En esta nueva entrada analizaremos el grado de avance de algunas obras que el gobierno provincial difunde ampliamente en el área de Salud; parte de los cuáles son algunos de los famosos 8 nuevos hopitales de los que habla frecuentemente el delfín de Binner para sucederlo en la Gobernación, Antonio Bonfatti.
Nuevo Hospital Iturraspe:
Esta fue otra obra problemática, licitada y adjudicada por la gestión de Obeid, decisión luego dejada sin efecto por Binner propiciando un nuevo llamado a licitación, que culminó en el 2009 con una polémica adjudicación a Ponce Construcciones, observada por el Tribunal de Cuentas e insistida por el Ejecutivo.
Por esa razón apareció como obra nueva en el Presupuesto 2009 (cuando se licitó y adjudicó por segunda vez) como “Hospital Nodal Santa Fe”, con un valor de $ 69.120.000, para comenzarse ese año y concluirse en el 2011, y una ejecución prevista para el 2009 de $ 22.869.216.
Claramente eso no sucedió, pero lo extraño es que el Presupuesto 2010 designó a la obra como “Construcción Nuevo Hospital Iturraspe” (o sea que el famoso Nodal no estaba tan claro donde iba a estar), pero valuada en $ 27.744.547, es decir apenas un 40,14 % de su valor original, y registrando cero (0) ejecución al 31 de diciembre del 2009, pese a haber sido adjudicada el 21 de abril de ese año.
Para compensar esa mora (ocho meses sin trabajo alguno), el presupuesto del 2010 planteó que el total de la obra (los 27 y pico de millones) se ejecutarían en el transcurso del año, y se la finalizaría al 31/12/10, lo que cualquiera que pase por el lugar de los trabajos (de lo cual da cuenta además la foto que ilustra este post) sabe que no sucedió.
Y surge así claramente del propio Presupuesto 2011, que habla de una ejecución al 31 de diciembre de 2010 de $ 31.784.370, con lo cual podría uno preguntarse ¿cómo es posible que no den por finalizada la obra si el valor ejecutado excede en más de cuatro millones de pesos el valor total previsto, que fue además el que corresponde a la adjudicación a favor de Ponce Construcciones?
Muy sencillo: porque el Presupuesto 2011 “recalcula” el costo total de la obra en $ 124.111.232, es decir un 347,33 % de aumento de un año a otro, pese a lo cual (y a que la obra se financia en su totalidad con el líquido Fondo Soja) el ritmo de ejecución de obra para el 2011 se rebajaría a 13 millones de pesos para todo el año, quedando los $ 79.326.862 restantes (el 63,91 % del nuevo y oneroso valor de obra) para ejecutarse en el 2012 cuando Binner, Storero y Cappiello ya no estén en el gobierno.
Meta que parece difícil (si no imposible) de cumplir, porque implicaría multiplicar por seis el ritmo actual de ejecución de las obras, para poder finalizarlas en el nuevo plazo previsto, dos años posterior al original.
Meta que parece difícil (si no imposible) de cumplir, porque implicaría multiplicar por seis el ritmo actual de ejecución de las obras, para poder finalizarlas en el nuevo plazo previsto, dos años posterior al original.
Nuevo Hospital de Reconquista:
En esta obra pasó lo mismo que la anterior: licitada y adjudicada por la gestión anterior, dejada sin efecto la adjudicación por la actual y vuelta a licitar y adjudicar, con cuestionamientos del Tribunal de Cuentas y demases.
En el presupuesto 2009 apareció como obra nueva con un costo asignado de $ 65.600.000, para comenzar a realizarse ese año ejecutando $ 8.511.600, y concluir la obra durante el año 2011.
El Presupuesto 2010, al igual que en el caso anterior, “rebajó” el precio de la obra a $ 30.303.213 (el 46,19 % del valor original), importe que corresponde a la oferta adjudicada en la licitación y que sería solventado en su totalidad con el Fondo Soja, y registraba una ejecución real al 31 de diciembre del 2009 de cero pesos, pese a que la obra (al igual que la del Iturraspe) fue adjudicada en mayo de ese año.
Con el Presupuesto 2011 vuelven a aparecer las sorpresas: el valor de la obra se eleva a los $ 122.806.267 (un 305,26 % de aumento del valor adjudicado en la licitación), y la obra acusa una ejecución proyectada al 31 de diciembre del 2010 de $ 9.505.864 (el 7,74 % del nuevo valor calculado); de los cuáles $ 3.900.131,35 corresponden a la redeterminación de precios y adicional de obra aprobados por Decreto 1771/10 para destrabar la parálisis de la obra, que llevaba siete meses.
Con esos números, igualmente el gobierno planea terminar la obra en el 2012 ejecutando este año sólo 19 millones de pesos, y dejando $ 94.300.403 para el primer año en que Binner ya no esté en el gobierno. Valga lo mismo que para el nuevo Iturraspe: para cumplir con esa meta, deberían quintuplicar el ritmo de obra previsto para este año.
Otros hospitales:
Para que se vea que los dos casos considerados no son aislados, veamos que sucede con los nuevos hospitales de San Cristóbal y Venado Tuerto.
En el caso de San Cristóbal, al asumir el gobierno Hermes Binner la obra estaba iniciada, con un costo previsto de $ 21.531.294, de los cuáles se habían ejecutado $ 11.482.301, y debía estar finalizada para fines del 2009 (o sea ejecutar algo más de 10 millones de pesos en dos años). Pese a que el presupuesto oficial fue rebajado a $ 15.046.173 en 2009, y a $ 16.480.156 en el 2010 (es decir 5 millones menos que el valor original), la obra se finalizaría recién este año si se ejecutan algo así como $ 57.300 pendientes.
El nuevo hospital de Venado Tuerto es el caso más parecido a los dos primeros señalados en ésta entrada: contemplado originariamente como obra nueva en el Presupuesto de 2009, tenía un costo de $ 65.600.000, y debía ser finalizado éste año. Tras registrar al 31 de diciembre del año pasado una ejecución de $ 22.458.627, el presupuesto fue elevado a $ 120.108.267 (casi el doble del original), y se contempla ejecutar este año obra por 20 millones de pesos (lo mismo en un año que en los dos anteriores), para concluirlo en el 2012 (un año después de lo previsto) ejecutando los restantes $ 77.650.000, osea cuadruplicando el ritmo de obra previsto para el 2011.
CEMAFE (Centro de Especialidades Médicas de Santa Fe):
Esta obra "emblemática" -cuya utilidad misma ha sido discutida por muchos expertos en salud- fue incluida como nueva en el Presupuesto 2009, con un importe original de 25 millones de pesos, y finalización prevista en el 2011. En el Presupuesto 2010 (en el que la obra todavía no había comenzado), el costo ya ascendía a $ 40.546.034, de los cuáles $ 20.413.307 se ejecutarían el año pasado y el resto éste, hasta finalizarla.
Cualquiera que haya pasado por el lugar de los trabajos (frente al puerto de Santa Fe) advertirá que -ni por asomo- la obra se encuentra en la mitad de su ejecución, tal lo previsto por el gobierno. Pero lo más extraño es que el Presupuesto 2011 eleva el costo de la obra a $ 74.040.445, de los cuáles en el transcurso de éste año se ejecutarían 45 millones y el resto en el 2012, en que se terminaría aplazando así ya en un año el tiempo previsto de finalización de los trabajos.
Pero cabe preguntarse, ¿cómo puede ser que la obra esté presupuestada en un 74,72 % más cara que la adjudicación a la contratista -Dycasa, la ex operadora de Aufe como concesionaria de la Autopista Santa Fe-Rosario- que data de septiembre del año pasado como se puede ver en éste decreto?
Muy sencillo: todas estas obras (y otras más, como por ejemplo el Puerto de la Música) involucran lo que se conoce como "Estructuras de hormigón armado", es decir el armazón o cáscara de los edificios (con sus correspondientes cimientos), quedando para etapas posteriores todos los trabajos de terminación necesarios para que cumplan el uso al que están destinadas.
Esta circunstancia (que encarece los costos finales y retrasa los plazos de finalización) es sistemáticamente omitida por la propaganda oficial, que nos muestra edificios finalizados primorosamente confeccionados...por computadora.
Otros hospitales:
Para que se vea que los dos casos considerados no son aislados, veamos que sucede con los nuevos hospitales de San Cristóbal y Venado Tuerto.
En el caso de San Cristóbal, al asumir el gobierno Hermes Binner la obra estaba iniciada, con un costo previsto de $ 21.531.294, de los cuáles se habían ejecutado $ 11.482.301, y debía estar finalizada para fines del 2009 (o sea ejecutar algo más de 10 millones de pesos en dos años). Pese a que el presupuesto oficial fue rebajado a $ 15.046.173 en 2009, y a $ 16.480.156 en el 2010 (es decir 5 millones menos que el valor original), la obra se finalizaría recién este año si se ejecutan algo así como $ 57.300 pendientes.
El nuevo hospital de Venado Tuerto es el caso más parecido a los dos primeros señalados en ésta entrada: contemplado originariamente como obra nueva en el Presupuesto de 2009, tenía un costo de $ 65.600.000, y debía ser finalizado éste año. Tras registrar al 31 de diciembre del año pasado una ejecución de $ 22.458.627, el presupuesto fue elevado a $ 120.108.267 (casi el doble del original), y se contempla ejecutar este año obra por 20 millones de pesos (lo mismo en un año que en los dos anteriores), para concluirlo en el 2012 (un año después de lo previsto) ejecutando los restantes $ 77.650.000, osea cuadruplicando el ritmo de obra previsto para el 2011.
CEMAFE (Centro de Especialidades Médicas de Santa Fe):
Esta obra "emblemática" -cuya utilidad misma ha sido discutida por muchos expertos en salud- fue incluida como nueva en el Presupuesto 2009, con un importe original de 25 millones de pesos, y finalización prevista en el 2011. En el Presupuesto 2010 (en el que la obra todavía no había comenzado), el costo ya ascendía a $ 40.546.034, de los cuáles $ 20.413.307 se ejecutarían el año pasado y el resto éste, hasta finalizarla.
Cualquiera que haya pasado por el lugar de los trabajos (frente al puerto de Santa Fe) advertirá que -ni por asomo- la obra se encuentra en la mitad de su ejecución, tal lo previsto por el gobierno. Pero lo más extraño es que el Presupuesto 2011 eleva el costo de la obra a $ 74.040.445, de los cuáles en el transcurso de éste año se ejecutarían 45 millones y el resto en el 2012, en que se terminaría aplazando así ya en un año el tiempo previsto de finalización de los trabajos.
Pero cabe preguntarse, ¿cómo puede ser que la obra esté presupuestada en un 74,72 % más cara que la adjudicación a la contratista -Dycasa, la ex operadora de Aufe como concesionaria de la Autopista Santa Fe-Rosario- que data de septiembre del año pasado como se puede ver en éste decreto?
Muy sencillo: todas estas obras (y otras más, como por ejemplo el Puerto de la Música) involucran lo que se conoce como "Estructuras de hormigón armado", es decir el armazón o cáscara de los edificios (con sus correspondientes cimientos), quedando para etapas posteriores todos los trabajos de terminación necesarios para que cumplan el uso al que están destinadas.
Esta circunstancia (que encarece los costos finales y retrasa los plazos de finalización) es sistemáticamente omitida por la propaganda oficial, que nos muestra edificios finalizados primorosamente confeccionados...por computadora.
También oculta que, en su mayoría, son obras, proyectadas, planificadas y licitadas por la UEPA (Unidad Especial de Proyectos de Arquitectura) a cargo del famoso y polémico Mario Corea Aiello (arquitecto responsable de los diseños que vive en Barcelona y viaja de vez en cuando), donde además colabora activamente la esposa de Binner); y está por verse si las etapas ulteriores de los trabajos serán adjudicados -como corresponde- previa licitación pública; o si se vulnerará la Ley de Obras Públicas con subterfugios como adicionales de obra o trabajos extracontractuales, y recaerán en manos de las mismas empresas contratistas.
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