LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

martes, 9 de octubre de 2018

PERONISMO, VIDRIO, CARRO Y MELONES


Cuatro noticias cuatro, elegidas al azar (o no tanto) de los diarios de ayer: primero leemos en La Nación sobre los cruces tuiteros entre referentes del massismo por el apoyo o no a la carta que está circulando, en la que referentes políticos y sociales del país y del mundo piden que cesen las persecuciones judiciales y políticas contra Cristina, y se garantice una democracia plena, sin proscripciones.

Mientras Felipe Solá y Daniel Arroyo la firmaron, Graciela Camaño los cruza diciendo que el país debe encontrar una alternativa que sea “superadora de lo viejo” tanto como del actual gobierno, y Facundo Moyano le señala que ante el desastre macrista “que agrava todos los problemas del gobierno anterior” (¿?), no se puede seguir hablando más del kirchnerismo, que del macrismo; que es en otra palabras lo mismo que acaba de decir Hugo Moyano (que firmó la nota en solidaridad con Cristina): el problema del país es Macri, no Cristina. En la vereda de enfrente y sin participar del intercambio, Sergio Massa acaba de decir que si no fuera por los fueros, Cristina debería estar presa.

Luego vemos en Clarín que los intendentes del conurbano bonaerense le rechazaron el convite a Juan Manzur, el gobernador tucumano, para ir al acto que está organizando en su provincia para conmemorar el 17 de octubre, porque se dieron cuenta que la convocatoria venía sesgada, y no incluía a ningún representante del kirchnerismo. Los organizadores del acto (junto con Manzur) son, precisamente, Graciela Camaño y su marido, Luis Barrionuevo, hasta hace poco interventor judicial ingresado por la ventana al PJ nacional.

Según cuenta el artículo, la invitación también fue rechazada por la Comisión de Acción Política del PJ nacional, que preside José Luis Gioja y que acaba de incorporar entre sus miembros a Aldo Pignanelli y Hugo Moyano; con la excusa de que ese mismo día sus miembros participarán de un acto por el Día de la lealtad en Corrientes. El motivo real es que los miembros de la conducción del PJ tampoco quieren compartir escenario con Barrionuevo, que además de ser un piantavotos descomunal, hizo valer sus contactos con el gobierno y la justicia para hacerse designar interventor, y desplazarlos.

Acto seguido leemos en El Cronista esta nota, a la cual corresponde la imagen de apertura; en la que se informa que se lanza Unidad Ciudadana en San Juan con la presencia de José Luis Gioja, que podría volver a ser candidato a gobernador de la provincia por ese espacio, para competir con su delfín Sergio Uñac, que va por la reelección.

El artículo enmarca la movida en un contexto más amplio, en la que referentes del kirchnerismo o cercanos a Cristina que fueron desplazados por sus “delfines”, están considerando retomar el control de las estructuras provinciales, apoyados en los votos K y en la figura de CFK, aun al costo de enfrentar a los gobernadores de turno, que integran la famosa “liga” amigable con el macrismo. Sería (según la nota) el caso de Capitanich frente a Peppo en el Chaco, el de Urribarri frente a Bordet en Entre Ríos, el de Alperovich frente a Manzur en Tucumán, y el ya señalado de Gioja frente a Uñac, en San Juan.

No se trataría en principio de crear una estructura por afuera del PJ que rompa con este en cada provincia y ponga en juego el control de la misma cuando la gobierna, sino de participar de una competencia interna, apostando a lo que es evidente: aunque muchos quieran separar peronismo y kirchnerismo como dos cosas separados y compartimentos estancos que no pueden unirse, la mayoría de los peronistas de a pie son kirchneristas, aunque no todos los kirchneristas sean afiliados o votantes del PJ.

Acá en Santa Fe, donde el peronismo no gobierna desde 2007, y por ende los resultados de una interna no podrían verse influidos por el manejo del aparato del Estado, los resultados de las PASO para diputados nacionales fueron contundentes: dos de cada tres votos del frente armado con eje en el PJ, fueron para la lista de Unidad Ciudadana que encabezó Agustín Rossi, y si le preguntan a los peronistas comunes, más allá de lo que digan los dirigentes, quien es su referencia política, la inmensa mayoría dirá Cristina. Nos atrevemos a decir (sin temor a equivocarnos) que lo mismo pasa en todas las provincias: la única verdad es la realidad.

Tanto es así que hubo quienes advirtieron que tenían que buscar un acercamiento con el kirchnerismo, para no poner en riesgo sus chances de ganar en sus provincias, porque no les sobran los votos: en eso estaba José Manuel De La Sota antes de su trágico fallecimiento, y en eso anda ahora Roxana Bertone en Tierra del Fuego.

Más allá de los gustos personales de cada uno, más allá de las apuestas y pronóstico que haya hecho en estos tres años, la realidad se termina imponiendo por su propio peso, y más temprano que tarde la mayoría empieza a aceptarla, como lo hicieron precisamente los intendentes del conurbano bonaerense en las legislativas del año pasado, y como lo están haciendo sectores cada vez más importantes del sindicalismo, con Hugo Moyano a la cabeza: la figura con más potencia electoral de la oposición es -por lejos- Cristina, por ende seguir insistiendo en excluir al kirchnerismo de un armado opositor, o seguir sosteniendo a esta altura bolilla negra para ella (como hacen “los cuatro de la foto”, en palabras de Felipe Solá) tiene un solo nombre: jugar para el triunfo de Macri.

Como lo hace acá en La Capital de Rosario Sergio Massa, diciendo que ir a una interna con Cristina sería un absurdo, y que él no vuelve al peronismo porque quiere "construir algo nuevo".

¿Significa esto que todos los díscolos volvieron al redil y aceptan la conducción y el liderazgo de Cristina sin chistar? No, significa que no comen vidrio y hacen abstracción de sus gustos personales, aunque sea con el objetivo (legítimo, por supuesto, aunque haya otras cosas en juego) de salvar la ropa en sus propios espacios de representación institucional, sean estos políticos o sindicales.

Es decir, para ponerlo en términos de Perón, andando el carro se acomodan los melones y hoy por hoy, nadie de peso en el peronismo (incluso teniendo votos propios) concibe que se pueda generar una alternativa opositora competitiva frente al macrismo, excluyendo de su construcción a Cristina y al kirchnerismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Massa va a hacer algo nuevo. Un baño nuevo en la Embajada.
Y va a seguir limpiando los inodoros.
El Colo.