LA FRASE

"ESTADOS UNIDOS ES UN PAÍS LIBRE, ALLÁ UN TIPO DE PIEL NARANJA PUEDE SER PRESIDENTE DOS VECES, NO COMO ACÁ, QUE YO NI PUDE SER GOBERNADOR." (MIGUEL DEL SEL)

miércoles, 6 de junio de 2012

POLÍTICAS DE ESTADO


A ver, ¿cuántas veces escuchamos todos estos años "tenemos que superar los niveles de crispación y enfrentamiento, avanzar en políticas de Estado en torno a los tres o cuatro temas en los que todos los argentinos tenemos que estar de acuerdo, bla, bla, bla...."?

Millones, ¿no?

¿Podemos acordar más o menos que Malvinas es uno de esos "tres o cuatro temas"?

Salvo para una minoría cipaya que siempre intenta reflejar el punto de vista del imperialismo británico (e anche cierto papagayerismo intelectual que la va de "distinto"), podemos acordar en que sí.

Pero aun los que ponen reparos al reclamo, siempre tratan de distinguir la aventura bélica de una dictadura genocida en retirada (a la que muchos de ellos en su momento apoyaron entusiastas), con la reclamación por la vía diplomática en los foros internacionales de los gobiernos democráticos, para lograr pacíficamente el reconocimiento de nuestros derechos, por los que venimos reclamando desde 1833.

Entonces, dicho eso, resulta que la presidenta constitucional de la Argentina, elegida hace pocos meses por el 54 % de los votos, va a las Naciones Unidas cuando se cumplen 30 años del conflicto del Atlántico sur, a defender nuestro reclamo de soberanía sobre Malvinas en el Comité de Descolonización, que es el organismo específico para tratar los resabios de colonialismo que todavía quedan en pleno siglo XXI, como Malvinas.

Y antes de viajar, invita a todos los partidos políticos opositores con representación en el Congreso (donde está representada la pluralidad de pensamiento político de los ciudadanos argentinos) para que la acompañen, y dar ante el exterior, en ese foro donde participan todos los países del mundo, una imagen de unidad nacional más allá de las banderías partidarias, como un modo de darle más fuerza al reclamo por soberanía.

Y los opositores dudan si aceptar la invitación,  porque no quieren quedar pegados en una foto con Cristina (como si fuera Galtieri), para que el gobierno (que fue votado por casi 12 millones de Argentinos antes de todo esto, después de ocho años de gestión) no capitalice políticamente el asunto.

Así, con estas pequeñeces de pago chico, nunca vamos a poder llevar adelante "verdaderas políticas de Estado", si es que efectivamente tal cosa existe.

Porque para que haya políticas de Estado es necesario que en la clase política haya gente con visión y vuelo de estadista.

Y hasta ahora parece que por acá la única que da la talla para eso es Cristina.

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