LA FRASE

"SI SABÍA QUE IBA A IR TAN POCA GENTE A LA LEGISLATURA, LES PONÍA PRESENTISMO A LOS DE FRANJA MORADA." (MAXIMILIANO PULLARO)

viernes, 15 de julio de 2011

NOS CONTÓ UN PAJARITO


Hace un tiempo contábamos acá que el gobierno provincial "contrató" al Centro de Implementación de Políticas Públicas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) para la elaboración de un "Manual Electoral Santa Fe 2011" para explicar el funcionamiento del sistema de boleta única; y propagandizar sus bondades para terminar con el clientelismo.

La contratación fue directa, invocando la "capacidad especial" del CIPPEC, como lo dice este decreto de Binner; y cuando se cerraron las listas de candidatos para las elecciones nacionales, nos encontramos con la sorpresa (para algunos) de que el CIPPEC no era tan apolítico como dice: varios de sus integrantes son hoy candidatos a diferentes cargos, todos en listas opositoras al gobierno nacional. 

Pero volvamos al "Manual" encargado al CIPPEC: en él se decía que con el sistema de boleta única "se terminaba el negocio de la impresión de boletas"; lo cual era como mínimo curioso, porque para implementarlo el gobierno de Binner contrató en forma directa a Artes Gráficas del Litoral (firma compuesta por el diario El Litoral y el Grupo Clarín, le avisamos desde acá a Binner por si lee este blog) y a Boldt S.A., y a su vez AGL tercerizaba el trabajo con Impripost S.A., que es una empresa de la que son dueños por mitades el Grupo Clarín y Techint. 

Y más curioso todavía por lo que pasó con el "Manual", que obviamente una vez confeccionado por el CIPPEC, debía ser impreso; y el gobierno de Binner puso manos a la obra: por expediente Nº 02001-0009960-7 tramitó una contratación directa "por razones de urgencia" para imprimir 100.000 ejemplares.

Se pidieron propuestas a dos empresas, ninguna de las cuáles figuraba inscripta en el Registro de Proveedores del Estado, y se terminó adjudicando el trabajo a la que cotizó más barato ($ 74.098), por Resolución Nº 199 del 28 de abril de este año del ministro de Justicia y Derechos Humanos Héctor Superti; ya que a quien le correspondía resolver estos asuntos por ser de su competencia (el ministro de Gobierno y Reforma del Estado Antonio Bonfatti), se "excusó"de intervenir por ser candidato.

En los considerandos de la resolución de Superti adjudicando la contratación directa, la Comisión de Adjudicaciones que intervino dijo textualmente: "si bien las ofertas recibidas conforme a lo solicitado oportunamente, no cumplen en un todo, resuelven continuar con lo peticionado por la Coordinación Electoral en su análisis técnico y económico, en consideración a los plazos que exige el cronograma electoral, ya que el material debe entregarse a los recurrentes en fecha 29 de abril de 2011...". 

Recuerden que la resolución de Superti adjudicando la contratación directa es del día 28 de abril, o sea que la empresa que ganara tenía un día de trabajo (o menos, depende de cuando la notificaran) para imprimir los 100.000 ejemplares.

Cuando se contrata por concurso de precios, obviamente no hay publicidad del llamado (como en una licitación pública), sino que el Estado envía pedidos de cotización a firmas inscriptas en el Registro de Proveedores del Estado en el rubro respectivo (en este caso trabajos de impresión), porque así lo exigen la Ley de Contabilidad y la Ley Nº 12.510; y además previamente debe hacer constar que el trabajo en cuestión (en este caso los "Manuales" del CIPPEC) no puede ser hecho por la Imprenta Oficial de la provincia.

Tanto en la contratación directa de los primeros 100.000 ejemplares, como en el concurso de precios que se hizo después para imprimir otros 30.000 como veremos, la Imprenta Oficial informó que no podía hacer el trabajo; no por razones técnicas, sino por el escaso tiempo en que se lo pedían.Claro, contra empresas capaces de imprimir 100.000 ejemplares en el día, imposible competir. 

Aquí tienen el enlace al portal de compras del gobierno provincial, en la parte que refiere a las empresas inscriptas como proveedoras del Estado en el rubro "Imprenta, publicaciones e impresiones". Como verán, son 34 pero sólo 14 de ellas tienen la inscripción vigente.  

Pero parece que los 100.000 Manuales resultaron pocos, y entonces por el expediente Nº 02001-0010170-6 tramitó un concurso de precios para imprimir otros 30.000 ejemplares a ser distribuidos por toda la provincia.

En ese concurso de precios el gobierno de Binner mandó las tres invitaciones de rigor, pero también en este caso ninguna de las empresas invitadas estaba inscripta en el Registro de Proveedores del Estado.

Lo que nos contó un pajarito es que el concurso terminó sin resolverse, porque por su monto menor debía ser aprobado por un funcionario de carrera que se negó a firmar la adjudicación, justamente por la forma en que se había resuelto la de los primeros 100.000 ejemplares.

Bueno, dirán ustedes: nos quedamos sin Manuales.

No señor: los manuales se imprimieron y se repartieron, nos lo contó el mismo pajarito; que también nos contó que los hizo una empresa que no estaba inscripta en el Registro de Proveedores del Estado y que luego por expediente Nº 00101-0216757-4 presentó un reclamo para cobrar la factura por los trabajos, que los cotizó en exactamente $ 41.901.

Migajas, dirán ustedes; comparadas con los $ 23.135.208 de la impresión de las boletas únicas.

Puede ser, pero vieron como son los pajaritos: ven miguitas y se tiran enseguida, no quieren dejar ni una: los primeros 100.000 los cobraron 74 centavos por cada uno; por los siguientes 30.000, cobrarán $ 1,39 por cada Manual de transparencia electoral; un aumento del 87,83 % del costo unitario en apenas un mes. Y sí, tienen razón: Moreno dibuja los índices de inflación.

Y lo que también nos contó el pajarito es que la empresa que ganó la contratación directa para imprimir los primeros 100.000 manuales, y que ganaba el concurso que al final no fue adjudicado para hacer los otros 30.000, pero los hizo igual de onda y ahora los quiere cobrar, es nada más ni nada menos que nuestra conocida Artes Gráficas del Litoral; que ahora nos enteramos que no está inscripta en el Registro de Proveedores.

Ahora entendemos por que Binner dice que él no les pide el ADN a las empresas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y uno tiene que aguantar que el gordo impresentable de Vittori, la vaya de reserva moral de la ciudad. Por $10 bombardea un jardin de infantes.