La grieta consiste en que unos proponen volver a la encomienda, la mita y el yanaconazgo, y los otros van directamente por la esclavitud: https://t.co/OyKSbC7Mzb
— La Corriente K (@lacorrientek) August 7, 2023
Uno entiende que, en el formato de campaña electoral que estamos transitando (que no se caracteriza precisamente por la profundidad del debate) no se pueda seguir en detalle el nivel de burradas o forradas que dicen y proponen Milei, Bullrich o Larreta.
De allí que sea muy atractivo prenderse en la discusión sobre la bizarreada de filmar las bóvedas del Banco Central para demostrar que no hay reservas, antes que detenerse en otras cuestiones más álgidas, más conectadas con nuestra existencia cotidiana, y no precisamente para mejorarla. Como la idea de una reforma laboral flexibilizadora, que volvió a aparecer como caballito de batalla de la derecha en todas sus formas.
Al respecto, leemos acá en Ámbito Financiero que Larreta no estaría de acuerdo con la idea que deslizó Dante Sica (el asesor de Pato Bullrich en temas laborales) de derogar por DNU la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo, pero que en cambio está a favor de derogar la irrenunciabilidad de las leyes y derechos laborales, contenida en la Ley de Contrato de Trabajo: desde el punto de vista de los trabajadores, sería como elegir entre la sartén o las brasas; porque ambos principios son las columnas basales sobre las que está sostenida toda la legislación laboral protectoria de los trabajadores.
Hace un tiempo atrás desgranábamos nosotros en ésta entrada un ayuda memoria para detectar estos discursos esclavistas tan en boga, disfrazados con eufemismos como "modernizar las relaciones laborales", "actualizar los convenios colectivos" y cosas por el estilo, que resultan seductores para ciertos sectores incluso de los propios trabajadores, pero que no son más que amenazas concretas y ominosas para sus derechos. Recomendamos la relectura del post, porque tiene urticante actualidad.
Porque como diría alguien, "que yo sea paranoico no significa que no me persigan". O sea: que desde acá insistamos en que la "campaña del miedo" agitando el espantajo de la vuelta de la derecha no alcance como argumento electoral para captar votos, no significa que no sea necesario alertar respecto a los peligros concretos que las propuestas de derecha entrañan para los trabajadores argentinos, e instarlos a votar en defensa propia.
Reconocemos, sí, que el contexto social para esa tarea militante es adverso, porque frente a la deserción del sindicalismo, y la realidad concreta del universo laboral argentino esos discursos flexbilizadores permean, pero no hay que desistir de la tarea, porque después puede ser demasiado tarde para lágrimas.
Allá por el 2017 -cuando el macrismo impulsó la reforma previsional que marcó el principio del fin de su gobierno- la victoria de "Cambiemos" en las legislativas de ese año no cuajó en que alumbrara una reforma labora, porque la solidez del macriato comenzó a resquebrajarse antes, porque su esquema macroeconómico de endeudamiento para la fuga de capitales se volvió insustentable más rápido incluso de lo que podía pensarse.
Pero las ideas flexibilizadoras gozaban incluso con un guiño cómplice de la dirigencia de la CGT, cuando muchos pensaban que había macrismo para rato. Pensemos que sucedería ahora si son refrendadas por las urnas, cuando todos ellos (los presuntos halcones, las supuestas palomas, si tal cosa existe) están prometiendo hacer lo mismo que antes, pero más rápido y a más a fondo que en su anterior paso por el gobierno.
Tuit relacionado:
Ayuda memoria para detectar intentos de cagarte bajo el eufemismo de "Modernizar las leyes laborales": https://t.co/oFUIXYgX7B
— La Corriente K (@lacorrientek) August 7, 2023
2 comentarios:
Es cierto estamos con un40% de trabajo en negro que no tiene percibe los beneficios de la ley y mas de un 50% de registrados que son pobres con esta legislacion. Entonces las argumentaciones para una gran mayoria de nuestros votantes es estamos mal pero si gasnan ellos vamos a estar peor, Es cuesta arriba. Encima nuestro candidato dice que hay que exportar mas, suben el piso de ganancias y para los que no llegan a fin de mes el anuncio de un anuncio.
Miguel: Si derogan la irrenunciabilidad de los derechos laborales y dejan sin efecto los convenios colectivos, el 90% de los trabajadores registrados pasaran a ganar salarios de hambre. Esa será la realidad. Hay que evitar el suicidio colectivo.
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