"Por ley del 19 de agosto de 1822 se facultó al gobierno a negociar "dentro o fuera del país" tres o cuatro millones de pesos para construir un puerto en Buenos Aires, fundar tres ciudades sobre la costa, levantar pueblos en la nueva frontera de indios, y dar aguas corrientes a la capital. Otra ley del 28 de noviembre rectificaba que el empréstito "no podría circular sino en los mercados extranjeros"; elevaba su cuantía a cinco millones de pesos, comprometiéndose 300.000 pesos anuales de rentas generales para servir los intereses, y 25.000 pesos también anuales para su amortización; el tipo mínimo de colocación sería del 70 %, quedando encargado el ministro de Hacienda, García, de negociarlo. El tipo de un empréstito es el cálculo de su presunta colocación en bolsa. Decir tipo de 70 quería significar que Buenos Aires se obligaba por 100, pero recibiría 70...."
"La operación tratada con Báring por Robertson era sencillamente una estafa a Buenos Aires. El 25 de junio Castro y Robertson hacían saber a Báring que el empréstito debería "colocarse" al tipo de 85, pero "girarse a Buenos Aires" solamente al tipo del 70, repartiéndose la diferencia entre banqueros y comisionistas. Alexander Báring temió que el gobierno de Buenos Aires no aprobase una operación semejante que dejaba en el camino 150.000 libras, además de las comisiones de estilo a cargo del deudor. Pero Castro y Robertson aseguraron que nada tenían que temer..."
"En total llegaron a Buenos Aires 140.000 libras en 1823: 122.000 en papel y 18.000 en oro. El resto llegaría en papeles de comercio y bastante espaciado. Más oro no se quiso mandar, no obstante cambiarse libremente en el Banco de Inglaterra. Las letras, especiadas en mensualidades de 30, 40 y 50 mil libras, vinieron a lo largo de 1825; en su mayor parte giradas contra comerciantes de la plaza de Buenos Aires. Nuestro propio crédito nos llegaba, prestado, de regreso..."
"¿Qué se hizo de esa montaña de papeles de comercio y ese poco de oro? No se construyó el muelle ni se fundó un pueblo en la costa, ni se instaló una cañería de aguas corrientes. Tampoco se empleó en los preparativos de la guerra con Brasil. El gobierno Las Heras-García formó una Junta de Inspección y Economía el 12 de abril de 1825, presidida por Juan Pedro Aguirre, para manejar los fondos llegados de Inglaterra; la Junta los "entretuvo productivamente" prestándolo a los comerciantes locales..."
"No alcanzó Rivadavia a cumplir con el pago de enero de 1828, porque en junio anterior había debido renunciar a la presidencia no dejando en la caja ni una onza de oro ni un peso de plata ni un billete de papel." Caído Rosas (los títulos saltarían de 20 a 70 al saberse en Londres la noticia de Caseros) se concertó el empréstito llamado "de los bonos diferidos" por el que se pagarían 15 millones de libras por el remanente adeudado. En 1904 acabó el último pago"..."
(Tomado de la "Historia Argentina" de José María Rosa. Cualquier semejanza con la actualidad no es pura coincidencia)
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