LA FRASE

"DE MI ASCENSO A SECRETARIO DE ESTADO SOLO DIRÉ QUE SI UNO ES BUENO EN LO SUYO, EL RECONOCIMIENTO SIEMPRE LLEGA." (MANUEL ADORNI)

lunes, 14 de marzo de 2022

DEBATE SALDADO, DECISIONES PENDIENTES

 

Al momento de subir este posteo no estaba oficializado ningún aumento de retenciones, ni para los derivados de la soja como la harina y el aceite (para los que el viernes se cerró el registro de exportaciones), ni para ningún otro producto, primario o elaborado. Y si la intención del gobierno (que por ahora queda en eso: intención) es subir retenciones, deberá hacerlo por DNU, por lo dispuesto por el artículo 52 de la Ley 27541, sancionada en diciembre del 2019, a los pocos días de haber asumido Alberto Fernández la presidencia.

La norma (en la parte que acá interesa) dice lo siguiente: "Establécese que, en el marco de las facultades acordadas al Poder Ejecutivo nacional mediante los artículos 755 y concordantes de la ley 22.415 (Código Aduanero) y sus modificatorias, se podrán fijar derechos de exportación cuya alícuota no podrá superar en ningún caso el treinta y tres por ciento (33%) del valor imponible o del precio oficial FOB.

Se prohíbe que la alícuota de los derechos de exportación supere el treinta y tres por ciento (33%) del valor imponible o del precio oficial FOB para las habas (porotos) de soja.

Se prohíbe superar el quince por ciento (15%) para aquellas mercancías que no estaban sujetas a derechos de exportación al 2 de septiembre de 2018 o que tenían una alícuota de cero por ciento (0%) a esa fecha.

Se prohíbe superar el cinco por ciento (5%) de alícuota para los productos agroindustriales de las economías regionales definidas por el Poder Ejecutivo nacional.

Las alícuotas de los derechos de exportación para bienes industriales y para servicios no podrán superar el cinco por ciento (5%) del valor imponible o del precio oficial FOB.

Las alícuotas de los derechos de exportación para hidrocarburos y minería no podrán superar el ocho por ciento (8%) del valor imponible o del precio oficial FOB.

El Poder Ejecutivo nacional podrá ejercer estas facultades hasta el 31 de diciembre de 2021." (las negritas son nuestras)

O sea: al asumir el gobierno se autolimitó en materia de retenciones, en las alícuotas y en el plazo por el cual podía fijarlas, y ahora es tarde para llorar sobre la leche derramada: es muy posible que cualquier DNU en la materia -si es que finalmente sale alguno-, en el actual estado de cosas, sea derrumbado por vía judicial con cualquier cautelar en la que, simplemente, los que reclamen se remitan al criterio sentado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa "Camaronera Patagónica", fallada en 2014.

La necesidad de tomar medidas para desacoplar los precios internos de los internacionales para evitar que se sume la "inflación importada" a la ya alta inflación que hay en el país es asunto saldado, y no debiera haber mayores debates al respecto: incluso aunque se adhiera a las ideas monetaristas, nadie puede desconocer que estamos ante un ciclo de alzas de los precios internacionales de los commodities, en especial de la energía y los alimentos, proceso acelerado por el conflicto en Ucrania; que exige tomar decisiones drásticas, de modo urgente.

Por supuesto que esas decisiones (incluso cuando aun no se tomaron) generan conflictos: desde la oposición se alinearon de inmediato en defensa de los intereses de los exportadores, y están hablando del aumento de retenciones como cosa decidida, cuando aun no lo es. Tampoco es necesario volver a dar todo el debate que convulsionó al país en el 2008 con la Resolución 125, pues las posiciones al respecto son harto conocidas, y fueron saldadas en su momento; con el "voto no positivo" de Cobos primero, y con el experimento de los "agrodiputados" y el 54 % de Cristina en el 2011, después.

Pero no solo desde la oposición surgen reacciones: con el principal polo aceitero de Sudamérica en la provincia, Perotti salió de inmediato a cruzar la decisión de cerrar el registro de operaciones de los derivados de la soja, aunque no hizo alusión a un aumento de retenciones que aun no se concretó. Es posible que en las próximas horas lo sigan los gobernadores de otras provincias donde la actividad tiene un peso importante, como Córdoba o Entre Ríos. 

Si bien es comprensible que se plantee la defensa de una actividad que genera puestos de trabajo calificados y bien pagos en el territorio que Perotti gobierna, no es menos cierto que los intereses de los consumidores (que son muchos más, y votan) reclaman que desde el poder público se adopten de inmediato las medidas necesarias para preservar sus ingresos, amenazados por el creciente proceso inflacionario que vive el país, en especial en materia de alimentos y bebidas; de un modo tal que no hay "Billetera Santa Fe" que lo compense, aunque sin ella, claro, sería aun peor.

Menos cuando en Santa Fe (como en todas las provincias) se harán sentir los aumentos en el precio de los combustibles que el gobierno acaba de autorizar, y los aumentos del precio de la energía mayorista que también decidió la nación la semana pasada, e impactarán en las tarifas de la EPE. Sobre todas estas cuestiones tampoco debería haber demasiadas discusiones y menos en el oficialismo nacional y provincial, porque ahí está en esencia (al menos en nuestra modesta opinión) la causa principal de la pérdida de votos en las elecciones del año pasado, comparadas con las cifras de 2019.

Actualización:

4 comentarios:

Sibil sistem dijo...

Pareciera que ya "No hay 2023". El dilema de CFK para no quedar pegada a un gobierno pasivo y amebario, "salir ya" o aguantar y presentarse en 2023. Axel parece que seguirá en la prov y la interna por ahora (sin que el kirchnerismo haya mostrado candidato) será entre peronistas pasivos con el poder, ya sea Alberto o cualquier gobernador.

Anónimo dijo...

Más de $200 un kilo de pan. Más de $1.000 un kilo de carne. $100 un litro de leche.
Y éstos fernandistas con actitudes de perdonavidas. Anunciando y reculando en medio del caos de la economía mundial. En un país productor de alimentos.
Las Exportadoras o el pan de la gente.
Si el gobierno elige mal,despué☺ a no hacerse el sorprendido con cara de porteño inimputable.
El Colo.

Anónimo dijo...

Todo al pedo. Este sería un tercer gobierno de nemen?? (cavallo? La embajada? Aiudaaa)???
Se va Alberto en helicóptero, nos salva Sergio (con la liga de gobernadores) de la catombe y Cristina va presa?
Aaaah, pero la unidad y coso! En el ojete! De canto.
Ahora ya no podemos romper una mierda, porque rompieron ellos. Hasta eso. O, ni eso.
Una buena, los sindicatos ya están votando contra los gordos. Deberíamos ver humo enseguida.
Hambre y sangre, eso ganamos sosteniendo la unidad.

Mirta Gaggini dijo...

Anónimo: perfecta síntesis de lo que nos depara ésta unidad: hambre y sangre...que es lo que siempre produce la derecha (peronista o no)