LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 16 de febrero de 2023

CARANCHOS

 

Sobre los muertos de Cromagnon proyectó el PRO la destitución de Aníbal Ibarra, que les dejó el terreno libre para alcanzar el gobierno de la CABA, que aun detenta hoy y le sirvió como plataforma para proponerse para gobernar la Argentina.

Sobre los muertos de la tragedia de Once se montaron para esmerilar al gobierno de Cristina en su segundo mandato justo cuando comenzaban los cacerolazos -que también fogonearon- por las restricciones a la compra de dólares para ahorro. 

Hacia el final de ese mismo gobierno y hasta el día de hoy, aprovecharon y aprovecharán la muerte de Nisman, cada vez que lo crean conveniente para sus propósitos políticos o electorales; tal como aprovecharon, ya en el gobierno de Alberto, los muertos por la pandemia; mientras hacían marchas contra las vacuna y las medidas sanitarias.  

Aprovechan cada una de las víctimas de la inseguridad, sean ciudadanos comunes o agentes de las fuerzas de seguridad caídos en el cumplimiento de su deber. Esta misma semana Larreta le cargaba al gobierno de Perotti el fardo por la muerte de un policía santafesino, y todo el PRO le carga al kirchnerismo la muerte de la oficial Salazar de la Metropolitana, por oponerse al uso de las Táser. 

Otros muertos, en cambio, que son inexcusable responsabilidad propia, les son ajenos o los olvidan, porque no los pueden utilizar políticamente; como los bomberos de Iron Mountain, los marineros del ARA San Juan o Santiago Maldonado. 

Ya no se trata simplemente -en palabras de Rodolfo Walsh- que se trate de la encarnación política actual de nuestra vieja oligarquía terrateniente, clase social temperamentalmente inclinada al asesinato, sino de una constante, perversa y obscena utilización política de la muerte, que constituye parte de su identidad política. 

La utilización política de la muerte y el dolor, la construcción de una "ideología de la indignación", la manipulación grosera de las emociones humanos, es el atajo que encuentra nuestra derecha (que de nueva, moderna y democrática no tiene nada) para obturar el debate político, ocultar su ideología, traficar clandestinamente sus intereses de clase, y lograr que la gente termine votando cualquier cosa, incluso aunque vaya en contra de sus propios intereses.

Da lo mismo si lo consiguen por el terror con fines de disciplinamiento social, los golpes económicos que dejan a la sociedad inerme y dispuesta a aceptar mansamente terapias de shock en las que -inevitablemente- debe resignar derechos, expectativas y posibilidades, o la manipulación de las emociones y los sentimientos para nublar la razón.

¿Las víctimas? Las víctimas (sean quienes sean) les chupan un huevo, siempre.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

D`alessandro y las 60 pistolas Taser que compraron. 60 pistolas.
La policia de la ciudad de Bs. As. tiene más de 20.000 efectivos.
20.000 dividido 60: 333.
Una Taser cada 333 policias.
Y el mandril dice que la soluciòn son 60 pistolas. ¿Iban a hacer un sorteo?
La deficiencia mental es muy profunda.
El Colo.