Promoción no válida para los salarios. https://t.co/S0sl6hW1Mt
— La Corriente K (@lacorrientek) January 14, 2025
Hace poco decíamos en ésta entrada: "Ricardo Aronskind dijo hace poco en un reportaje radical que la etapa de caracterizar el fenómeno Milei no daba para más, porque era complejizar algo que era simple, en el sentido de que estaba brutalmente a la vista. Y agregamos nosotros, el personaje en sí es menor, su despliegue histriónico y discursivo habitual corresponde al terreno de la farsa, y en no pocos aspectos debería ser abordado desde la perspectiva de la salud mental. A lo que sí hay que prestarle atención -y mucha- es al proceso social, político y económico que se está desarrollando en el país del cual Milei es solo un instrumento. Es decir, analizar el comportamiento de los que realmente mandan.".
La reflexión vale también para el marco teórico desde el cual Milei pretende explicar la economía, y hacernos creer que actúa sobre ella, marco teórico que en la academia nadie toma realmente en serio y que el propio gobierno se encarga de desmentir con sus acciones a cada paso.
Así por ejemplo cuando nos explican que la inflación es un fenómeno monocausal, que se explica exclusivamente por la excesiva emisión monetaria para financiar el déficit fiscal generado por el también excesivo gasto público; y de allí que -en teoría- la receta para bajarla sea siempre el ajuste y recorte de los gastos y funciones del Estado.
Esas supercherías -que tratan de vincular inexorablemente los índices inflacionarios a la evolución de la base monetaria- son del mismo cuño que el "Banco Central independiente", zoncera analizada en su momento acá. Al que -dicho sea de paso- el presidente había prometido en campaña incendiarlo, por considerarlo el principal causante de la inflación.
Muy lejos de ello -y desmintiendo su propia teoría- su gobierno aumentó la masa monetaria hasta casi quintuplicarla, muy por encima del aumento del gobierno anterior, y no solo interviene en la fijación del tipo de cambio oficial -uno de los precios clave de la economía, dicho esto por el propio Milei-, sino que diseñó una tablita similar a la de Martínez de Hoz (el famoso "crawling peg") para manejar el ritmo de devaluación de la moneda frente al dólar; para usarla por un lado como ancla inflacionaria (desmintiendo así su propio diagnóstico monetarista), y para facilitar por el otro -como en los tiempos de Joe- la bicicleta financiera (rebautizada como carring trade") de Caputo y sus socios.
El mismo gobierno que encubre su brutal devaluación inicial o se la achaca al gobierno de Alberto diciendo que -al igual que con los tarifazos- lo único que hicieron ellos fue "sincerar los precios a los valores de mercado"; concepto que nunca aplican a los salarios: de hecho están interviniendo en el mercado del trabajo, forzando negociaciones a la baja y negándose a homologar aumentos por encima de la pauta oficial, algo que ya vimos en el gobierno de Macri con Sturzenegger (y antes con Cavallo en el menemato) y sus "metas de inflación esperada".
Es tan burda la superchería supersticiosa monetarista que el gobierno pretende que creamos que explica la inflación y sus causas, que Caputo salió a explicar el índice de inflación de diciembre (que dio por encima de sus cálculos previos, aunque siguieran profundizando la motosierra y la economía siga en una recesión que niegan) por una mayor aumento de la demanda agregada con motivo de las fiestas, al mismo tiempo que trata de que éste año no haya PASO, porque hasta por lo menos octubre no se notará la recuperación de los salarios, según sus propios cálculos.
Si uno se atiene estrictamente no a lo que el gobierno dice, sino a lo que hace, evitará caer en supercherías como el monetarismo, la independencia del Banco Central o la no intervención del Estado en la economía, y comprenderá como son realmente las cosas, o por qué suceden. Entenderá por ejemplo por qué si la inflación no fue menos al 2,5 % en diciembre, igual Milei le ordena al BCRA "independiente" que baje el ritmo del "crawling peg" a la mitad, profundizando el retraso cambiario y -al mismo tiempo- volviendo a poner en marcha la bicicleta del "carry trade". Para lo cual mantiene las tasas de interés.
Como fenómeno social que es (cosa que estos chamanes tratan de que olvidemos a menudo) la economía refleja las pujas sectoriales, y los intereses en pugna en una sociedad: hoy por ejemplo al interior del bloque que apoya al gobierno se libra una lucha cada vez más visible entre los que pujan por mantener el tipo de cambio oficial bajo para dolarizar excedentes por vía financiera y fugarlos, y los sectores exportadores que pujan por una devaluación que le permita maximizar sus ganancias.
Sin embargo hay algo en lo que los dos sectores están plenamente de acuerdo: si hay un precio de la economía que no debe ser "sincerado" y el Estado debe intervenir -si es necesario- para mantenerlo lo más bajo posible, es el salario. Porque el principal pase de magia de estos prestidigitadores conceptuales y estafadores consuetudinarios a.k.a. "escuela austríaca" y chantadas similares, es ocultar la puja distributiva, sus perdedores (que somos la mayoría) y -sobre todo- sus ganadores, que son los menos, pero más poderosos.
Como diría Inodoro Pereyra: ahí está el huevo, y no lo pise. Y las supersticiones monetaristas -en las que solo puede creer el orate de la Rosada y acaso quizás también Sturzenegger- son funcionales a ese plan, porque hacen que la sociedad pongan el ojo (y los enojos) en la política, los políticos y el Estado o los empleados públicos, y no en la verdadera "casta"; que no solo está atravesando indemne el experimento con seres vivos que gobierna el país hace 13 meses, sino que ve a diario acrecentados sus privilegios.
Tuits relacionados:
Pará, pará, pará ¿vos me estás diciendo que el Banco Central independiente (que ya no existe porque lo quemaron como prometió Milei en campaña) fija el ritmo de devaluación de la moneda de acuerdo a instrucciones que recibe del presidente?
— La Corriente K (@lacorrientek) January 15, 2025
Arrugaron. No se animaron por temor al desarme de posiciones en pesos.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) January 16, 2025
Larga vida al carry trade. pic.twitter.com/x1qcCEJigx
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