LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

martes, 31 de julio de 2018

RAZONES DE UNA APARENTE SINRAZÓN


1. El kirchnerismo fue una salida inesperada a la crisis del 2001 y del "que se vayan todos", que ingresó a la conducción del Estado en las peores condiciones de legitimidad posibles, incluso sin poder revalidarse electoralmente en el balotaje que Menem le negó a Néstor Kirchner.

2. Ya en el gobierno, combinó un peronismo clásico en la economía (estímulo al consumo y el mercado interno, ampliación de la protección social, defensa de la industria y el trabajo argentinos, intervención del Estado cuando fuera necesaria), con banderas caras al progresismo, que otros habían dejado caer, como la defensa de los derechos humanos.

3. Un combo de revalorización de la política como instrumento virtuoso para cambiar positivamente la realidad de la gente, más una lógica de gobernabilidad distinta a la que había imperado desde 1983 y -sobre todo- los indicadores positivos del desempeño de la economía, sustentaron el amplio triunfo de CFK en primera vuelta en 2007, que acaso hubiera sido mayor si el candidato era Néstor. 

4. Instalada en el gobierno, Cristina tuvo que lidiar desde el principio con todo tipo de dificultades: la crisis financiera internacional, el conflicto del campo, la ruptura con Clarín, la crisis con el vicepresidente, el culebrón de Redrado y la muerte de Néstor; pero logró salir airosa; demostrando al mismo tiempo capacidad de conducción del país, y resultados concretos: el 54 % del 2011 no fue más que la confirmación electoral de eso.

5. En el segundo mandato siendo desde el vamos el "pato rengo" sin posibilidad de reelección y sumando a lo anterior el conflicto con los fondos buitres, la aceleración de la fuga de capitales, la agudización de la restricción externa, los cacerolazos y hasta acuartelamientos de gendarmes y policías, CFK entregó el país normalmente, en la transición más ordenada desde el 83': sin crisis política ni económica, desendeudado, con bajo nivel de desempleo, con la Plaza de Mayo llena, y ella advirtiendo claramente lo que vendría.

6. Macri para ganar en el 2015 tuvo que mentir o negar lo que realmente pensaba hacer de llegar al gobierno, y prometer que "dejaría lo bueno" del kirchnerismo, del mismo modo que Scioli para arrimarse con chances al balotaje tuvo que "kirchnerizarse" cada vez más, y hacer eje en la "campaña del miedo".

7. Así las cosas se llegó a un balotaje que se planteó como un plebiscito sobre la continuación o no del kirchnerismo (que no de sus políticas, muchas de las cuáles hasta el candidato opositor prometía mantener) en el poder tras 12 años de gobierno, que terminó ganando "el cambio" por menos de 700.000 votos, sobre un total de casi 26 millones de votantes.

8. Producida la derrota del FPV comenzaron al interior del peronismo los desmarques, los pedidos de autocrítica y las profecías (en algunos casos, sentencias) sobre el fin de Cristina y con ella, del kirchnerismo: venía el "post kirchnerismo", o "el peronismo que volvía a las fuentes", que supuestamente dejaría atrás la anomalía kirchnerista.

9. Macri en el gobierno hizo exactamente todo lo que desde el kirchnerismo se dijo que iba a hacer, y aun peor (no abundemos en detalles, cada uno puede hacer su propio repaso mental), para lo cual contó con los apoyos de todos los que estuvieron contra Cristina: el mundo internacional de las finanzas, Clarín y los grandes medios, el poder económico y el aparato judicial.

10. Mientras tanto, la oposición que llamaba a construir el post kirchnerismo eligió hacer colaboracionismo con el gobierno, votándole todo y aportándole "gobernabilidad"; en la creencia de que comenzaba un largo ciclo de hegemonía de la derecha neoliberal en el país y la región, contra el cual era inútil resistirse, y no fueron pocos los que lo hicieron por creer (y decirlo) que el rumbo elegido por el nuevo gobierno era el correcto para el país.

11. Por contraste, Cristina y el kirchnerismo siguieron estos dos años en el mismo lugar en el que estaban al principio, siempre: la oposición frontal al gobierno que hacía lo que ellos dijeron que haría, y destruía concienzudamente lo que ellos hicieron, incluyendo lo que habían prometido conservar, o sobre todo y antes que nada, precisamente eso.

12. El gobierno comenzó a perseguirla judicialmente para sacarla de la cancha desde el primer día, ante el silencio -o peor aún, el acompañamiento- de la "oposición responsable", en la que no faltaron quienes quisieron sacar provecho del asunto, diciendo que no tenían nada que ver con corruptos.

13. Ante el primer desafío electoral de su gestión y para volver a ganar, Macri (al cual le atribuían haber encontrado la piedra filosofal para legitimar socialmente políticas de ajuste) debió hacer algo de kirchnerismo: estimular el consumo con los préstamos de la tarjeta Argenta, renovar los salarios en las paritarias, suspender momentáneamente los tarifazos, activar la obra pública.

14. Una vez que ganó, volvió a lo suyo: el "reformismo permanente" del ajuste, la reforma previsional, tributaria y laboral, y finalmente y cuando las fragilidades estructurales de su modelo(que se advirtieron desde que se lo puso en práctica, en especial desde el kirchnerismo) se hicieron evidentes con la crisis cambiaria, el acuerdo con el FMI y el retorno de las FFAA al centro de la escena, como lógica consecuencia.

15. Con el previsible resultado de que quedara claro que la derecha argentina no había logrado (otra vez) resolver el eterno dilema de legitimar por la mayoría de la sociedad políticas de exclusión pensadas para favorecer a una porción muy minoritaria de la misma, y los síntomas están a la vista: pronunciada caída de la imagen del presidente y su gobierno, marcado deterioro de la economía, aumento de la protesta social, tránsito acelerado de la certeza plena de la hegemonía, a las dudas de sus propios apoyos reales por el resultado electoral del año próximo, o la finalización normal del mandato de Macri.

16. Transcurridas las dos terceras partes del mandato del gobierno de "Cambiemos" no hay un solo indicador económico y social que luzca mejor de los que dejó Cristina, ni en la macroeconomía, ni en lo que tiene que ver con la vida cotidiana de la gente: el empleo, el salario, la distribución del ingreso, el desarrollo industrial, el endeudamiento del país, la pobreza, todo ha empeorado desde el 2015 a la fecha.

17. Nada indica -y nadie se atreve a pronosticarlo- que las cosas mejorarán en el tercio restante de mandato, que el gobierno logrará enderezar el rumbo o que la economía comenzará a funcionar mejor y eso redundará en beneficios para los sectores populares y los que viven de ingresos más o menos fijos: por el contrario, cada día son más las voces que alertan que las condiciones del acuerdo pactado con el FMI no harán sino empeorar aun más las cosas.

18. La oposición no kirchnerista sigue sumida en el mismo laberinto del principio, y aun duda si empezar a despegarse del gobierno, o seguir apostando a la gobernabilidad, para mostrarse "razonable" y ser elegida por el poder real para reemplazar a Macri, con el resultado previsible de que no logran no ya perfilar un candidato competitivo, sino siquiera un mínimo de organización, y una propuesta creíble.

19. Conforme pasa el tiempo desde aquel 2003 que vio llegar al kirchnerismo al gobierno, cada vez un porcentaje mayor del padrón electoral no ha conocido otra versión del peronismo gobernando el país, que la que él encarnó; y Macri mediante, cada vez son más los argentinos más jóvenes que no han conocido otros gobiernos mejores que los de Néstor y Cristina Kirchner.

20. Por imperio de la crisis, se han visto revalorizados instrumentos y políticas del kirchnerismo que fueron objeto de críticas y fuertes ataques entre el 2003 y el 2015: las retenciones, la administración del comercio exterior, las paritarias, los subsidios a las tarifas de los servicios públicos, la inclusión y la movilidad previsionales, la apuesta a la inversión en educación, ciencia y tecnología.

El relato de los puntos precedentes es una enumeración lo más objetiva -tanto como se puede serlo desde una identidad política explícita- y apretada posible de las cosas más relevantes que pasaron en  el país en los últimos 15 años; y conforme sea lo lejos que se quiera retrotraer la mirada, se la puede comenzar desde el principio, o ir directamente al punto 9, para referir estrictamente al gobierno de macri.

Nada de lo dicho significa que el kirchnerismo no haya cometido errores, ni que Cristina vaya a ser candidata el año que viene, y mucho menos que tenga el triunfo asegurado, o el resultado de la elección sea irreversible para el gobierno: simplemente significa que a la hora de hacer análisis políticos y -peor aun- proyectar estrategias en función de ellos, hay que comenzar por atender a los ratos de la realidad como es, y no como uno quisiera que fuese.

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