo cambiario.

Para fines de 2015, el oficial (de muy difícil acceso) costaba entre $ 9 y 10 pero el informal (que había llegado a tocar los $16) iba de 13 a 14. En una obra en la que la enorme mayoría de sus componentes tiene una cotización en dólares -como en todas las obras eléctricas- es relevante qué dinámica tuvo el tipo de cambio, y qué ha ocurrido ahora, desde el 16 de diciembre, cuando terminaron las restricciones.
Durante ese quinquenio caracterizado por la devaluación, a la construcción de la segunda etapa de la central, le pasó casi de todo: hubo complicaciones cuando no impedimentos en las importaciones de insumos industriales, dificultades para acceder al crédito de tasas bajas (situación que subsiste), falta de referencias en los precios y -en el colmo de los desbarajustes- una interminable pelea entre facciones de la Uocra que paralizó las labores, durante buena parte de 2013. El obrador y parte de la planta de la empresa generadora fueron rehenes de un sector gremial (local) enfrentado a la conducción nacional del sindicato. Y el escenario elegido para la disputa fue el predio del Parque Industrial de Sauce Viejo y esa obra nacional. Hoy -con el frente cambiario más previsible-, Enarsa negocia cómo seguir adelante con Isolux Ingeniería-Iecsa la Unión Transitoria de Empresas.

Las empresas constructoras aducen problemas de todo tipo: variaciones de precios en el mercado interno, variaciones en el precio del dólar, imposibilidad o dificultades para importar equipos e instrumentos, problemas gremiales serios (con Uocra) y en los sectores medios de Enarsa se sabe que -más allá de las magnitudes que planean esas firmas- son hechos que no pueden atribuirse a la responsabilidad empresaria. Hasta diciembre de 2015, las autoridades nacionales preferían no admitir los reclamos y esperar que las cosas se solucionen.”

Repasando el texto llegamos a las siguientes conclusiones:

* La obra “no tuvo inconvenientes fortuitos que justifiquen su demora”, salvo un conflicto sindical que la tuvo paralizada, y tomó a la empresa y sus trabajadores “como rehenes”.

* La devaluación “del último quinquenio” le causó más perjuicio por los insumos dolarizados que la devaluación del 60 % que lleva hecha Macri en menos de tres meses, pese a lo cual los equipos y materiales necesarios para la obra están ya en el lugar desde hace 18 meses, o sea que llegaron en pleno “cepo”.

* No se entiende que problema le causaba el “cepo” a la obra (si ya estaban los equipos) y el precio del dólar “blue” si las importaciones (con mayor razón si están destinadas a una obra pública ejecutada por cuenta de una empresa estatal se pagan con el dólar oficial.

* Pero eso sí: ahora “el frente cambiario es más previsible” (el dólar aumento de 13 a casi 16 en dos meses), y al parecer la devaluación de Macri (“más previsible”) no tiene nada que ver con las variaciones de precios en el mercado interno que dificultan la obra, al igual que “las variaciones en el tipo de cambio”.

* De las “dificultades para importar” no hablamos porque ya levantaron todas las restricciones en la materia, y porque -lo dice la nota- los equipos y materiales necesarios para la obra están ahí hace ya 18 meses. Lo que es cierto es que es difícil importar con un dólar cerca de los 16, pero esa es otra historia, de la que no se habla en la nota.

* De lo que tampoco no se dice nada en ninguna parte del artículo es si a las empresas que construyen la obra (una de las cuáles es IECSA, de la familia presidencial) les están pagando o no los certificados de obra en tiempo y forma; porque en todo el país la obra pública está parada justamente por ese motivo, que es a su vez la causa de la mayoría de los 54.000 despidos que hubo en la construcción desde diciembre del año pasado.

Otro tanto pasa con la cobertura de los problemas en los vuelos (las negritas son siempre nuestras):

A mediados de enero, Sol Líneas Aéreas canceló todos su vuelos, en el marco de la difícil situación que atraviesa la empresa, y el aeropuerto de Sauce Viejo quedó con un solo vuelo a la ciudad de Buenos Aires -hasta esa fecha tenía cuatro, que llega cerca de las 10 y que retorna a la Capital Federal 45 minutos más tarde (los domingos no hay servicio).

La falta de conectividad aérea es un problema de peso para una ciudad que se posicionó en el turismo de eventos durante los últimos años (con más de 300 congresos, seminarios y reuniones por año). Estamos muy preocupados. Bajamos a la mitad la cantidad de asientos disponibles en los vuelos que llegan a la ciudad. Ahora tenemos sólo 90 lugares contra 160 que teníamos cuando funcionaba Sol. Sin conectividad aérea es muy difícil sostener el perfil turístico de la ciudad. contó Mario Zavaleta, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Santa Fe. ”“En los hoteles de Santa Fe, el menor flujo que llega por avión también se sintió en las reservas. “Se profundizó en forma abrupta la caída estacional que se suele dar en enero y febrero”, aseguró Zavaleta.

A finales de enero, el intendente José Corral y el presidente del Concejo, Leonardo Simoniello, junto a empresarios y referentes de entidades de la ciudad, se reunieron en Buenos Aires con Isela Costantini, la presidenta de Aerolíneas Argentinas. Le presentaron un informe que precisaba la demanda de vuelos no satisfecha que tiene la ciudad y le plantearon la necesidad de contar, como mínimo, con un vuelo a la mañana -como sucede ahora- y otro a la tarde. Además es necesario otro avión que preste el servicio durante los domingos a la tarde, como sucedió durante muchos años. A casi 40 días de esa reunión, todavía no hubo novedades oficiales desde Aerolíneas sobre la posibilidad de agregar más vuelos.

Hay otras estaciones en las que sí se va a aumentar la conectividad. En el aeropuerto de Fisherton, en Rosario, por ejemplo, la compañía Copa Airlines anunció que a partir de julio habrá cuatro salidas semanales a Panamá, que luego se conectarán con servicios aéreos a otros países del Caribe y a Estados Unidos.

O sea que entonces tenemos que:

* Corral -que se la pasa criticando al kirchnerismo cada vez que puede, y le pedía a Macri que denunciara “la pesada herencia” en elCongreso- y las “fuerzas vivas” de la ciudad (que cuando pueden hacen lo propio por su lado) hicieron cáscara por años con el “posicionamiento turístico de Santa fe como ciudad de eventos” no dicen que fue porque -entre otros factores- se mejoró la conectividad aérea gracias a la orientación que le dio el kirchnerismo a la gestión de Aerolíneas Argentinas.

* Ahora -con Macri en el gobierno- todo cambió: menos vuelos, menos reservas hoteleras, menos movimiento en el aeropuerto (de taxis, remises, bar, etc). Y cambió porque Sol ya no vuela a Santa Fe, y Aerolíneas tiene un solo vuelo. Lo que no dice la nota en ningún lado es que Sol no vuela porque el gobierno de Macri tomó la decisión de rescindir el convenio con Aerolíneas, para hacer vuelos suplementarios a determinados destinos del interior del país, como Santa Fe.

* Tanto tiene que ver Aerolíneas que Corral (el chupamedias oficial de Macri en Santa Fe) fue presidiendo una delegación de las “fuerzas vivas” a hablar con Isela Costantini para pedirle más vuelos, pero a más de 40 días de la reunión este gobierno (que para el diario del Loco Lindo sí “reconoce los problemas”) no le dio ni cinco de pelota, porque el pedido va en contra del “plan de negocios” trazado para la aerolínea de bandera: volar cada vez menos, a cada vez menos lugares.

* Del Sel tiene más influencia que Corral, porque logró mejorar la conectividad aérea desde la provincia. Eso sí: a Panamá, con una aerolínea extranjera y desde Rosario; pero bueno: todo no se puede.

No hay comentarios: