LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

domingo, 27 de enero de 2013

BLUES DE LA DEVALUACIÓN


Por A.C.

Los medios periodísticos en éste verano, donan generosa y desinteresadamente, extensos espacios a políticos opositores y a los economistas del establishment, los mismos economistas opinadores que hace diez años vaticinan el inminente colapso de la economía argentina.
Son los mismos voceros que operaron descaradamente con una ofensiva cambiaria durante el 2011, para conseguir un objetivo que públicamente resulta inconfesable: vía devaluación, transferir grandes ingresos en favor de los sectores más concentrados de la economía, sectores que son quienes financian la actividad periodística o profesional de estas voces del estallido económico inminente.
Y ellos saben perfectamente que las medidas que reclaman al Gobierno, generarían además de una enorme transferencia de ingresos a sus patrones,  un efecto devastador en términos de inflación y en términos de redistribución del ingreso, donde los asalariados, los jubilados, los cuentapropistas, etc., serían los principales perjudicados.
Por eso no pueden poner sobre la mesa sus “intereses inconfesables”, como diría aquel hombre de otra época que cada día tiene más vigencia. Y  como no pueden mostrar números, variables, ni datos técnicos que respalden su discurso, entonces hacen diagnósticos catastróficos, insostenibles, y recurren a eufemismos absurdos que venimos escuchando durante años, abstracciones nebulosas tales como “buen clima de inversión”, “competitividad”, “terminar con el aislamiento del país ”, y una serie conceptos huecos que se estrellan contra la realidad económica.
La realidad económica de  un país que en diez años, ha logrado un crecimiento y una distribución de ingresos sin precedentes, que consiguió un desendeudamiento de un nivel impensado, cancelando con recursos propios  la deuda externa que –justamente-  las politicas que ellos reclaman generaron. Un país que en medio de una crisis global sin precedentes, vuelca importantes recursos a la inclusión social, a la obra pública, a la educación, a la investigación, y  cierra el 2012 con un envidiable superávit de más de 12.000 millones. Resultado de aplicar políticas orientadas al empleo, a la producción y al mercado interno, la antítesis de los que ellos proponen.
Y ahora lanzan de nuevo su democrática propuesta dialogista de libre comercio , un ultimátum republicano:
El gobierno o convalida una fuerte devaluación del tipo de cambio oficial, o sino, tiene que  levantar las restricciones cambiarias vigentes.
Las dos opciones traerían la misma consecuencia.
Aunque los datos objetivos de la economía muestran que el precio del dólar “blue” no tiene ningún basamento real, los especuladores republicanos presionan para conseguir un ajuste mediante una fuerte devaluación, totalmente innecesaria, que generaría una descomunal transferencia de ingresos de aquellos que ganan y viven con pesos, en favor de un pequeño sector con ingresos y tenencias en dólares.
Pero demos un ejemplo concreto, como el de las grandes cerealeras, que previeron un dólar de $4,90 para todas sus operaciones. Devaluación mediante e incremento del dólar en alrededor del 40% (para “sincerarlo” en relación al dólar blue), magicamente se encontrarían con que están vendiendo su producción a más de 7 pesos, con una enorme ganancia extra –sumada al ya extraordinario nivel de rentabilidad actual- fruto de la devaluación.
Siempre que un sector obtiene ganancias extraordinarias , y sobre todo cuando a ese sector lo conforman muy pocos, se perjudica al conjunto de la población, porque los enormes recursos que ingresan al sector beneficiado, se originan en el detrimento del resto. No es difícil imaginar la drástica modificación de la estructura de costos, tarifas y precios en el país con una devaluación del 40%.  Tampoco es difícil calcular la fuerte pérdida del poder adquisitivo en un salario o ingreso de $10.000 en ese marco, salario o ingreso que perdería alrededor de la mitad de su poder de compra. El porcentaje  que cada salario o ingreso se reduce, en relación a su anterior poder adquisitivo, se traduce en una suma que se transfiere,siguiendo el ejemplo,  al grupo de cerealeras.
A esto habría que sumarle un descomunal aumento la deuda pública y un brutal encarecimiento de las importaciones, con más efecto inflacionario.
La otra propuesta del ultimátum especulativo, la de levantar las restricciones cambiarias vigentes, o como variante, implementar un sistema de tipo de cambios múltiples, como algunos proponen, traería las mismas consecuencias. Fijar dos o tres variantes cambiarias (dólar exportador, turista, etc), mostraría la debilidad del Gobierno para el manejo de la política cambiaria, y entonces la tendencia inevitablemente sería que el tipo de cambio se alinea con el mercado más caro.
La política cambiaria es una pieza central de la política económica, y el Gobierno Nacional tiene la firma decisión de mantener el actual sistema de administración cambiaria, porque lo contrario es un salto al vacío.
Esta política cambiaria, permitió a lo largo de estos años una importante acumulación de reservas. Esto posibilitó un desendeudamiento histórico de la Argentina. Con reservas se pueden afrontar los costos de importaciones necesarias que se vuelcan a la producción local, se dispone de autonomía en relación a los organismos internacionales de crédito, y superado el año 2012 –donde se afrontaron importantes servicios de la deuda- , ahora se puede disponer de los recursos en dólares para financiar proyectos de inversión, todo en el marco de una decisión política firme de desdolarizar la economía, como ya lo señaláramos en la nota “La cancha está marcada en pesos”. Porque ese es el objetivo: desdolarizar la economía y posibilitar la consolidación del desarrollo de un modelo productivo que incluye a 40 millones de argentinos.
Pero los especuladores no se resignan, y siguen presionando republicanamente con el alza del dólar blue, una operatoria que aunque no tenga un volumen de entidad, es amplificada hasta el cansancio por los medios ligados a la especulación financiera. Este mercado cambiario ilegal, es alimentado por aquellos con alto poder adquisitivo que no pueden explicar el origen de sus fondos, y también por sectores que especulan con hacer una gran diferencia frente a la devaluación, devaluación que sus asesores le marcan como inminente. Están comprando a $7,40.- Veremos a cuanto pueden vender esos dólares a fin de año.
Y la presión republicana de alza del blue, también se funda en una causa patriótica. Están apostando a que Argentina pierda el juicio contra los fondos buitre en Nueva York y que eso produzca una desestabilización de la economía, daño que desde adentro no pudieron lograr pese a sus reiteradas ofensivas cambiarias y ofensivas de otro tipo, porque ésta apuesta desestabilizadora excede el ámbito de la economía. Igual que cuando apostaron al Juez de Ghana que embargó la Fragata. Pero tampoco les fue bien.

1 comentario:

Daniel dijo...

Y la frutilla del postre. Si el gobierno hiciera esto mismo que piden, armarían entonces un maremágnum político desde los mismos medios para destituirlo.
Después se enojan cuando les dicen golpistas.