LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

domingo, 14 de noviembre de 2021

NO VALE

 

Si al abrirse las urnas está noche se confirma, en líneas generales, el resultado de las PASO, no vale quejarse de como votan los argentinos, aunque nos parezca que muchos de ellos cometan suicido electoral, votando en contra de sus propios intereses. Lo que tenemos que preguntarnos en ese caso es que hicimos mal nosotros, o que dejamos de hacer, para rifar buena parte del apoyo cosechado en las elecciones del 2019, para ganar en primer vuelta.

Tampoco vale enojarse con los que venimos señalando errores, claudicaciones, tibiezas: no se perderán las elecciones porque alguien los señale, sino porque se los comete. No vale aprovechar un resultado electoral adverso para ajustar cuentas hacia adentro, pero invirtiendo el orden de las cosas.

No vale que -de acá a un tiempo- los que terminen votando a la derecha en sus distintas ofertas electorales aleguen que "fueron engañados", y que nosotros compremos ese argumento para "indultarlos", suponiendo que de ese modo podemos capturar esos votos, en la siguiente elección: en una campaña errática, signada por el páramo conceptual de parte nuestra, ninguno de ellos se privó de decir, con todas las letras, lo que harían si les tocara de nuevo ser gobierno.

Hay que asumir de una buena vez que una parte importante de los argentinos quiere una sociedad fragmentada, desigual, insolidaria y regida por las leyes del mercado y la supervivencia del más apto, sea porque en esas condiciones prosperan, o porque suponen que ellos estarán siempre entre los ganadores, y no serán tirados a un costado. Nosotros, por nuestra parte, en lugar de seguir en el futuro arando en el mar, deberíamos centrarnos en atender los deseos, las preocupaciones, las expectativas y los intereses de los que creen en otros modos de organización social, y pueden llegar a votarnos.

No vale, con ninguna excusa, dejar de votar a los candidatos del "Frente de Todos" en los distintos distritos, ni siquiera porque estemos enojados -y con razón- con nuestro gobierno, el que votamos: no hay nada en el mapa político y electoral argentino que sea opción real de poder, que pueda llegar al gobierno en el 2023, que sea mejor: lo que hay al final del túnel es la vieja derecha de siempre, peor que nunca. Y dispuesta además a ir por todo.

Si el gobierno pierde las elecciones, de poco valdrán nuestras quejas, no hay ganancia alguna en eso, ni "votos tácticos", ni trosqueadas al estilo "cuanto peor, mejor", buscando "agudizar las contradicciones" al interior de la coalición oficialista: la derecha ha olido sangre -porque se la dejamos oler- y vendrá por nosotros, todos, los que critiquen o señalen errores, y los amanuenses o alcahuetes que justifiquen esos errores; a menos claro que -en éste caso- comiencen a huir, arrancándose las insignias.

Pero tampoco vale simplemente votar, del mismo modo que no vale, simplemente, quejarse: hay que comprometerse, militar y exigir ya, desde el día de mañana, y cualquiera sea el resultado, el estricto cumplimiento de las promesas electorales que hicimos en el 2019, porque es lo que la gente votó: los 25 meses que restarán desde mañana hasta el final del mandato de Alberto Fernández no pueden ser más de lo mismo, esperando simplemente llegar a esa meta y entregar el gobierno.

Y para el gobierno, fundamentalmente, no vale interpretar los resultados de las elecciones -sean cuáles fueren- como un salvoconducto para hacer cualquier cosa, y en particular, para entregar las banderas buscando acuerdos inviables en términos sociales y políticos, porque supondrán adelantar el fin del mandato, aunque todavía resten dos años: el único modo de no quedar condenados a la esterilidad y la impotencia política, es atreviéndonos a gobernar para aquello que nos votaron, y para quienes lo hicieron.

3 comentarios:

canalla dijo...

Ayer dije que coincidía en un 200% con la nota. Hoy, un 400 %, lamentablemente. De nuevo, Dios nos proteja. Nada de progresismos ni trosqueadas. Sólo peronismo, (obviamente, sin duda, por supuesto, KIRCHNERISMO) más los que quieran sumarse fraternalmente y aguantando adentro de la carpa meando hacia afuera los que nos gustan pero sería peor de afuera meando hacia adentro. Y quién conduce ? Veremos. Abrazo más FRATERNAL que lo habitual.-

Anónimo dijo...

Cuando uno dice que los votantes de la oposición votan contra sus propios intereses, que análisis de fondo hay ahí?
Cuáles son sus intereses inmediatos? Aquellos ajenos a la intelectualizacion política de las supuestas intenciones que tiene el partido cuando hace o no hace.

Que ofreció Alberto, y por ende Cristina y el fdt, en estos 2 años?
No somos acaso más pobres en dólares? No aumento la desigualdad por ingresos y riqueza? No es más cara la vida? No está la inflación igual o peor que con Macri? (Si acaso, la pandemia puso un freno por 2 años, que sino.. anda saber dónde estamos ahora!)
Los jubilados viven mejor? Uds viven mejor?

Y a todo esto, como contracara, no se cumplió con nada de lo prometido en campaña. Porque es cierto que nos prometieron asado y nos dieron polenta, y eso puede justificarse politicamente en la correlación de fuerzas, en la pandemia, en mil pelotudeces, aunque Cristina diga claramente que se eligió no ejecutar el presupuesto aprobado.

Pero, que pasó con la ley de medios, los presos políticos, la investigación de la deuda, los jueces por decreto, la pauta oficial!! Etc etc.????

La conducta partidaria era resultado de un movimiento que se organizaba desde las bases. La elección a dedo no es compatible con la conducta partidaria, porque no existe un partido detrás de las decisiones sino un individuo. Ese individuo es responsable.

Hoy, no es conducta partidaria. Hoy es fidelidad al líder político, al caudillo, o caudilla. Porque eso es lo que temen de Cristina, que saben, no es un partido, es un cuadillo.

Lo que pase será responsabilidad de Cristina. En 2019 fue gracias a ella. Ahora, dado el caso, será por su culpa.


Anónimo dijo...

Unicammente con mas y mas peronismo