(*)
Nadie sabe a ciencia cierta
si la gran jugada de marketing político del año fue una idea de Jaime Durán
Barba; del sociólogo español Roberto Zapata; del jefe de Gabinete, Marcos Peña,
o del propio presidente Mauricio Macri. (También es posible que haya sido
una ocurrencia del mago sin dientes. Igual, para ser la jugada del año duró
menos que un pedo en un canasto, Luis) Lo que sí se puede asegurar, a pocos
días de su lanzamiento, es que la discusión sobre la posible legalización del
aborto está atravesando a todo el sector adulto de la sociedad argentina, casi
sin excepciones. (Menos a “Cambiemos”, donde ya dijeron que no la promueven,
ni van a dar quórum para tratarlo en el Congreso, y que si sale, Macri la veta)
También se puede concluir que el debate está produciendo, por fortuna,
nuevas escenas de la vida política (¿Cuáles Luis? El nivel de la discusión
tiene menos profundidad que la pileta de Larreta) que no se recordaban
desde que se discutió, hace ya más de veinte años, (Más de treinta en
realidad) la ley de divorcio o la aprobación del matrimonio igualitario. (Que
fue hace menos, pero no conviene decirlo, porque caeríamos en la cuenta que fue
durante el kirchnerismo) Pongo como ejemplo solo una. Un diputado de
Cambiemos, de absoluta identificación con Pro, confesó, después de escuchar los
argumentos públicos de Mayra Mendoza a favor del derecho al aborto legal,
gratuito y seguro, que nunca había estado tan de acuerdo, "al mil, al dos
mil por ciento", con cada palabra pronunciada por la dirigente de La
Cámpora e incondicional a Cristina Fernández. (Ajá, ponéle, ¿y?) Por
supuesto, Mendoza, en el medio de la inteligente y sentida defensa de sus
ideas, tiró, como al pasar, que era "mentira" que Macri había
habilitado la discusión. Que lo que la hizo inevitable fue la movilización de
miles y miles de mujeres. (¿Vos decís que no fue así, y es un tema que se le
ocurrió a Mauricio en sus largos días de reposo?)
Sin embargo, la historia dirá lo contrario. (Mejor esperemos a
que termine la cosa, y a que se escriban en consecuencia los libros de
historia. ¿O Durán Barba ya piensa en reemplazar a Pigna también?) Del mismo
modo que dirá que fue durante la presidencia de Cristina Fernández cuando el
Parlamento aprobó la ley de matrimonio igualitario y también, un poco antes, la
Asignación Universal por Hijo. ¿Qué importa, en el fondo, que Macri esté en
contra de la despenalización del aborto? (Importa que queda claro que es una
cortina de humo, cínica y oportunista: Alfonsín estaba a favor del divorcio, y
Cristina del matrimonio igualitario. Lo dicen los libros de historia,
justamente) ¿Qué relevancia tiene, al final de cuentas, que Cristina no
hubiese sido la impulsora original del matrimonio entre personas del mismo
género o que haya empujado, después de argumentar mil veces en contra de su
aplicación, el proyecto original de Asignación de Elisa Carrió, su archienemiga
de tantos años? (Ninguna, porque las dos cosas se concretaron, que es lo que
importa, cosa que con el aborto no ocurrió y todo indica que está lejísimos de
ocurrir) Pero ¿de dónde habrá sacado el Gobierno semejante conejo de la
galera? (¿El mago sin dientes?, insistimos, no descartes la alternativa) Quizás
alguien, posiblemente el propio Durán Barba, haya recordado lo bien que le hizo
a la imagen de Macri, entonces jefe de gobierno, su decisión de no impedir que
se produjera en la ciudad de Buenos Aires la unión civil entre una pareja de
homosexuales. (Y lo mejor aun que le hizo vetar la ley que reglamentaba el
protocolo de los aborto no punibles, sobre todo entre su propio electorado;
digamos todo) Los obsesivos lectores de encuestas (Como vos) sostienen
que ese gesto de Macri hizo que amplios sectores del electorado porteño lo
dejaran de ver como una especie de ogro de la derecha más rancia y conservadora
y comenzaran a aceptarlo como una persona "un poco más normal" y
menos distante. (Obvio, porque el grueso de los porteños son de tendencia
socialdemócrata a la sueca. Igual, la represión en el Borda ý la UCEP también
ayudaron, igual que la idea de que los extranjeros y gente del conurbano no se
atiendan en los hospitales públicos; pero mejor no entremos en eso, que es “la
otra jugada política genial del año” que durará...diez minutos, como lo del
aborto) Por otra parte, es posible que esa misma decisión haya sido lo que
terminó generando el distanciamiento con el entonces arzobispo de Buenos Aires,
Jorge Bergoglio. Distanciamiento que, dicho sea de paso, todavía perdura. (Dolor
foto con cara de culo de Pancho)
¿Está buscando el Presidente, con este tipo de gestos,
reconquistar a una parte de los argentinos que se vienen desencantando de él y
su gobierno? (No, simplemente está tratando de tapar los desastres del
gobierno) No es una pregunta que se pueda responder por sí o por no con
tanta facilidad. (Parecés la señora Bisman) Porque con el mismo criterio
se podría argumentar que su posición sobre la acción del policía Luis Chocobar,
a quien calificó, de manera apresurada, (Claro, fue “apresuramiento”, pese a
que había visto el video. Tomá una servilleta Majul, tenés chechona en los
labios) de "héroe", lo podría alejar de vastos sectores que
todavía lo consideraban más o menos "comprensivo y tolerante". ¿Será
que al iniciar la segunda mitad de su mandato Macri está gobernando con una
impronta parecida a la de la primera etapa de gestión de Néstor Kirchner, que
gestionaba a golpe de encuestas diarias y que elegía a sus amigos y a sus
enemigos al compás de la opinión ultravolátil del argentino promedio? (Sí,
un día estaba con las Madres de Plazas de Mayo y al otro con Videla y Menéndez,
y así) La primera cadena nacional de Kirchner contra la Corte Suprema
elegida a dedo y de mayoría automática, (Primera y única, contra la Corte y
por cualquier tema. La de las muchas cadenas era Cristina) el
enfrentamiento con el sindicalista José Luis Barrionuevo o el recibimiento a
Juan Carlos Blumberg, padre de Axel, el chico asesinado mientras intentaba
escapar de sus secuestradores, ¿no tienen el mismo perfume que las
declaraciones de Macri sobre el sistema judicial, su batalla contra Hugo Moyano
o su voluntad explícita de recomponer la autoridad de las fuerzas de seguridad?
(Pero claro, Del Caño pautado: sontodolomismo. Y Barrionuevo fue apuntado
porque reclamaba grandes aumentos en las paritarias ponéle)
Al mismo tiempo, los analistas clásicos (¿Aristóteles,
Maquiavello, Hobbes?) interpretan que el anuncio de impulsar el debate
sobre el aborto en el Congreso perseguiría, como principal objetivo, funcionar
de cortina de humo para quitar de la agenda pública los aumentos de tarifas, el
atraso de los salarios, los inquietantes saltos del precio del dólar (O sea
que los “analistas clásicos” ven lo mismo que ve cualquiera, digamos. Cualquiera que no
reciba sobres, por supuesto.) y la seguidilla de casos donde altos
funcionarios aparecen con problemas de conflictos de intereses, (“Problemas
de conflictos de intereses”, como “problemas de caída del cabello” o “problemas
de disfunción eréctil”. Falta que reemplacen a Laura Alonso por Sprayette y
estaríamos, incluso podrían ser más eficientes) omisión de declaraciones
juradas o decisiones personales controvertidas, como mantener sus ahorros e
inversiones fuera del país. (“Decisiones personales controvertidas”: Léase
“curros en propio beneficio armados desde el Estado”, o “Mirá si voy a ser tan
boludo de traer la papusa a un país gobernado por nosotros”) Podríamos
concluir que Macri y sus hombres de confianza (Mindlin, Calcaterra, Colunga,
Angelicci y Arribas. O sea, los testaferros digamos) aventuran una
temporada de mal humor social que podría perdurar hasta junio, (Que lejos
estamos Luis, cuatro meses, van a tener que pensar en otras cosas, como debatir
la vuelta a la esclavitud o algo por el estilo. Ah, no, cierto que eso ya está
planteado en la reforma laboral) cuando empiece el Mundial de fútbol, que
paralizará parte del planeta y especialmente a la Argentina, donde millones de
compatriotas esperan que Leo Messi llegue a la cumbre de su carrera y levante
la Copa, que tan cerca estuvo de alzar en el último campeonato. (Imposible,
Macri ya estuvo reunido con Sampaoli así que nos volvemos en primera vuelta.
Así que el malhumor va a durar hasta diciembre...de 2019) Si se lo escucha
con atención a Marcos Peña o al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, (Te
quedás dormido a los dos minutos) la teoría de la cortina de humo podría
considerarse errónea, (Claro, como si fueran a admitir que están lanzando
cortinas de humo, nabo) ya que ambos, esta semana, repitieron una y otra
vez que la economía está creciendo, el déficit está bajando, es récord el
número de argentinos que vuelan dentro y fuera del país (Y a los que vuelan
del trabajo, sobre todo) y el aumento de la compra de autos usados y el
patentamiento de los cero kilómetro evidencian una economía pujante, (Para
los dueños de las concesionarias) aunque todavía no llegue a los sectores
de menores recursos. (Viste como son esos negros, prefieren comer antes que
comprarse un cero kilómetro, no tienen espíritu de progreso)
Lo que sí está claro es que, más allá de la percepción del
"círculo rojo" (Que la está fugando a mayor velocidad y batiendo
récords, digamos todo. O sea que por las dudas, hacen la misma de siempre) o
el microclima que, según Peña, a veces domina a los
"hiperinformados", el Gobierno ha logrado, con la
"autorización" del Presidente, debatir la interrupción legal de los
embarazos no deseados, recuperar el dominio de la agenda pública. (Pero
seguro, en la cola de la verdulería o en el cajero no se habla de otra cosa, ni
hablar cuando te toca timbre el cartero para traerte la boleta de la luz o del
gas) Nada más y nada menos. Para llegar a esta conclusión, basta observar
las reacciones tardías de la cada vez más fragmentada oposición. La
expresidenta hizo mutis por el foro. (¡Aaaahhh!) Su hijo Máximo, al
participar de la última marcha en apoyo de la legalización del aborto, quedó
inhabilitado para criticar la movida presidencial. (¡Uuuuhhh!) Sergio
Massa anunció que dejaría en libertad de acción a los legisladores de su
agrupación. (¿Cuándo volvió, no estaba haciendo cursillos con Giuliani?) Y
el resto del peronismo, bien gracias. (Guarda, pero en su cruzada pro aborto
Macri tiene el apoyo de la izquierda y el Movimiento Evita, digamos todo. Ah,
no, pará, cierto que él lo promueve pero en realidad está en contra) Pero la Argentina es un
país raro. Los cisnes negros aparecen cada cinco minutos, (Paraguas) y
un cántico supuestamente espontáneo (¿Adherís a la teoría Cano, Luis, lo
orquestó el kirchnerismo?) y aparentemente inofensivo contra "Mauricio
Macri", (Y su señora madre, digamos todo) si no se le presta la
debida atención, podría terminar en algo mucho más serio y con consecuencias
impensadas. (¿Cómo qué por ejemplo, Luis, la suspensión del campeonato justo
ahora que Boca está puntero lejos?) En el Gobierno, por supuesto, afirman
que el cantito está siendo "agitado" por la "vieja tecnología
política" del kirchnerismo, que consiste en viralizar conceptos, palabras
o situaciones que van desde el "Macri gato" hasta la desaparición de
Santiago Maldonado, (Claro, porque es todo lo mismo y a Maldonado se lo
plantaron los K a la Gendarmería, sorete) desaparición que la realidad se
encargó de desmentir después de varias semanas. (Para convertirla en muerte
en medio de un operativo de seguridad ilegal, digamos todo) La pregunta de
la hora es más interesante todavía: la "magia" del marketing político
que tantas elecciones le hizo ganar a Cambiemos, (Ah, vamos reconociendo que
la gestión de gobierno no tendría nada que ver, buena autocrítica) ¿también
le está sirviendo para gobernar en tiempos difíciles o al final la realidad
económica terminará poniendo las cosas en su lugar? Eso también es una cuestión
de tiempo, (Jugadísima la conclusión: entre esta pregunta y lo del cisne
negro cada cinco minutos, todo el resto de la sarasa de la nota sobre la magia,
el control de la agenda y el hecho político del año que duró lo que un pedo en
un canasto valen menos que un clavo) el insumo que más necesita Macri para
cumplir sus promesas. (Ojalá que pueda, porque con las que ya no cumplió
tenemos bastante)
(*) Las negritas son nuestras, el
original acá.
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