LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

domingo, 30 de diciembre de 2018

EL ODIO COMO PROYECTO POLÍTICO


Cuando el odio canalla traspasa los más elementales límites de la condición humana, y no se detiene ni siquiera ante el dolor y la enfermedad con tal de perseguir o aniquilar al adversario político -como le pasó a Héctor Timerman, fallecido hoy- es difícil tener la templanza necesaria para resistir la tentación de clamar por revancha, y jurar devoluciones.

Sobre todo porque el odio de los poderosos no es, en nuestra historia, nada nuevo: por el contrario, se mantiene como una constante a través del tiempo, tanto que constituye una tradición y una identidad política. Hay en la Argentina un partido del odio, que descarga una y otra vez su furia sin detenerse ante la cama de los enfermos, o la tumba de los muertos.

Que pintó paredes vivando al cáncer, que traficó cadáveres o los vejó, o que maldijo ausentes (como Mármol a Rosas), negándoles el último cobijo de su tierra natal. Un odio enfermizo, irracional, sin límites; que se sobrepone en muchos a cualquier consideración ideológica, política o económica.

O que en todo caso las vehiculiza; porque el odio es -ante todo- un asunto de minorías: como decía Jauretche, no odian las mayorías que conquistan derechos, sino las minorías que pierden privilegios.

No es que nosotros seamos incapaces de odiar -al fin y al cabo, somos humanos-, sino que precisamente por lo dicho, tenemos responsabilidades más apremiantes que atender: sin olvidar a los canallas y sin dejar de exigir justicia por los nuestros que fueron humillados, vejados o quedaron en el camino (como Héctor Timerman), tenemos que levantar el país de sus cenizas, restaurar derechos, levantar persianas, devolver dignidad y esperanza, recuperar lo que nos han saqueado.

Y no es una postura de superioridad moral (que sin dudas la tenemos, mal que les pese a los traficantes de la moral que creen que es otra propiedad que se puede escriturar), sino una profunda respuesta política: los canallas que odian y nos odian se merecen lo peor, pero los compañeros que fueron víctimas de su odio se merecen de nosotros, lo mejor: que sigamos militando para construir un país mejor. 

Como nos enseñaron las Madres y las Abuelas, que vaya si fueron víctimas del odio, y si tenían a su vez sobradas razones para odiar, y clamar venganza. Pero eligieron la justicia, y continuar la lucha de sus hijos, dándonos el ejemplo.
  
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por el memorandum con Iran (que nunca entró en vigencia) los dirigentes fascistas de la AMIA y la DAIA lo acusaban de "judío traidor a la patria".
Los acusadores son iguales y hablan igual que quienes persiguieron y mataron a sus propios padres y abuelos.
Y porque son iguales, operaron para que EEUU le revocara la visa y no pudiera seguir con el tratamiento médico que necesitaba.
Dirigentes judíos, mucha Torá, muchas ceremonias, pero difaman y matan a su propia gente.
El Colo.

elosval dijo...

ESTOS DELINCUENTES MAFIOSOS QUE "NOS GOBIERNAN" SOLO TIENEN LA RIQUEZA DEL DINERO, Y POR EL HAN PERDIDO LA ESENCIA HUMANA. CREEN QUE SOLO CON NOSTROS: ERROR , LA HAN PERDIDO PARA TODA SU VIDA. JAMAS PODRAN COMPRAR UN AMANECER; UN BESO A LA LUZ DE LA LUNA LLENA; EL CANTO DE PAJAROS SI LOS VEN; SON RICOS EN EL DINERO QUE NO PUEDE COMPRAR LAS COSAS QUE EMBELLECEN LA VIDA. PERO CREEN LO CONTRARIO PORQUE EL DINERO BRILLA Y LOS CIEGA.