En un punto tienen razón: es fundamental discutir hasta cuando se les puede dar la teta a los chicos.
No sabemos si taaaanto como para darle el mismo espacio que la causa de la ley de medios, pero bueno, son enfoques: depende de que importancia le dé cada uno a la leche materna, digamos.
Lo que es sorprendente es el copete (que reitera el comunicado del Grupo Clarín de ayer) de que fue el Estado el que demoró el tratamiento de la cuestión de fondo, cuando del propio fallo de la Corte surge que Clarín demoró nueve meses (de febrero a noviembre del 2010) en notificarle al propio Estado (su contraparte en el juicio) la demanda por la inconstitucionalidad del artículo 161 de la ley de medios.
Es como cuando dijeron que la causa para determinar la identidad de los hijos de Ernestina se demoraba por culpa de las Abuelas.
En cualquier momento van a decir que Papel Prensa fue un presente griego que les tiró por la cabeza Videla para sacarse un clavo de encima.
Y hablando de Papel Prensa, acá la tapa del hermano mayor (por edad):
Que no le da tanta importancia a la teta materna, y -a su modo- hace aaalgo de periodismo, poniendo en tapa la noticia principal del día: el fallo de la Corte.
Claro que coordinando con su socio de Expoagro el copete ("El gobierno y la prensa", cuando en rigor debería ser "El gobierno y Clarín", o "El gobierno y el grupo multimedios que tiene 293 licencias"); y con el gracioso remate "el fallo afecta a Clarín".
¿A quién afectaría Venturita, si la causa la promovió justamente Clarín, al diario La Arena de La Pampa?
El desarrollo del tema está a cargo de los dos empleados VIP tiempo compartido entre Clarín y La Nación: Adrián Ventura (¿seguirá cubriendo tribunales después de ésto, cómo se le escapó la tortuga, Lorenzetti no le anticipó el fallo?) y Joaco Morales Solá.
Que tira en su nota de hoy un titular que demuestra que no leyó el fallo, o que lo interpretó con la total y absoluta mala leche del empleado del mes de Clarín; además de decir una sarta de sandeces sin sentido, como que la Corte en el fallo fijó un plazo general de vigencia de todas las cautelares y no sólo la de Clarín.
¿No hay en La Nación abogados (el propio Badeni por caso) que corrijan -antes de publicarla- una columna que contiene no menos de tres cuatro inexactitudes groseras desde el punto de vista jurídico, o no consiguieron quien quisiera firmarlas por miedo a perder la matrícula profesional?
Porque si algo dice el fallo de la Corte respecto al asunto de la libertad de expresión es (citamos textualmente): "Que en cuanto a la protección de la libertad de expresión, esta Corte ha sido muy clara y consistente en su reconocimiento a lo largo de una extensa e importante jurisprudencia. Sin embargo, en la causa no hay más que una mención al tema, ya que la parte actora (Clarín, aclaramos) no aportó ningún elemento probatorio que demuestre de que modo resultaría afectada esa libertad. Más aun, en sus escritos (los de Clarín) no hay más que menciones generales pero no existen argumentos que relacionen directamente la norma de desinversión con la libertad de expresión. Ello resulta necesario porque en todo el derecho comparado existen normas de organización del mercado en el campo de los medios de comunicación, sin que su constitucionalidad haya sido cuestionada de modo genérico.".
Y dice más la Corte: "Debe existir una afectación concreta a la libertad de expresión para invalidar una norma de regulación de la competencia, lo que en el caso no se ha demostrado, al menos en el campo de la medida cautelar." .
Hablando en criollo (para que lo entienda Morales Solá) lo que la Corte dijo ayer fue "Esto es sólo cuestión de plata y negocios, muchachos".
Algo que por supuesto Morales Solá (como muchos otros, incluyendo la corte de zoquetes de los cartelitos de Lanata) sabe perfectamente.
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