CENA DEL REENCUENTRO

Anoche tuvo lugar en el quincho de ATE (va el agradecimiento para Marcelo Delfor y toda la gente de la comisión directiva, que cedió gentilmente el lugar) la cena del reencuentro de los compañeros que militamos en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) de la facultad de Derecho de la UNL en los años 80', ya desde el final de la dictadura.


A partir de una foto aportada por el compañero Luis Nitti (alto personaje, presente en la reunión ataviado con campera de cuero modelo Confederal de la CGT, el hombre se nos va para allá a votar) y subida por la compañera Sandra (la cronista de sociales de Nestornautas) al Facebook, comenzó a circular por la red social la idea de armar una gran juntada del reencuentro de todos los que compartimos aquella experiencia de militancia.


La cosa fue creciendo y se sumaron compañeros y compañeras que finalmente dieron el presente (éramos unos 40 más o menos), y otros tantos que se excusaron por no poder venir por cuestiones familiares y de trabajo: no faltó el que dijera que, si realmente hubiéramos sido tantos en aquéllos años le hubiéramos ganado el centro de estudiantes a la Franja Morada, pero lo cierto es que nos juntamos, y la pasamos muy bien.


Acá una fotito de algunos cumpas al lado del cartel, hecho por Celeste recreando el logo de la agrupación universitaria de aquéllos años:

Acá otra foto de grupo:

Aunque hubiera que lamentar en el transcurso de la velada algunas escenas de violencia de género (varias remeras y camisas estuvieron a punto de romperse bajo la presión abdominal), la cosa finalmente no pasó a mayores, y pudimos disfrutar del excelente locro preparado por el amigo "Cartucho" Martínez, empanadas y pastelitos, por supuesto todo abundantemente regado.

Mérito enorme en la organización de la juntada el del compañero Víctor Astesiano, que se cargó al hombro la organización, y estuvo en todos los detalles; y hacia el final de la noche, suspiraba aliviado porque no se repitieron las escenas del palco de Ezeiza, pero en éste caso al abalanzarse sobre la olla del locro.

Obviamente la circulación del líquido elemento hizo sus efectos en algunos (y algunas, que las chicas tampoco son abstemias), y para la mitad de la jornada más o menos émpezaron a desgranarse las anécdotas, de resultas de las cuáles con cada uno que se arrimaba al micrófono para contar una, aumentaba el número de secretarías del CED que habíamos ganado en las elecciones de aquéllos años; y no faltó alguno (nunca falta cuando la gente se pasa de copas) que se paró arriba de la mesa y gritaba: "entonces vamos a tomar la facultad porque nos hicieron fraude y nos chorearon la elección, al centro lo tenemos que manejar nosotros".


Por suerte otro compañero lo llamó a la cordura explicándole que, por un lado se iba a ver medio raro que al centro de estudiantes lo manejaran cincuentones, muchos de ellos ya recibidos de abogados, y por otro lado (un argumento más práctico y contundente), que eran las tres de la mañana de un sábado y la facultad estaba cerrada.

Las intervenciones de los diferentes compañeros rescataron el valor humano y político de la experiencia militante que compartimos en la JUP de los 80', en un ambiente hostil para el peronismo como la Universidad, y en un contexto muy difícil como la primavera alfonsinista, con un peronismo sumido en una profunda crisis post dictadura y derrota electoral en el 83'.

A partir de los lazos que entonces se forjaron surgieron y se conservan amistades a lo largo de todos éstos años, y hasta un compañero que trabaja en PAMI (que no es Barricada) ofreció a los demás los servicios del organismo: prestos partieron varios pedidos de prótesis de cadera y sondas proctológicas, de los que el compañero tomó debidamente nota.

Visto el éxito del reencuentro y los gratos momentos vividos, surgíó la idea de repetirlo y organizar otras actividades conjuntas en el futuro: ya está marchando la idea de un viaje a las termas de Río Hondo, para combinar el recuerdo de aquél congreso del PJ de aquéllos años, con alguna inmersión reparadora en las aguas termales.

No podía faltar la música, a cargo de los compañeros Mario Ruiz y Sergio Decoud, y la voz femenina de la compañera Pato Cardozo; transitando todos los hits de la militancia de aquélla época, que algunos dicen que siguen siendo todavía el repertorio de hoy (al menos en el caso de Mario): en fin, ustedes recordarán, toda aquélla música depresiva y psicobolche de la trova cubana y demases, por momentos parecía una peña del PC.


Obviamente los intérpretes no pudieron resistir la presión de la gente, y terminaron cediendo a los pedidos, para interpretar temas de Leonardo Favio (algún músico peronista había que meter, para afirmar la identidad) y el chamamé "La oma"; tema emblemático de la e´poca, vaya uno a saber por que (por quien seguro: la chaqueña Claudia Del Balzo, que no pudo ser de la partida, pero a la que saludamos desde acá). 

Cuando a la hora de la reflexión política (juntándose militantes y con vino de por medio, no podía faltar) algunos apuntaron cierta desazón por no haber podido darle continuidad a aquélla experiencia militante, y por no haber tenido un mayor acompañmiento de las masas, hubo quien lo atribuyó justamente a la selección del repertorio musical, lo cual es otra muestra de la influencia del PC: nunca falta el ejercicio autocrítico.


Acá las fotos de los intérpretes:

Las familias participaron indirectamente del encuentro (en el caso de la de Víctor, laburando como locos toda la noche para hacerle el aguante, y acá va el reconocimiento): al compañero Norberto Rolón, por ejemplo, le mandaban mensaje por el celular preguntándole como la estaba pasando, a lo que él les contestaba "esto parece Cocoon".


Se recordó especialmente todos los años que tuvimos a cargo la Secretaría de Deportes del CED, lo que nos permitía organizar las peñas, los bailes, ,los torneos de truco y de fútbol, es decir todo lo que sirviera para el opio de las masas, al mejor estilo peronista. Hoy día, muchos estaríamos más bien para organizar torneos de sumo, pero a no dudar que tendrían gran repercusión.

En fin, una noche para la nostalgia y el recuerdo, que se abrió cantando el himno (como correspondía a la fecha patria, al igual que el menú seleccionado) y se cerró cantando la marcha peronista como debe ser; con el acompañamiento de fondo de la clásica versión de Hugo Del Carril, pero algo apurada: es como si al gran Hugo lo hubieran estado persiguiendo los de la Libertadora cuando la grabó, y costaba seguirlo: 

Acá van un par de fotos de todo el grupo, hubo que repetir varias veces la pose porque siempre faltaba alguno o alguna.

De hecho, hubo una compañera que no estaba y ya se empezaba a reclamar su aparición con vida, pero se había quedado encerrada en el baño, en fin, cosas que pasan:

Más fotos y comentarios, acá.