LA FRASE

"YO LES DI LA IDEA A LOS MOZOS DE LA CASA ROSADA DE HACER TORTAS PARA VENDER, A MÍ CON ESO ME FUE BÁRBARO Y ME PUDE COMPRAR CUATRO DEPARTAMENTOS EN MIAMI." (KARINA MILEI)

jueves, 11 de enero de 2024

¿LA CONSTITUCIÓN? ¡ME ARRUGA LA ROPA!

 

En medio del tsunami de barbaridades, idioteces y atropellos que es el gobierno de Milei, pasó casi desapercibido lo que dijo Rodolfo Barra en el Congreso en medio de las discusiones por la ley ómnibus: palabras más, palabras menos, algo así como que la Constitución es un lujo que solo podemos darnos en tiempos fáciles, tranquilos y de prosperidad; porque cuando las cosas se complican o transitamos alguna crisis, hay que dejarla de lado hasta mejor oportunidad.

O en todo caso y acorde al tono extorsivo con el que el gobierno viene manejando la discusión con la oposición por el DNU y la ley (en modo "es esto así, ahora, a libro cerrado, o explota todo"), formuló una amenaza no tan velada de lo que el gobierno estaría dispuesto a hacer si no prospera su plan o encuentra resistencias: llevarse puestas las instituciones de una buena vez, y listo.

Las pulsiones autoritarias de Milei y los libertarios son conocidas -y advertidas- ya desde la campaña electoral, cuando se dijo hasta el cansancio que se trata de gente sin demasiado apego a los límites jurídicos o al mismo pacto democrático (el hoy presidente se negó a decir, preguntado al respecto, si valoraba a la democracia como sistema político), y cuyo éxito pondría en serio riesgo el régimen de convivencia social trabajosamente construido durante 40 años.

La advertencia -como las concernientes a su modelo económico y social y sus implicancias- se quedó corta, y los riesgos son ya palpables, en términos de retroceso institucional y democrático. 

Pero lo que Barra está diciendo escala a otro nivel: nos advierte que si no se cede a las demandas del gobierno explotará todo -como si todo viniera funcionando normalmente-, y en ese caso el gobierno hará lo que crea conveniente y necesario, sin sentirse atado o restringido por ninguna norma que no sea su propio interés o deseo, incluida entre esas normas "prescindibles" la propia Constitución.

Pues bien, ése y no otro fue el fundante ideológico de todos los golpes de Estado habidos en éste país -donde no faltaron-, y solo el estado de shock que afecta desde hace un mes a buena parte de la sociedad argentina ha impedido una reacción acorde al tamaño del exabrupto. Eso, y que -como hemos dicho antes- el respeto por el pacto democrático está mucho menos consolidado socialmente de lo que solemos suponer.  

Que la Constitución es un adorno pensado para tiempos prósperos y felices -y no un programa para, entre otras cosas, alcanzar justamente, la prosperidad y la felicidad en una sociedad- es un absurdo que no merece siquiera discutirse, pero el argumento de Barra podría refutarse por reducción al absurdo: de ser así, no hubo años más prósperos y felices que los del kirchnerismo, que gobernó durante 12 años y medio sin un solo día de estado de sitio, y con plena vigencia de los derechos y libertades garantidos por la Carta Magna, incluso en medio de oposiciones cerriles, y crisis varias.

El gobierno parece dispuesto a cumplir con su programa a como de lugar, rifando a cada paso su legitimidad de origen e incluso con desprecio del daño que eso pudiera causar al consenso social que pueda tener a su favor. Y en ese trance, supone que la sociedad argentina -buena parte de la cual decidió cometer un suicidio electoral colectivo- lo soportará estoicamente sin resistir, cuando no lo apoyará explícitamente; aunque por el momento Milei haya archivado su desafío de plebiscitar sus reformas si encuentran obstáculos en el Congreso.

Algo -la compulsa de nuestra compleja historia, los indicadores de la economía cotidiana, el humor social- nos dice que podrían estar asomándose a una equivocación colosal, y costosa para todos. Como dicen, el que viva lo verá. Tuit relacionado: 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

🚁 ........Helicóptero.

El Colo.

Anónimo dijo...

✈ O avión.
El Colo.