LA FRASE

"¿CÓMO VAS A SER TAN GIL DE QUE TE AGARREN CON UNA VALIJA CON PLATA EN PARAGUAY?" (GUIDO ANTONINI WILSON)

domingo, 30 de septiembre de 2012

NO SE NOTA, CHE


Al menos a juzgar por lo que uno ve cuando va al supermercado o al almacén, o tiene que salir a comprar ropa o cualquier cosa.

De todos modos, no se entiende por qué gente honesta y cumplidora de sus obligaciones con el fisco tendría que tenerle miedo a la AFIP.

REFLEXIONES FILOSÓFICAS SOBRE EL CACEROLAZO

LAS FRASES DEL MES


1. "Quiero aclarar que las carpetas que llevo siempre son los apuntes de las materias que me faltan para recibirme de ingeniero." (Juan Carlos Blumberg

2. "Menos mal que las 300 licencias no las compramos con tarjeta y en el exterior, porque sino encima nos cobraban recargo." (Ernestina Herrera de Noble)

3. "Es verdad, estoy en conversaciones para sumarme al PRO, pero no me termina de cerrar el hecho de que en la ciudad siguen haciendo controles de alcoholemia." (Patricia Bullrich)

4. "Lo de este chico cordobés que escribió que la muestra de Evita le dio asco me hace pensar si no habría que apoyar la iniciativa del voto a los 16 años." (Mariano Grondona)

5. "Si adoctrinamos a los pibes en las escuelas se quejan, si ponemos cadena nacional después del horario de protección al menor también, ¿al final quién los entiende?" (Aníbal Fernández)

6. "El gobierno nacional dice que va a intervenir en la telefonía, ¿ven que todo el tiempo nos están copiando ideas?" (Mauricio Macri)

7. "Ese tal Echegaray no me deja ni respirar." (Sri Sri Ravi Shankar

8. "Ahora que todo el mundo se pasa al cable porque está podrido de la cadena nacional, el gobierno nos obliga a dar marcha atrás con la fusión y a devolver abonados por el artículo 161 de mierda ése." (Héctor Magnetto)  

9. "Este chico Kicillof dice que desde el Estado se puede fundir a una empresa, por favor, ésa no es tarea para cualquiera, se requiere de profesionales." (Carlos Menem)

10. "Estamos en contra del voto a los 16 porque los jóvenes a esas edad carecen de experiencia política, por ejemplo nunca vieron a un presidente radical terminar su mandato." (Mario Barletta)  

11. "Que los pibes puedan votar a los 16 años es una barbaridad, a esa edad sólo piensan en alcoholizarse todo el día." (Patricia Bullrich)

12. "Quiero desmentir los rumores que circulan sobre mi matrimonio, de la que estoy separado es de Norma Morandini, que no me da ni cinco de bola y vota como se le canta en el Congreso." (Hermes Binner)

13. "Patricia Bullrich hablando todo el tiempo de Galtieri da que pensar si no lo conoció en el club del whisky." (Aníbal Fernández)

14. "Desde que lanzamos el FAP que a Estenssoro la tenía entre ceja y ceja para sumarla." (Hermes Binner)

15. "Una vez más quedó reafirmado mi liderazgo entre los argentinos: les pedí que no fueran el jueves a la Plaza de Mayo, y el 99,99 % del país me hizo caso." (Elisa Carrió)

16. "El ejemplo de civismo y democracia que dio el pueblo argentino el jueves a la noche merece un brindis." (Patricia Bullrich

17. "Lo de la tapa en blanco no tiene nada que ver con la censura, la verdad es que ya no sabíamos que pelotudez contra Cristina poner." (Jorge Fontevecchia)

18. "Con el trabajo que me dio conseguir cospeles, recorrí toda la ciudad buscando un teléfono público de ENTEL y no encontré ni uno." (Patricia Bullrich)

19. "Mis periodistas favoritos, con los que me informo todos los días, son Carlos Pagni, Roberto García y el "Tata" Yofre." (Mauricio Macri)

20. "Si nos sale bien la recolección de firmas contra la re-reelección, largamos otra para que se vuelvan a juntar los Beatles." (Hermes Binner 

21. "Estoy de acuerdo con que haya una nueva ley de riesgos del trabajo: si hay algo riesgoso, es trabajar." (Mauricio Macri)

22. "El mensaje de la plaza el otro día fue clarísimo, la gente cantaba "Andá con Néstor, porque Pino es senador..."." (Pino Solanas)

23. "El verdadero gurú de los porteños es Lanata, que viaja al interior a mostrarles lo terribles que son Alperovich o Gildo Insfrán para tranquilizarlos por haber votado a De La Rúa y Macri." (Luis D'Elía)

24. "¡Ma' qué 7 D ni ocho cuartos: a mí las licencias me las van a tener que dejar por lo menos hasta que Bonelli hable de corrido y se le entienda!" (Héctor Magnetto)  

25. "Me levantan el programa pero no es por censura, sino porque me ofrecieron conducir "Domingos para la juventud"." (Eduardo Feinmann

26. "¿Cómo que no se vino el ajuste?, ¿por qué creen que Louis Vuitton se va de la Argentina?, porque Cristina dejó de comprarse carteras." (Luis Majul)

27. "¡Como no me di cuenta antes de lo de las escuchas que Oyarbide se aparta de las causas si le caceroleás en la puerta de la casa!" (Mauricio Macri

28. "Si creen que los estudiantes yanquis incomodaron a Cristina esperen a que venga a Sociales de la UBA." (Jorge Altamira)

29. "La presidenta estuvo cínica contra los estudiantes de Harvard y créanme que lo dice alguien que de cinismo, sabe un toco." (Jorge Lanata)

30. "Tenemos pruebas de que las tomas de los colegios están organizadas por el kirchnerismo, en represalia por la conferencia de prensa en Harvard." (Esteban Bullrich)

sábado, 29 de septiembre de 2012

SE LARGÓ LA INTERNA DEL FRENTE PROGRESISTA PARA 2015, CON ESCALA EL AÑO QUE VIENE


Hace más de dos años que se venía discutiendo en la Legislatura provincial la redistribución de los recursos del Fondo Federal Solidario (fondo soja) que envía la nación entre la provincia (que se queda con el 70 %) y el conjunto de las municipalidades y comunas, que reciben el 30 % restante.

Se trata de recursos ciertos, líquidos y disponibles, afectados con exclusividad a la obra pública (aunque el gobierno provincial también los haya usado para adquirir ambulancias o equipamiento hospitalario); que se ha constituído desde su creación en el 2009, en el principal soporte financiero de la escasa obra ejecutada por el gobierno de Binner antes, y por el de Bonfatti ahora: ver datos oficiales acá.

Por esa razón los proyectos de reforma para incrementar la participación de municipios y comunas en el FFS no prosperaban: la administración provincial defendía la distrinución dispuesta por Binner por decreto, porque le daba una herramienta para mostrar algo de gestión en uno de los flancos más vulnerables de los gobiernos del Frente Progresista: la obra pública.

Pero ahora las cosas cambiaron, y la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el fifty fifty: 50 % de lo que llegue del fondo soja irá a la provincia, y el otro 50 % al conjunto de los municipios y comunas; y si hay excedentes sobre lo previsto en el Presupuesto (unos 868 millones se proyectan para el 2013), el 60 % de esos excedentes irían al conjunto de municipios y comunas, y el resto a la provincia.

En la votación en general (parta llevar la cuota parte de municipios y comunas al 50 %) todos los diputados del FPCyS  votaron a favor, pero cuando se discutió el destino del excedente los socios menores (los demás partidos, excepción del radicalismo y el socialismo) votaron en contra, y ambas posturas tienen su explicación.

El año que viene no sólo se eligen en Santa Fe diputados nacionales, sino que se renuevan la totalidad de los gobiernos comunales (que tienen dos años de mandato), de modo que si los presidentes comunales del interior de la provincia no se garantizan fondos disponibles para ejecutar obras en plena campaña electoral, se juegan su suerte en condiciones desfavorables.

Y los radicales (a diferencia de lo socialistas, que sólo gobiernan en Rosario) tienen muchas comunas bajo su control, desde las que despliegan su poder territorial para llegar a las elecciones provinciales del 2015 en condiciones de poder imponer a un hombre de la UCR como candidato a gobernador del FPCyS, por encima de los aspirantes que ya han empezado a surgir desde el socialismo, empezando por el senador rosarino (y ex intendente) Miguel Lifschiz.

Esas razones son además convergentes con las de los presidentes comunales del PJ (de hecho, son las mismas), y de los intendentes de todos los partidos, cargos ejecutivos que se jugarán también en el 2015, y localidades donde se renovará la mitad de los concejos municipales el año que viene.

Los partidos menores del FPCyS en cambio (ARI-Coalición Cívica, Pares) no tienen responsabilidades concretas de gestión ejecutiva en municipios y comunas, y participan como socios (muy) minoritarios en la gestiones municipales de Santa Fe y Rosario, conducidas por la UCR y el socialismo, respectivamente; de allí que su suerte está más ligada a la perfomance del gobierno provincial que a la de las gestiones locales. 

La votación de Diputados hace presumir que el proyecto será aprobado sin problemas también en el Senado (donde los representantes territoriales son aún más afectos a oír los reclamos de intendentes y presidentes comunales); y de ese modo el gobierno provincial se verá privado de unos 174 millones de pesos destinados a la obra pública, en beneficio del conjunto de municipios y comunas de todos los signos políticos.

Otro ejemplo de la debilidad política del gobierno de Bonfatti en la Legislatura (donde el socialismo sólo cuenta con un senador y cinco diputados propios), y la contracara de la reciente aprobación de la reforma tributaria; o si se prefiere, un trago amargo que la Casa Gris deberá apurar, si pretende que le den luz verde al pedido de endeudamiento de la provincia en 500 millones de dólares, justamente para concretar obras públicas.

Pero la cosa no se detendría en la redistribución del llamado Fondo Soja. hay proyectos legislativos para modificar el llamado Fondo de Obras Menores, de modo tal que los recursos que asigna sean distribuidos entre los municipios y comunas (todos, excepto Santa Fe y Rosario) en forma diaria y automática como la coparticipación; y no mediante el engorroso y burocrático sistema diseñado por Binner en el 2008; del cual se daba cuenta acá.     

Y allí habrá que ver como juega la interna del Frente Progresista de cara al 2015, porque se descuenta que los distintos sectores del peronismo (que expusieron sus fracturas en el tratamiento de la reforma tributaria) cerrarán filas para que el proyecto avance, porque sus intendentes y presidentes comunales verán de ese modo superada la discriminación que sufren por parte del gobierno provincial en la asignación de esos recursos; y que llegara a los oídos de la propia Cristina, que se lo enrostró días pasados a Bonfatti en teleconferencia.  

PAGNI ERA DE LA MATANZA: SE OFENDIÓ POR LO QUE DIJO CRISTINA EN HARVARD


(*)

En un nuevo esfuerzo por justificar su resistencia a la interpelación de la prensa, Cristina Kirchner descalificó en la Universidad de Harvard a la prensa argentina (no, a la prensa argentina no, a vos y los otros ladris que hackeaban correos y difundían la información, no busqués la solidaridad corporativa) que "hay varios periodistas procesados porque hackeaban mails, conversaciones telefónicas de funcionarios y que usaban esto para extorsionar". (cosa que dijo Cristina, pero resolvió una jueza)
De ese modo, y antes de lo podía esperarse, (¿cómo sabías cuándo podía esperarse que hablara del tema, tan importante creés que sos para ella, o le hackeaste otra vez los mails?) la Presidenta desnudó su interés por esa causa judicial.(ah, o sea que ahora lo raro es interesarse por una causa judicial que es pública, y no por los correos  de la gente, que son privados) En efecto, el pasado lunes 17, como informó La Nación, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, resolvió el procesamiento de varios periodistas. Entre ellos, el mío.(es decir que lo relevante no es que la jueza te procesó, sino que La Nación lo informó) 

Sin embargo, al referirse a esa medida, la señora de Kirchner falseó algunos datos y ocultó otros. En principio, omitió decir que se trata de un expediente promovido por la Secretaría de Inteligencia, que conducen Héctor Icazuriaga y Francisco Larcher, y que depende de ella. (obvio: lo que habían hackeado eran cuentas privadas de funcionarios, empezando por el Jefe de Gabinete y los secretarios privados de la presidenta, y dos jueces de la Corte Suprema) También desfiguró lo que la misma jueza expresó en una resolución que apelé ante la Cámara Federal de San Martín el pasado viernes 21, por considerar que las pruebas y los argumentos sobre los que se fundaba eran absurdos.(¿cómo puede "desfigurar" algo en lo que a vos concierne si no te mencionó nunca?, además del hecho de que vos hayas apelado la resolución, hasta tanto no sea revocada, no le quita una coma a lo que decidió la jueza al procesarte: seguís estando procesado, por lo que dijo la jueza)
En lo que a mí respecta, la jueza me acusó de haber recibido, en siete oportunidades durante el año 2007, documentación enviada por el periodista, escritor y antiguo jefe de la SIDE (en tiempos de Menem) Juan Bautista Yofre, entre la que había e-mails de terceros. Yofre enviaba esos materiales por su propia iniciativa y eran una parte insignificante del caudal de información que proceso a diario.(pero no se los devolviste indignado con una nota que dijera algo sí como "¿por qué me envía esto señor, que pretende usted de mí?", como diría la Coca Sarli, no señor: te los guardaste y le pediste más)
A diferencia de lo que sostuvo la Presidenta para justificar su rechazo al trato con la prensa, la jueza reconoció que no hay indicio alguno de que yo haya intervenido un e-mail ajeno. (la presidenta dijo que había periodistas que lo hicieron cosa que es cierta: vos acabás de decir que el Tata Yofre es periodista, si te diste por aludido personalmente, es un problema tuyo, no de ella) Ni siquiera encontró una prueba de que solicitara esos envíos. Y tampoco pudo demostrar que estuviera al tanto de cómo esos correos habían sido obtenidos. (por suerte para vos, pero ¿todo esto que tiene que ver con Cristina, la apelación que presentaste la tiene que resolver ella?) 
La doctora Arroyo Salgado tampoco pudo demostrar que yo conociera a los que infiltraban correos electrónicos, que ella vinculó con Yofre. En realidad, me enteré de su existencia cuando se conocieron sus actividades a través de los medios.(ah, claro, vos ni lo conocías a Alderete el de SEPRIN, obvio, al Tata Yofre tampoco: ¿qué clase de periodista político sos entonces, eh?) Entonces supe que eran dos funcionarios del actual gobierno, subordinados al entonces jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Marcelo Saín, y al entonces ministro del Interior, Aníbal Fernández. Es decir, integraban la administración de la Presidenta. Un dato significativo que ella se olvidó de consignar.(pasa que da la casualidad que no pinchaban correos por orden de ella, como lo comprueba el simple hecho de que sus secretarios privados y su Jefe de Gabienet fueron víctimas de los hackeos, en realidad pinchaban mails por orden del Tata Yofre, que está procesado justamente por eso, curiosa teoría de las responsabilidades adentro del Estado la tuya)  
Otra circunstancia interesante es que la jueza no pudo probar que yo haya publicado información alguna de la que Yofre enviaba. Igual me procesó. (entonces no fue un fallo contra el periodismo, simplemente contra los hackeadores de correos) Para resolver esa dificultad recurrió a un argumento insólito: como mi informante podría haber tenido otra computadora, distinta de la que ella pudo investigar, y desde esa computadora imaginaria me podría haber enviado otra información, yo podría haber publicado. Y, como con esas publicaciones, con las que ella fantasea, mi trabajo se habría visto enriquecido, yo me moví con un "afán de lucro".(cosa que en tu caso es completamente insospechada, el video de los Eskenazy fue un montaje y en el sobre había...correos privados de gente)
La jueza contrarió el principio básico de presunción de inocencia. Por lo tanto, para defenderme yo debería demostrar que jamás publiqué las informaciones que Yofre nunca me envió desde una computadora que no tiene. (ah, pero entonces esta semana nomás la Cámara te desprocesa) 
Por cierto, la jueza nunca habló de extorsiones. Esa palabra fue introducida por la Presidenta.(es verdad, Cristina se equivocó: no estaba hablando del caso del video donde te entregan un sobre con plata para escribir doce columnas contra la gestión de los Eskenazy en YPF)
Es comprensible que la señora de Kirchner, (ah, por fin, después de cuatro párrafos de hablar de la jueza volviste a Cristina, que fue la excusa para escribir esta nota) para descalificar al periodismo de su país, haya tenido que desfigurar los hechos que se investigan en este caso judicial. (¿y cuál sería concretamente la parte en que los desfiguró, no descalifica más al periodismo pinchar mails y recibir la información así obtenida?)
De lo contrario, debería haber dicho que, a instancias de los servicios de inteligencia que dependen de la Presidencia, la doctora Arroyo Salgado me procesó (no, a instancias de los servicios no, a partir de las pruebas que encontró en la causa, ¿desde cuando el denunciante en una causa es el que decide si se procesa o no a los acusados?) por recibir información que jamás pedí y que jamás publiqué.(pero que guardaste sin devolverla a su remitente, que justamente había sido Secretario de Inteligencia mirá vos) No sería un buen ejemplo para alegar que la libertad de prensa en la Argentina está garantizada.(es verdad, pero ella no lo puso como ejemplo de eso, sino del periodismo lamentable que tenemos, que es lo que a vos te ofendió, porque decís que lo descalifica a partir de ahí, ponéte de acuerdo)
Porque la doctora Arroyo Salgado me procesó por ejercer el periodismo. Es decir, por acceder a informaciones, (obtenidas ilegalmente por una asociación ilícita creada para violar la intimidad de las personas, y después vos decís que la que descalifica al periodismo es Cristina) evaluarlas y, llegado el caso, publicarlas.(cuando por ejemplo fallara la extorsión porque el extorsionado se negara a pagar)
Claro, para que esa conducta constituya un delito, la jueza debió violentar una prerrogativa de la que goza la prensa en beneficio de los lectores: el derecho a recibir cualquier información, de cualquier fuente. (pero no de cualquier modo, que es una cosa distinta) Para la doctora Arroyo Salgado, si un periodista obtiene una información que su fuente consiguió de manera irregular -sea un e-mail, un contrato, un expediente o cualquier otro documento- queda involucrado en el delito y se convierte en encubridor.(si no se puede llamar a engaño al respecto porque se trata de correos privados de otras personas, sí)
La jueza también debió forzar los datos para justificar que la causa se tramite en el fuero federal. Con ese objetivo adujo que las informaciones que Yofre remitía eran secretos de Estado. (aunque si los hubiera caratulado como intercepción de correspondencia nada más, también caían en el fuero federal)
En mi caso se trataba de datos triviales o referidos a hechos que ya eran de conocimiento público, transmitidos por funcionarios a través de servidores comerciales. (pero que vos igual recibiste y conservaste, para publicarlos cuando fuera oportuno, como dijiste antes) Es decir, sin las precauciones ni las formalidades exigidas por las normas que reglamentan la comunicación de los verdaderos secretos de Estado.(claro, como las que le entregaron a Assange, el de Wikileaks)
Por otra parte, ¿qué secreto de Estado constituyen las opiniones de un diplomático sobre una nota periodística, o las conversaciones culinarias de los hijos de un ministro con su padre? ¿La despedida de un funcionario ignoto en un mensaje destinado a 400 compañeros de trabajo es una información confidencial? (ninguno, pero ¿por qué tenías vos los correos privados donde se habla de esos temas y que no te estaban dirigidos?, esa es la pregunta)
La doctora Arroyo Salgado adoptó un criterio peligrosísimo para el ejercicio del periodismo. Determinó que cualquier comunicación de un funcionario constituye un secreto de Estado. Aun cuando se refiera a cuestiones personales o a hechos de dominio público.
Al establecer este punto de vista, la jueza inauguró una nueva inhibición para la indagación periodística. (sí, no se pueden chorear impunemente los correos privados de la gente) En adelante, los jueces podrán calificar a su antojo cualquier dato como "secreto de Estado" y sancionar a quien lo divulgue. De generalizarse el punto de vista a partir del cual me procesaron, los funcionarios contarán con un inesperado blindaje frente al examen público de sus actos.(ah, o sea que si a vos te dejan quedarte con correos privados intrascendentes, sin ninguna consecuencia, los funcionarios estarán blindados ante la crítica, habráse visto, avisále a los periodistas de todo el mundo, tan fácil era defender la libertad de expresión)
En síntesis: la sanción de la doctora Arroyo Salgado sólo sería aceptable si se admite que los periodistas pueden ser criminalizados por el modo en que sus fuentes accedieron a las informaciones que les brindan, (buscá otro argumento porque con ése vas frito) y que cualquier comunicación de un funcionario es secreto de Estado.
A partir de esos parámetros, la jueza me sancionó en una causa promovida por los servicios de inteligencia,(contra tipos que eran ex servicios de inteligencia, incluyendo un ex director de la SIDE) por haber recibido e-mails que no capturé, que tampoco solicité, que contenían información que no me interesaba, y que, por lo tanto, nunca divulgué.(pero que no devolviste, para publicarlos en el momento oportuno)
Para comprenderlo mejor se puede acudir a una comparación: los diarios más prestigiosos del mundo (y muchos sin nigún prestigio) publicaron durante meses cables de la diplomacia de los Estados Unidos, que llevaban el sello de "confidencial", a sabiendas de que habían sido obtenidos de manera ilegal, y filtrados al sitio WikiLeaks. A ningún juez le pasó por la cabeza procesar a editor o periodista alguno por complicidad con quienes capturaron y distribuyeron esos materiales. (dáles tiempo, ¿o para que te creés que sacaron la Patriot Act?) Ni siquiera en los Estados Unidos, que es el país cuya información reservada se estaba divulgando.(es verdad, los yanquis están muy preocupados por meterlo preso a Assange, inventándole cualquier causa y por eso tuvo que pedir asilo diplomático) La razón es muy sencilla: publicar esa información es una obligación de la prensa.(no, antes dijiste que vos evaluabas si publicabas o no la información que te mandaban, ¿estás faltando a tus obligaciones profesionales en algún punto?, ¿La Nación o cualquier medio publica toda la información que le mandan?, ¿por ejemplo la investigación sobre como murió uno de los Mitre en su departamento?) 
Las debilidades de la resolución de la jueza me hicieron sospechar que el Gobierno, que controla los servicios de inteligencia, (que antes controlaba Yofre, que era el que ta mandaba los mails que vos guardabas, para publicarlos en el momento oportuno) está interesado en el procesamiento de un grupo de periodistas (la mayoría de los cuáles son ex servicios, y siguen teniendo vínculos fluidos con la SIDE)  para, a partir de él, descalificar a toda la prensa.(que se apure entonces, porque las denuncias vienen desde el 2006, pero es fácil: si vos devolvías los mails sin enterarte de su contenido como para saber que era trivial, quedabas afuera de todo) La Presidenta, desde Harvard, corroboró esa presunción. De paso, con esta causa judicial se amenaza a toda la profesión: ahora hay que cuidarse de las fuentes, y también de que la información a la que se accede, por más irrelevante que parezca, no termine siendo calificada por un juez como secreto de Estado.(no, hay que cuidarse que no sea robada, y que no te enteguen correspondencia privada de la gente ex directores y agentes de la SIDE expertos en espiarlos, nada más, es sencillo)
En su presentación de anteanoche, Cristina Kirchner (ah, cierto, ya nos habíamos olvidado: esta nota era sobre Cristina y no sobre la jueza, pasa que los últimos diez párrafos hablan de Arroyo Salgado, disculpá, nos perdimos) utilizó la resolución de la doctora Arroyo Salgado para defenderse de los cuestionamientos que le hicieron los alumnos por su hostilidad hacia la prensa. En Georgetown había formulado una teoría peculiar, alimentada ahora con este caso judicial: las limitaciones que la libertad de expresión encuentra en la Argentina no se deben a los rasgos autoritarios del Gobierno sino a la mala calidad del periodismo. (no, lo que dijo es que algunos -como vos, aunque no te nombró pero te diste por aludido- confunden el periodismo con la extorsión y las operaciones de prensa, que son otra cosa) con argumentos como éste, y fallos como el de la jueza Arroyo Salgado, de a poco, paso a paso, se va construyendo un régimen. (y con periodismo como el tuyo y el del Tata Yofre, de a poco se va construyendo una abultada cuenta bancaria)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá.

REGRESIVIDADES


Hace muy poquito y a propósito de las protestas caceroleras, decíamos acá que nadie duda de que el sistema tributario argentino es injusto y regresivo.

Cosa que se entiende referida u opuesta a progresivo: es decir, medido en términos de equidad tributaria, o de aporte de los sectores a la financiación del Estado vía impuestos, en proporción directa (o geométrica, por qué no) a su capacidad contributiva.

Y lo aclaramos porque esta gente de Economía & Regiones termina mezclando todo, a saber:

* Si bien es cierto que la alta incidencia del IVA dentro de los ingresos del Estado argentino (como lo dijimos en el post linkeado) es un indicador de regresividad de su estructura impositiva, no se advierte como también lo sería que parte de ese ingreso se destine a financiar a la ANSES, que es el organismo desde el cual ése Estado administra la seguridad social y políticas como la AUH.

* Tampoco se entiende que tiene que ver en la discusión de la regresividad el asunto del federalismo y la distribución de los recursos entre la Nación y las provincias vía coparticipación: ¿acaso la ciudad de Buenos Aires gobernada por Macri o Córdoba en manos de De La Sota son más progresivas que el Estado nacional que conduce Cristina?

* Menos que menos se entiende que tenga algo que ver con la regresividad cuanto le toca del total de la "torta" a las provincias (sobre todo si no se plantea o discute cuánto le toca a cada una), cuando además se dicen disparates, como meter en el cálculo de los recursos a las contribuciones de la seguridad social, que financian (en parte) prestaciones universales para gente en todo el país, en las mismas condiciones y sin distinguir en que provincia viven.

* Señalar como un signo de regresividad que aumente la presión tributaria medida en términos de participación del PBI, y que esto revele un mayor peso del Estado en el conjunto de la economía es directamente una falacia neoliberal: las sociedad más justas y equilibradas tienen una muy alta presión fiscal (mucho más incluso que la Argentina), y una presencia muy activa del Estado en su economía; en todo caso lo interesante sería discutir la calidad del gasto público, no su tamaño.

* Desde el punto de vista estrictamente tributario, es un soberano disparate plantear que un sistema es regresivo cuando se verifica (como en el caso argentino) un incremento en la participación en el PBI del Impuesto a las Ganancias (que es un tributo directo que grava la riqueza), y de los Derechos de Exportación; que captan para el Estado rentas diferenciales (y en algunos casos extraordinarias) fruto de ventajas comparativas particulares (caso del campo) y la diferencia entre producir a un costo (con salarios, precios internos, impuestos, energía y servicios en moneda nacional), y vender a otro (en moneda dura, con tipo de cambio administrado y por años sostenido para que no cayera).

* Aun asumiendo que los números del Presupuesto nacional 2013 conllevarían la no suba del mínimo no imponible de la cuarta categoría de Ganancias (algo sobre lo que el informe meramente conjetura, pero no aporta ningún dato concreto para corroborar la hipótesis), no se puede obviar que la mayor contribución al impuesto proviene de las personas jurídicas (empresas y sociedades), y no de los personas físicas; y aun dentro de éstas, cualquier sistema impositivo que se precie de progresivo, no puede dejar de gravar salarios altos (que discutamos cuan altos, es otro tema).

* Aunque no tenga nada que ver con la progresividad o regresividad del sistema impositivo argentino (pero ellos lo introdujeron en ese contexto), no se entiende la queja de Economía & Regiones sobre que las provincias participan en menor medida del producido de los derechos de exportación ("sólo reciben el 30 % de lo recaudado por las exportaciones del complejo sojero", dice el informe); cuando no cambió el porcentaje del Fondo Federal Solidario (que es la parte que se transfiere a las provincias), y cuando -de acuerdo con la Constitución- el Estado nacional no tendría ninguna obligación de coparticipar a las provincias un sólo peso de esos ingresos, y si en parte lo viene haciendo es por pura y exclusiva decisión de Cristina desde el Decreto 206/09.  

viernes, 28 de septiembre de 2012

EL 7 D EXPLICADO PARA NIÑOS



La columna de este miércoles de nuestro compañero Raúl Degrossi en "Entre el ruido" por Radio Nacional Santa Fe estuvo dedicada al tema del 7 D, el Grupo Clarín, la ley de medios y la cáusula de desinversión.

Pasando revista al fallo de la Corte en la cautelar del Grupo, se analiza que dice la Ley 26.522 y las normas de la AFSCA sobre desinversión, como opera ésta y cuáles son los diferentes escenarios que se pueden presentar después del 7 de diciembre.

También se explica en detalle el operativo que ese día montará el gobierno con escuadrones de Gendarmería para ocupar TN y poner a Guillermo Moreno a cargo de la gerencia de noticias, mientras Orlando Barone (luego de reponerse del mal trago en "6 7 8") tendrá a su cargo la conducción de Telenoche.

Acá les dejamos el audio:

DE ESO NO SE HABLA



Advertencia: éste no es un post sobre economía, sino fundamentalmente sobre política. 

Hace un tiempo reflexionábamos acá sobre el tema de la inflación, en el sentido de que si es cierto que es un problema preocupante (de hecho, el más preocupante para la mayoría de la gente), entonces hace rato ya que ha llegado el momento de abordarlo en serio, y debatir cuáles son sus causas, en lugar de perder el tiempo discutiendo si las estadísticas del INDEC (en realidad no son estadísticas sino indicadores, al menos en éste tema) son creíbles o no, o si las consultoras privadas miden mejor o no la evolución de los precios.

Dicho de otro modo: dejemos de discutir si el termómetro mide bien o mal, para pasar a ver por que tenemos fiebre.

Y el cruce entre Víctor Hugo y Prat Gay del que da cuenta La Nación demuestra que estamos muy lejos de eso: preguntado en varias oportunidades sobre cuáles serían las medidas más adecuadas para bajar la inflación, Prat Gay se remitió al problema del INDEC, llegando a plantear que la inflación se soluciona sacando al organismo estadístico de la órbita del Ministerio de Economía, y designando por concurso al que esté a cargo de él. Así de fácil, así de simple.

Lo que deja claro que para la oposición (porque en ésto el resto no difiere del discurso de Prat Gay) es un buen negocio hablar de la inflación, sin decir nada: es un tema sensible a la gente, a partir del cual pueden erosionar la credibilidad de la palabra global del gobierno por lo que pasó en el INDEC, pero sin decir una palabra sobre lo que harían ellos (en el caso de ser gobierno) con la inflación.

Porque además tampoco se les escucha nunca ningún diagnóstico sobre las causas de la inflación, más allá de las consabidas referencias al aumento de gasto público o el incremento de la emisión monetaria: nada nuevo bajo el sol, ya lo decía Alsogaray hace más de 50 años.

Y es que, si bien no hay ni un diagnóstico único sobre las causas de la inflación (que tampoco es una sóla), el factor que priorice cada uno para explicarla dice mucho sobre el lugar desde el cual se para, y también que proyecto político expresa.

Aun en la parquedad de Prat Gay se adivina que su receta para atacar la inflación sería la ortodoxia tradicional, que sobradamente conocemos: sacar plata del mercado, secar de billetes la plaza (lo que entre otras cosas empujaría el alza de las tasas de interés y encarecería el crédito, ya de por sí caro), disminuir el gasto público vía ajuste, morigerar las alzas de salarios.

Es decir enfocar el problema desde el ángulo de la demanda, sin referirse a la oferta: no encontrarán en Prat Gay (ni en la gran mayoría de la dirigencia opositora) ninguna referencia al modo en que se forman los precios en la Argentina, quiénes son los jugadores con posición dominante o monopólica en vastas ramas de la producción (en especial en el caso de los insumos difundidos y los productos alimenticios básicos de la canasta familiar), cuál es la estructura de costos de las empresas y cuáles son sus márgenes de rentabilidad, o cuanto pesan concretamente en esos costos los salarios de la mano de obra.

Desde el 2003 para acá (incluso antes de la crisis en el INDEC) nunca el gobierno alentó el alineamiento de las variables macroeconómica con los números oficiales sobre los incrementos de precios: ni las paritarias públicas ni las privadas, ni la movilidad de las jubilaciones y pensiones (en base a una fórmula que desde su creación en el 2008 le viene ganando a la inflación, aun la estimada por los privados), se ajustaron nunca por los índices del INDEC.

Tampoco las tarifas de los servicios públicos, donde la política de subsidios del kirchnerismo (con todas las limitaciones que se le pueden señalar en cuanto a la tosquedad de los instrumentos, algo que ahora se intenta remediar por ejemplo en el caso del transporte con la tarjeta SUBE) demuestra la incoherencia del relato opositor: los subsidios representan gasto público y por ende habría que bajarlos (para que según ellos, disminuya la inflación), pero si se los baja o elimina, habría que aumentar las tarifas, retroalimentando por esa vía la inflación.

No están allí entonces los problemas más serios a la hora de encarar el problema de la inflación, sino en su mismo origen: el de los que aumentan los precios, que, claro está, no son los encuestadores del INDEC.

En su momento algo dijimos acá respecto a la necesidad de que el gobierno profundizara los mecanismos de defensa de la competencia, regulación de mercados concentrados o con monopolios o abuso de posición dominante porque es donde ha fallado; pero al menos cabe reconocerle al kirchnerismo el innegable mérito de haber desplegado políticas para recomponer y sostener la demanda (compensando por esa vía los efectos de la inflación), y últimamente para estimular la oferta vía aliento a la inversión; como los créditos del Bicentenario, el manejo de los recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES (y del poder del Estado de ingerir en determinadas empresas, con Siderar como caso testigo), y el uso de las reforma de la Carta Orgánica del BCRA para obligar a los bancos a prestar a las empresas para expandir su capacidad productiva.

La regulación del mercado petrolero y de combustibles (a partir de la expropiación de YPF) es una medida que va en el sentido correcto de la crítica que apuntamos; por eso no es casual las resistencias que despierta.

Por el contrario la oposición (que hace bandera con el problema de la inflación, acusando al gobierno de barrerlo bajo la alfombra) no dice demasiado (por no decir nada) sobre las reales causas de la inflación, y las medidas que pondría en práctica para frenarla.

Lo que expresa -como decíamos al principio- un dilema político y no económico, porque ocultando quiénes son los verdaderos responsables de la inflación están diciendo bastante sobre los apoyos concretos (y no precisamente electorales) en los que sostendrían para un eventual gobierno y los intereses también concretos, que las políticas de ese gobierno expresarían.

Del mismo modo que ocultando también (o diciendo vaguedades al respecto, como Prat Gay) qué medidas concretas tomarían para encarar el problema de la inflación, también están obviando decir como distribuirían socialmente las cargas a la hora de resolverlo.

Es decir que aunque estén todo el tiempo hablando de la inflación, en realidad de eso no se habla. 

EL INTERIOR DEL OMBLIGO NO ES UN BUEN PUNTO DE VISTA


Por que no da conferencias de prensa, si habrá reforma para la re-reelección, el cepo cambiario, que hará la Argentina si Chávez pierde las elecciones y desconoce los resultados, como puede ser que haya dicho que se puede comer con seis pesos por día y que la gente tiene que tenerle miedo, como incrementó su patrimonio, porqué se expulsó a Paraguay del Mercosur, hay o no en la Argentina libertad de expresión, la credibilidad de las cifras de inflación del INDEC.

Temas que salieron de las tapas, los editoriales y las columnas de opinión de Clarín y La Nación para saltar a las consignas de los cacerolos, y mágicamente aparecer en los papelitos de las preguntas de los estudiantes yanquis en la gira de Cristina en EEUU, sin matices ni diversidad de enfoques.

Temas que -en el fondo- no le importan verdaderamente a nadie, o por lo menos no le interesan a la gente común, al argentino promedio, ni siquiera la credibilidad de las cifras del INDEC: en todo caso a la gente le preocupa la inflación, que es otra cosa.

Un gigantesco ejercicio de ombliguismo político, social y comunicacional, que consiste en replicar y hacer girar y circular estos temas en medios y redes sociales de modo de constituirlos en una especie de plataforma o manifiesto de la nada misma; porque tienen tan poca densidad en sí mismos que, aunque se los replique mil veces, no podrán convertirse en algo sólido.

Si hasta los temas que parecen serios (como el proceso electoral en Venezuela o el golpe de Estado en Paraguay) son tratados con un nivel de simplificación y banalidad alarmante: si este es el nivel de las universidades que forman a la élite yanqui no hay que sorprenderse de que los EEUU nunca entiendan verdaderamente lo que pasa en el mundo; y no deja de dar miedo que el botón nuclear esté en manos de egresados de Harvard o Georgetown. 

El estudiante que le preguntó a Cristina que haría su gobierno si Chávez perdiera y desconociera el triunfo opositor (pidiendo definiciones concretas sobre suposiciones basadas en hipótesis que son apenas probabilidades, un absurdo), pareció no advertir que estaba frente a alguien cuyo mayor problema político consiste -justamente- en que mucha gente en la Argentina no acepta que ganó, y como y por qué ganó.

Va de suyo que de estas reflexiones se desprende que entendemos que haber dado las conferencias de prensa en las universidades yanquis no fue precisamente un acierto de estrategia comunicacional, pero no porque se suponga que Cristina no tenga solvencia para responder o salir airosa: por el contrario, si las preguntas son nabas, hechas por nabos, que se ofrecen voluntariamente (incluso por convicción) a replicar naberías, no era probable que realmente lograran ponerla en apuros.

Obviamente que no se puede esperar que ellos lo vean así, porque el asunto (como si la conferencia hubiera sido acá) era qué se preguntaba, y no qué se respondía; pero justamente ese supuesto debió haberse sopesado antes de decidir ir a las universidades.

Además se equivoca Cristina en un punto: en La Matanza le hubieran preguntado cosas más serias, y que seguramente tienen que ver más con lo que nos pasa todos los días; o a lo mejor directamente no se lo preguntaron porque tienen las respuestas, y lo demostraron el 23 de octubre.

Alguno podrá apuntar que de ese modo ha dejado sin preguntas a los medios, periodistas y cacerolos argentinos que reclaman conferencias de prensa: ¿para qué las haría ahora Cristina, si los estudiantes de Georgetown y Harvard ya hicieron todas las preguntas -que es lo único que les interesa-, ella las respondió a todas y nada hace suponer que sus  respuestas serían distintas en el futuro?

Algo así como decir ya está, ya fue, ya pasó: tuvieron su conferencia, hicieron sus preguntas, ahora déjense de joder y pasemos de pantalla, vayamos a las cosas importantes. 

Es probable y es un punto de vista atendible, pero sin embargo no deja de lado el sabor amargo de entender que se termina validando una estrategia comunicacional que diseñan otros; y que lleva a que un nene de papá que se fue a estudiar a Harvard (previo paso por el gobierno de Macri) diga que la presidenta vive desconectada de la realidad de su país; el mismo del que a él lo separan miles de kilómetros, y del que lo separaron mentalmente casi desde el jardín de infantes.

Mientras en la Argentina el gobierno que estableció la obligatoriedad del secundario, la AUH,  la elevación de la edad mínima para trabajar, entregó millones de netbooks en las escuelas, creó universidades públicas en el conurbano  y llevó la inversión en educación al 6,47 % del PBI, está planteando que los jóvenes voten a los 16 años (y la mayoría de los que tienen como plataforma las preguntas bobas del estudiantado yanqui se oponen), y los pibes de los secundarios porteños toman colegios por el derecho a estudiar (y el ex jefe del boludín pampeano hace lo mismo de siempre: nada), un grupo de nenes privilegiados que se fueron de sus países a formarse en universidades yanquis para volver algún idea con el mate formateado allá, para intentar aplicar en esos países las ideas que nos llevaron al desastre, sacan chapa de combativos preguntándole boludeces a Cristina.

Insistimos: si al conjunto de los temas de agenda de ese "corralito" social y discursivo que conforman medios hegemónicos, caceroludos urbanos y (ahora lo vimos) estudiantes argentinos y latinoamericanos de universidades yanquis de supuesta élite se los pesa en conjunto, y se los mide en perspectiva del panorama político global, no exceden el tamaño y profundidad de sus propios ombligos.

Y es sabido que el propio ombligo no es un buen punto de vista para tratar de entender el mundo; y (por suerte) tampoco para intentar ganar elecciones.       

ADIVINANZA

PREGUNTA: ¿A qué ciudades corresponden éstas imágenes?




RESPUESTA: A la misma.



O a lo mejor no, son dos distintas y no nos avisaron; quien sabe.

jueves, 27 de septiembre de 2012

DEPREDADOR INSACIABLE


Una vez más el diario del Loco Lindo se constituye en el vocero de la reacción agrogarca en defensa de su único bolsillo (¿hasta cuándo seguirán con esa estupidez de que "el productor tiene un sólo bolsillo?), en éste caso por el revalúo de los campos para el Inmobiliario Rural que acaba de aprobar la Legislatura.

Revalúo que, aclaremos, no se hacía desde 1974 y fue del 120 %; lo que significará llegar (cuando mucho) a que el avalúo fiscal de los campos refleje apenas el 15 % de su valor real de mercado, probablemente menos que eso.

Como vemos en la imagen que encabeza el post, uno de los motivos de mayor enojo es que supuestamente la reforma beneficiaría más a la Nación que a la provincia, porque algunos productores pasarían a pagar Bienes Personales, o si ya lo estaban haciendo, pasarían a pagar más por ese impuesto.

Acá tienen acceso a la infografía de la que habla la imagen, y acá vemos la opinión de ésta buena gente:


Como se advierte, se reparten mentiras a granel, porque como se dijo acá, Bienes Personales es coparticipable y Santa Fe (como todas las provincias) no sólo lo recibe: lo destina a financiar parte de su Caja de Jubilaciones y Pensiones.

Y al reclamar que se pospongan mínimas e imprescindibles reformas tributarias en la provincia supeditadas a que se modifique el esquema de coparticipación federal vigente en el país (tarea políticamente compleja si las hay), lo que están haciendo (tal como se advirtió acá entre otras veces) es utilizar al federalismo como coartada para seguir gozando de impunidad fiscal.

Además de impunidad en otro sentido: acá se señalaba que los agrogarcas amenazaban veladamente (y no tan veladamente" a los legisladores que los "traicionaron" con su voto al aprobar la reforma tributaria; y vemos como el simpático copete que le pone a la nota el diario del Loco Lindo, recordando el tema gardeliano pero omitiendo por ejemplo las amenazas contra su persona que acaba de denunciar el senador Orfilio Marcón (UCR General Obligado) ante la justicia.

Y después estos mismos medios pretenden que en los cacerolazos estuvo "el pueblo en la callle", y que se trata de pacíficos ciudadanos (en este caso productores agropecuarios) que se revelan contra un gobierno dictatorial, o le cacerolean en la puerta a Moreno.

Pero volvamos a la cuestión impositiva, para ver en la misma nota la respuesta del gobierno provincial a las quejas de la Mesa de Enlace:


Tremendo: de acuerdo a lo que dice el Ministro de Economía de Bonfatti, como consecuencia de la reforma tributaria el "campo" santafesino aportará de Bienes Personales 7 millones de pesos más (antes ponía 5, ahora pasará a poner 12); por ser propietario de campos en una de las zonas más ricas del país, en plena pampa húmeda.

Una barbaridad, una verdadera expoliación.

Y a la provincia (que también recibe coparticipación de Bienes Personales) pasaría a pagarle unos 450 millones de pesos al año en concepto de Impuesto Inmobiliario Rural, cuando éste año (antes de la reforma) pagaba unos 200 millones: exactamente el 0,59 % del total de un presupuesto provincial estimado en 33.840 millones de recursos; eso siempre y cuando lo paguen, y no salgan a pedir emergencia agropecuaria o declaración de zona de desastre.

Al final tenía razón Biolcatti: el Estado es un depredador insaciable.

IMPUESTOS Y CACEROLAS: ¿LA LUCHA ES UNA SOLA?


Lo que ven en el cuadro es la distribución de los ingresos tributarios (impuestos y derechos) contenida en el proyecto de Presupuesto Nacional 2013 que ingresó al Congreso, y que incluye (como lo dice el asterisco al pie) lo que se les transfiere al conjunto de las provincias por coparticipación federal.

El cuadro es bastante ilustrativo sobre lo que es la estructura tributaria (injusta) vigente en la Argentina, con el peso que cada impuesto tiene no sólo sobre las cuentas públicas y el sostenimiento del Estado, sino en términos de su incidencia en el PBI global.

Como pueden ver, los impuestos al consumo (IVA + Combustibles Líquidos y Gas Natural + Impuestos Internos) representan en conjunto un 10,68 % del PBI, mientras que los impuestos directos propiamente dichos (Ganancias + Bienes Personales + Ganancia Mínima Presunta) representan apenas el 6,75 %.

El resto se reparte entre las Contribuciones a la Seguridad Social (Aportes Personales + Contribución Patronal) con un 8,32 %, el Monotributo (0,18 %), Créditos y Débitos Bancarios (impuesto al cheque, con el 2,10 %) y los vinculados al Comercio Exterior (Derechos de Exportación + Derechos de Importación), que aportan un 3,95 % del PBI.

Una de las críticas más frecuentes que se le hacen al kirchnerismo es justamente no haber encarado una reforma tributaria a fondo (lo cual es cierto), pero muchas veces obviando que es una tarea compleja desde el punto de vista técnico, y ardua y espinosa desde el punto de vista político: la experiencia del fallido intento de imponer retenciones móviles con la resolución 125 es bastante aleccionadora al respecto.

Sin embargo, el kirchnerismo logró en estos años aumentar el peso de los impuestos sobre el PBI (una medida progresiva porque mejora la capacidad de financiamiento del Estado sin endeudarse) sustentado fundamentalmente en la mejora (respecto a los niveles anteriors al 2003) de tres rubros: Ganancias (de las personas físicas y jurídicas), tributos sobre el comercio exterior (fundamentalmente los derechos de exportación, vulgarmente llamadas retenciones) y las Contribuciones de la Seguridad social; sin por eso minimizar el peso del IVA en un contexto de inflación.   

El constante crecimiento económico, la creación de millones de puestos de trabajo (la mayor parte en blanco), la política de movilidad salarial por paritarias, el aumento de los controles sobre empresas e individuos y la decisión de captar rentas diferenciales de los sectores favorecidos por el tipo de cambio competitivo (que les permite producir con costos argentinos de impuestos, salarios, energía y servicios, y vender a precios internacionales expresados en moneda dura) por vía impositiva muestran claramente esa faceta.

A esta altura del post más de uno se preguntará (atento al título) que tiene que ver todo esto con los cacerolazos, y nosotros pensamos que bastante.

Por un lado porque muchos de los sectores que protestan han "sufrido" ellos o gente de su círculo parte de ese aumento de la presión impositiva (sobre todo en Ganancias y retenciones), ni hablar si los afecta la no suba del mínimo no imponible y (sobre todo) la inelasticidad de la tablita de alícuotas de Ganancias: son los que ya lo pagaban, pero pasaron a pagar más.

Y por otro lado, este tema de la estructura impositiva está bastante vinculado a los reclamos expresados en los cacerolazos porque desmiente muchas de las consignas (públicas o privadas) que los provocan, o por lo menos ponen ciertos lugares comunes en su justa perspectiva.

Por ejemplo cuando muchos cacerolos dicen "somos la mitad del país que paga impuestos para mantener a la otra mitad": esa afirmación simplista es rotundamente desmentida -por ejemplo- por el simple hecho de que el impuesto que individualmente representa más en los ingresos del fisco es el IVA, que pagamos todos por igual con independencia de nuestra capacidad contributiva, sea que seamos gerentes de un banco o cobremos la AUH.

Y si bien es cierto que hay consumos suntuarios (propios de cierta clase media/media alta) gravados con IVA o impuestos internos (que representan un marginal 0,61 % del PBI), su incidencia sobre los ingresos familiares es bien distinta que los artículos que componen la mayoría de la canasta familiar de una familia promedio de laburantes de clase media o media baja, o de los sectores populares.

En el caso de Ganancias, la mayor parte de los ingresos del impuesto los aportan las personas jurídicas (empresas y sociedades), y una mirada sobre las exenciones vigentes (algo que seguramente encararemos en otro post) permite desmentir o poner en perspectiva muchas expectativas desmesuradas que se levantan sobre lo que significaría eliminarlas: en todo caso si eso se combina con una suba de alícuotas a las rentas más relevantes (de personas físicas y jurídicas) y un retoque de la escala en los tramos inferiores de la cuarta categoría (trabajo personal en relación de dependencia), el cambio sería notorio en términos de progresividad, pero no sabemos cuan profundo en los niveles de ingresos para el fisco.

Pero aun así, ¿se imaginan la reacción de los cacerolos ante una propuesta semejante?

Otros casos interesantes son los de Bienes Personales y el Monotributo, que es sustitutivo del pago de IVA y Ganancias: vemos que ambos (medidos comparativamente con otros tributos) apenas mueven el amperímetro de los ingresos del fisco; y ya que hablábamos de mitades (una que paga impuestos, la otra que recibe beneficios del Estado, tal el tópico cacerolero), si se los suma no alcanzan en conjunto para financiar lo que el Estado invertirá en el 2013 en la AUH, que con el reciente aumento rozará los 15 mil millones de pesos.

En las provincias que han intentado o realizado reformas tributarias aumentando impuestos locales (como Santa Fe) uno de los puntos más discutidos era no retocar los avalúos de los campos, para que los propietarios no pasaran a pagar Bienes Personales o Ganancia Mínima Presunta: recordemos a Biolcatti aullando en las rejas de la Legislatura bonaerense, para recordar también que fue ese tibio intento de Scioli de aumentar los impuestos a los agrogarcas lo que detonó los primeros cacerolazos en la CABA y algunos partidos del norte del conurbano.

Pero para que ambos impuestos (que reflejan la riqueza de las personas a partir de los bienes que conforman su patrimonio) alcanzaran a aportar al Estado por lo menos lo mismo que lo que se recauda de IVA habría que aumentarlos unas 20,82 veces, o sea un 2082 %.

Cabe preguntarse otra vez acá: ¿se imaginan a muchos de los cacerolos en ese caso?

También existe el mito de que el Estado se financia explotando al campo (el mito del "depredador insaciable" de Biolcatti, o bolazos como "de la soja al productor sólo le quedan migajas"), para lo que hay que ver que los tributos sobre el comercio exterior representan el 3,95 % del PBI, que hay que contrastarlo por ejemplo (siempre volviendo sobre la idea de la mitad que paga y la mitad que recibe) con el 6,47 % de ese PBI que el Estado invierte en educación, o el más de 6 % que invierte en seguridad social.

Aun así, dentro del 3,95 % del PBI que aportan los impuestos sobre el comercio exterior, suman más los derechos de exportación que pagan las exportaciones industriales, porque aunque las alícuotas son menores, los valores de venta son mucho mayores, porque involucran valor agregado.

Y nos queda por decir algo del Monotributo: como bien sabemos, el que se inscribe allí lo hace para dejar de pagar IVA (por los insumos o productos que compra para vender o producir) y Ganancias, con lo cual si bien no es técnicamente evasión (que es muy alta en ambos impuestos), en no pocos casos es elusión: disfrazar una realidad económica para no pagar los impuestos que corresponden al verdadero nivel de ingresos.

El Monotributo aportaría al fisco en el 2013 la irrisoria cifra de 4687 millones de pesos, menos de la tercera parte de lo que el Estado invertirá en la AUH; y apenas el 0,18 % del PBI, o sea nada.

Ahora volvamos a los caceroleros para redondear la idea. ¿cuántos cacerolos monotributistas -un amigo conceptualizó a los cacerolazos como "la rebelión de los monotributistas"- de la escala mínima están escondidos dentro de ese 0,18 % del PBI, cuando deberían pagar mucho más o directamente pagar Ganancias?

Si la respuesta es que muchos, también hay allí una punta para entender el por qué de algunos enojos con la información que hay que darle a la AFIP para poder comprar dólares.