Muchos se sorprenden de que Gabriela
Michetti, a quien en su momento nos vendieron como “el rostro humano del
macrismo”, o la figura que “sensibilizaba” a Macri haya dicho las barbaridades
que dijo sobre el aborto en los casos de violación, olvidando por ejemplo que
al asumir su cargo cesanteó a personas discapacitadas que trabajaban en el
Senado, y luego se negaba a reincorporarlas; tal como también justificó que el
gobierno diera de baja pensiones sociales a discapacitados y otros grupos
vulnerables.
Una medida que
precisamente ejecutó y aun hoy defiende otro “rostro sensible” del PRO,
Carolina Stanley, apelando los fallos judiciales que le mandan a restituir las
pensiones sacadas por las vías de hecho, es decir, sin acto expreso ni
notificación a los afectados.
No faltan tampoco
quienes se sorprenden (o desconocen) que María Eugenia Vidal, “la leona”,
reparte su tiempo entre beboteadas, caritas angelicales y luchas contra
“mafias” innominadas, y cierre de escuelas rurales o en el Delta, recortes a
las jubilaciones de empleados públicos bonaerenses (como los bancarios del
BAPRO), reducción de la cobertura del IOMA (la obra social provincial),
negativa a inaugurar nuevos hospitales o recorte de fondos a los que ya
existen, como el de El Cruce de Florencio Varela. Y con declaraciones como
aquellas de que la universidad no es para los pobres, o pagándoles el sueldo fraccionado a los docentes.
Acaso sean los
mismos que se horrorizan con las justificaciones inverosímiles de Carrió (la
autodesignada fiscal moral de la república) a todos y cada uno de los negociados
que salpican al gobierno, del presidente y los ministros para abajo; o que no
pueden creer lo que oyen cuando dice lo que dijo sobre el aborto en casos de
violaciones de menores por gente de su familia o entorno íntimo, o sus más
recientes disparates sobre changas y propinas.
Que decir de la "hormiga" Ocaña, otrora adalid de la lucha contra la corrupción, y hoy emporcada hasta los ejes en una oscura trama de lavado de guita, financiamiento ilegal de campaña y aprovechamiento de gente humilde a la que hicieron pasar como aportantes a la campaña de "Cambiemos".
Pero para que no se
diga que solo les caemos a las muchachas del PRO, hay también quienes están
“conociendo” a Pinedo, ese conservador gentil, pluralista y de buenos modales
que hasta canta la marcha peronista, al que nos vendieron como “el macrista
pensante”; y descubren que en realidad es un dinosaurio que presenta un
proyecto alternativo al del aborto que consagra una injerencia del Estado en la
vida de las mujeres que no se vio ni en la Unión Soviética, donde por cierto el
aborto era legal ya en 1920.
Los ejemplos
podrían seguir: Monzó, el presidente de la Cámara de Diputados reivindicado por
algunos de los propios como un “distinto”, olvidando -por ejemplo- que fue
pieza principalísima en la maniobra oficialista para imponer la reforma
previsional con dos diputados truchos aportando al quórum, o del levantamiento
de la sesión en forma intempestiva cuando la oposición estaba a punto de
rechazar el mega DNU “desburocratizador” de Macri.
Los casos de les “sorores”Lipovetzky y Lospennatto ya fueron tratados acá al hablar de lo que pasó el miércoles pasado en Diputados; cuando fue precisamente Lospennato la que trató de colar de camulina en la sesión la aprobación de la designación de "Niky" Caputo como cónsul honorario de Singapur en el país.
Los casos de les “sorores”Lipovetzky y Lospennatto ya fueron tratados acá al hablar de lo que pasó el miércoles pasado en Diputados; cuando fue precisamente Lospennato la que trató de colar de camulina en la sesión la aprobación de la designación de "Niky" Caputo como cónsul honorario de Singapur en el país.
En un gobierno
encabezado por un presidente empresario cuyo fuerte no es el carisma ni la
sensibilidad social, y con un gabinete de CEO’s o gente venida del mundo de las
empresas, es natural que la maquinaria propagandística de Durán Barba pretenda vendernos buzones de
“matices” al interior de la coalición gobernante: tipos o tipas “distintos”,
“que suavizan los rasgos” de la “nueva derecha moderna y democrática”, que
además sería “compasiva”; gente que pondría equilibrio, censura, prudencia o
límites al ajuste, la corrupción o los conflictos de intereses (curros privados
armados desde el Estado, en criollo), según sea la necesidad en cada momento.
Lo que no es tan
natural ni lógico es que nosotros compremos esos buzones, y creemos que existen
pepitas de oro que se pueden extraer del barro macrista; cuando en rigor se
trata de combo completo, coherente y consistente desde hace años, que cierra
filas y elimina las disidencias (si es que existen) en lo central: cagarnos,
recortar derechos, ajustarnos, vaciar el país para llenarse los bolsillos y
fugar la guita del país.
La "nueva derecha moderna y democrática" con las mismas ideas enmohecidas de la vieja derecha de siempre, y defendiendo también los mismos intereses de siempre. En eso están todos juntos, codo con codo, como están en la foto de abajo los de los pañuelos verdes y los celestes.
La "nueva derecha moderna y democrática" con las mismas ideas enmohecidas de la vieja derecha de siempre, y defendiendo también los mismos intereses de siempre. En eso están todos juntos, codo con codo, como están en la foto de abajo los de los pañuelos verdes y los celestes.
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