LA FRASE

"ESO DE QUE LOS SENADORES REGALADOS SOMOS CAROS ES UNA OPINIÓN DEL PRESIDENTE, A MÍ POR MENOS DE UNA EMBAJADA NO ME CONVENCEN DE QUE VOTE NADA." (LUCILA CREXEL)

martes, 16 de julio de 2024

SIN CONEJOS EN LA GALERA

Para el que le interesa profundizar en el tema, en ésta nota de Alfredo Zaiat a la cual corresponde la imagen de apertura se analizan los últimos anuncios que hicieron Milei y Caputo desde los Estados Unidos, en otro intento más por "calmar a los mercados" y contener la disparada de los dólares financieros y evitar un devaluación.

No es que a nosotros no nos interese, sino que queremos puntualizar otro aspecto: como el modelo de capitalismo financiarizado de casino destruye -una y otra vez la economía real- a la que en definitivas no entiende, ni conoce, ni le importa. ¿O acaso alguien oyó alguna vez al presidente o su ministro de Economía hablar sobre producción, comercio, venta, industria, salarios, o exponer alguna idea o política dirigida a ellos?

El que se vendía como "experto en hacer crecer la economía con o sin dinero" ha destrozado todos los indicadores de la economía real en pocos meses, y ya ni siquiera promete la famosa recuperación en V de la que no hay ni noticias. Ha quedado encerrado en ese dialecto incomprensible para el hombre común -al que por cierto no le hablan, ni lo ven- , y en el que sus destinatarios ("los mercados") no confían, porque expertos como son en estafas, se dan cuenta que los están queriendo cagar. Y entre gitanos no se van a andar echando la suerte.

Mal que le pese a Milei y sus ensoñaciones teóricas, la economía argentina es lo que es y tiene los problemas que tiene, y ni él, ni su ministro, ni sus mentores intelectuales -a los que nadie toma en serio, ni siquiera en los centros del poder financiero internacional- están en condiciones de resolverlos, porque no los entienden. Y no es algo que se nos ocurra a nosotros: ahí están las cifras de lo que sucede cuando se desconoce la realidad, y se empeñan en insistir con las mismas recetas fracasadas, una y otra vez.

Si prefieren seguir creyendo que el problema principal -casi excluyente- que tenemos es el déficit fiscal y que la inflación es un fenómeno puramente monetario en lugar de intentar comprender la complejidad de la realidad y preocuparse por la inequidad en la distribución del ingreso, la pobreza, la exclusión o los desequilibrios del modelo productivo -cosa que requiere atender el problema de la restricción externa atacando sus causas, no sus manifestaciones- no habría mayores inconvenientes, siempre y cuando no tuvieran la responsabilidad de gobernar el país.  

Porque cuando la tienen -como ahora- e insisten en esas idioteces, los resultados son estos, y todo indica que van a empeorar. Y que este experimento con seres vivos está más cerca de terminar que de perpetuarse, y al igual que otras veces no será por un estallido social o una sublevación popular, sino por el fuego amigo: es todo tan parecido al 2018 que asusta, y hasta los protagonistas se repiten. O una cosa sucede porque sucedió la otra: "no se puede hacer un país distinto con los mismos de siempre", decía en campaña el candidato que, ya presidente, fue a buscarlos a Caputo y Sturzenegger para integrarlos a su gabinete.

Que esto termina mal, no caben dudas, y tampoco pasa por monitorear a cuanto llega el dólar blue o los dólares financieros, o como evolucionan los ADR's o los bonos de la deuda: el esquema falla por la base, y no se arregla con remiendos.

Y mal significa no perjuicios para los mercados o los tenedores de bonos (que siempre tienen reaseguros y espaldas para cubrirse), sino para la mayoría de los argentinos, que solo verán agravados sus actuales padecimientos; porque además estamos en manos de un demente sin la menor capacidad de comprensión de la realidad. 

Tuits relacionados: 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Riesgo país 1.600 Puntos.
Pero están gobernando los amigos del mercado. ¿Como puede ser?
El Kirchnerismo ha copado las agencias internacionales de calificación.
Hay que denunciar la conspiración K.
Y mandar a mamá Cora Bullrich con la Gendarmería a que cierre las agencias de calificación, mientras Caputo sigue quemando reservas para frenar el Contado con Liqui.
El Colo.