LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

martes, 17 de julio de 2018

EL AGUJERO DEL MATE


En menos de un mes desfilaron y siguieron su ruta como posibles candidatos presidenciales del amplio mundo de “los peronismos no kirchneristas” para el año que viene Tinelli, Urtubey, Massa, De La Sota, Felipe Solá y ahora Lavagna: desde un outsider de la política hasta la eterna esperanza blanca cercano a ser octogenario, desde un “candidato de transición” hasta otro que se cree capaz de captar parte al menos del electorado k, todos los climas posibles.

Un desfile indicativo del cambio de escenario: hasta diciembre pasado nadie se la animaba a Macri y (casi) todos hablaban de una perdurable hegemonía amarilla; y desde entonces (más precisamente a partir del rechazo a la reforma previsional), cualquiera se le para de manos, y se siente en condiciones de derrotarlo en las urnas, si intenta su reelección.  

Si solo se tratara de una respuesta del arco opositor al cambio en el humor social y al deterioro de la imagen de Macri y su gobierno, no tendría nada de extraño; pero en realidad hay algo más, a lo que hay que prestarle atención: el desfile de candidatos está directamente vinculado al hecho de que una fracción del capital, expresiva de parte del bloque de poder dominante en el país, ha empezado a soltarle la mano a Macri, y comenzó a buscar el “Plan B” para obturar el regreso del kirchnerismo, la bestia negra, el hecho maldito que evoca sus peores pesadillas.

Y si aun no han terminado de soltarle la mano también a Vidal (que se incinera aceleradamente como recambio posible al desgaste de Macri) es porque nunca pusieron los huevos en una sola canasta, y porque advierten que todos los prospectos ensayados hasta ahora no mueven el amperímetro. En ese caso el candidato del peronismo no kirchnerista (o anti K, para ser más precisos) cumpliría el rol de drenar votos opositores, para facilitar un triunfo de “Cambiemos”.

El cajoneo de la Cámara Nacional Electoral del recurso de Gioja y la conducción del PJ contra la intervención del judicial del partido por tributa a la misma lógica: buscan un peronismo impedido de decidir por si mismo y por sus cuerpos orgánicos naturales, la estrategia electoral, la política de alianzas e incluso el manejo de los fondos de campaña; para enfrentar en inferioridad de condiciones a la maquinaria oficialista, que como se ha visto con el affaire de la truchada de afiliados y aportantes en la PBA, no vacilará en apelar a todos los medios a su alcance para retener el poder.

Sea que la instalación de un candidato peronista obturador del regreso del kirchnerismo (y más precisamente de Cristina) prenda, o que cumpla el rol de facilitador de una nueva victoria de “Cambiemos”, el objetivo de estos sectores (a los que para individualizar diremos que se nuclean en la cúpula de la AEA, excluyendo a los bancos y las patronales agrarias, e incluyendo al Grupo Clarín) es recrear, en la medida de lo posible, las condiciones del 2002 en el plano económico, porque empiezan a descontar que un nuevo 2001 (con default incluido) es una alternativa más que probable en un futuro mediato.

Tanto quieren recrearlas, que en el plano político le hacen creer a Duhalde que él puede jugar algún papel en la movida, siendo el promotor público de la candidatura de Lavagna. No se trata de discutir acá si están dadas las condiciones económicas para repetir la maniobra (¿se animaría un gobierno así armado a reestructurar la deuda con quita, reponer retenciones o reimplantar los controles de capitales? Parece dudoso), sino de señalar que está en marcha; con el objetivo central de que a un nuevo 2002, no le suceda un 2003: que no les vuelva a aparecer la criada respondona (Cristina), como entonces les apareció un flaco desgarbado de mocasines y saco cruzado, que agarró para el lado que nadie (en especial, ellos) esperaban).

Por el lado de la política, en especial del peronismo y en particular del PJ anti kirchnerista, llevan perdidos 32 meses (todo el gobierno de Macri, más el mes transcurrido post balotaje presidencial del 2015) en encontrarle el agujero al mate, anunciando la construcción del post kirchnerismo, y reclamando/sentenciando el definitivo ostracismo de Cristina, y el final de su ciclo político. El mismo tiempo transitaron intentando construir "un candidato que mida", sin  resultados tangibles hasta acá. 

Apenas producido el triunfo de Macri y como si se hubieran sacado de encima una pesada mochila, comenzaron a pensar en el 2023, dando por perdida de antemano la elección del año que viene, imaginando una ciclo largo de hegemonía macrista y obrando en consecuencia: está a la vista la magnitud del error, aun cuando se sigan presentando como los adalides de un curioso pragmatismo, que sigue empecinado en desconocer datos de la realidad, que estaban a la vista desde el principio del experimento amarillo.

Los Massa, Schiaretti, Urtubey, Pichetto y Bossio (sin olvidar a los SOLCA, hasta ayer nomás) se la pasaron pidiéndole a Cristina y al kirchnerismo autocrítica no ya por la estrategia electoral del 2015, sino por el despido de Lavagna del gobierno de Néstor (2005), el conflicto con el campo (2008), la ley de medios y la pelea con Clarín (2009), el “cepo cambiario” (2012), o el entuerto con los fondos buitres (2014).

Por contraste, no se los ha escuchado ensayar la más mínima autocrítica por sus errores de apreciación de la situación política y -más importante aun- por las decisiones que tomaron en consecuencia; bancando en los hechos a un gobierno que ha sido horrible desde el principio, y del cual ahora están tratando de convertirse aceleradamente en opositores acérrimos, con escasísima credibilidad.

Lejos de eso, después de haber abierto la caja de Pandora del endeudamiento al apoyar el acuerdo con los fondos buitres, y de haberle dado a Macri la herramienta legal para desguazar el Fondo de Garantía de ANSES votando el blanqueo de capitales y la “reparación histórica”, hoy pretenden dar cátedra sobre los riesgos que entraña acordar con el FMI (al mismo tiempo que piden que se los incluya en la discusión del presupuesto, que contiene el ajuste pactado con el Fondo), y se muestran preocupados por el futuro del sistema previsional.

Llevan casi tres años hablando de la necesidad de construir una unidad opositora (en especial del peronismo) amplia y sin sectarismos, pero con una bolilla negra para Cristina como condición dirimente; al tiempo que le exigen que permanezca callada y no meta cuchara en el proceso, pero que deje los votos, o que bendiga los acuerdos: su emblema sería un dibujo de Sábat donde le cruza una “X” en la boca, y su lema sería “Cualquiera Menos Cristina”. 

Pero el problema es que todos los “Cualquiera” juntos (los que nombramos al principio, y algún otro que pueda aparecer) no tienen, todos juntos, ni la mitad de los votos de Cristina. Si solucionan eso (es decir, si le encuentran el agujero al mate), no los para nadie, muchachos (?).

En cambio otros que han abandonado la dieta a base de vidrio hace tiempo, como los intendentes bonaerenses se han dado cuenta ya de lo obvio; haciendo coincidir la estrategia política con la simple y sencilla percepción social, inalterada desde el inicio del gobierno de Macri: Cristina, antes que cualquiera. El paso del tiempo (y la propia decisión personal de Cristina) dirán como se acomodan los melones en el carro, pero hasta hoy y si nada cambia, esa es la realidad; que como dijo alguien, es la única verdad.

5 comentarios:

gorila gorila dijo...

Yo, que querés que te diga...
Hay que medir a Rossi & Rossi.
Al chivo lo banco pero a Delfina la voto a cuatro manos (otra que Heidi).

Neomontonero dijo...

Clap. Clap. Clap.

ram dijo...

Pero están omitiendo un detallito, a éstos buenos chicos es la propia Cristina la que les da la razón, está calladita, no aparece, no se la ve, pero,.... debe ser la gente nomás (o la malaria), que es testaruda e insistidora, no?. Pero bueno, ya llegarán los ansiados días modernos y amarillentos... el pasado sin futuro, diría heidi.

gorila gorila dijo...


Pichetto: "Cristina va a ser candidata, no tengo dudas"
El senador se refirió al escenario electoral para el próximo año. "No entiendo como algunos politólogos no lo plantean. Unidad Ciudadana es el partido y ella va a ser candidata de ese partido de centro izquierda. Si se puede llevar parte del peronismo se lo va a llevar. Están desarrollando Unidad Ciudadana en el Interior", manifestó.
http://www.ambito.com/927780-pichetto-cristina-va-a-ser-candidata-no-tengo-dudas

El gobernador salteño coincidió con el senador Miguel Ángel Pichetto respecto de una posible candidatura de Cristina de Kirchner, pero reiteró que hay que plantear una alternativa superadora que "supere tanto a Macri como a Cristina" considerando que esa estrategia, de la confrontación, es muy funcional para los dos, pero perjudica claramente al país" http://www.ambito.com/927766-urtubey-no-me-gusta-el-gobierno-de-macri-pero-hay-que-ayudar-para-que-a-la-argentina-le-vaya-mejor

(Ayer) - Victoria Donda: "Cristina divide, es un problema"
https://www.diariodemocracia.com/nacionales/187263-victoria-donda-cristina-divide-es-problema/

Silencio atronador. Realmente, tienen un problema. no reply https://www.youtube.com/watch?v=SZDIBmASERc

“Aquila non capit muscas”

Anónimo dijo...

La opinión de Pichetto, Urtubey o Donda es importantísima. Cualquiera de ellos tiene millones de votos.
Y falta sumar otros monstruos electorales, como Lavagna o el cadete de la embajada, don Massa.
Contra estos fenómenos,Cristina no tiene ninguna chance. Por eso no habla, está temerosa de estos posibles rivales en 2019. Y estupefacta ante la brillante gestión de Macri. No tiene chance.
El Colo.