LA FRASE

"¿CÓMO VAS A SER TAN GIL DE QUE TE AGARREN CON UNA VALIJA CON PLATA EN PARAGUAY?" (GUIDO ANTONINI WILSON)

miércoles, 30 de noviembre de 2011

LAS FRASES DEL MES


1. “Yo no sé si en el cuarto oscuro o en los sobres, pero a mí me faltaron boletas.” (Pablo Javkin)

2. “El dinero de la asignación universal se está yendo por la canaleta del dólar paralelo en las cuevas de la city.” (Ernesto Sanz)

3. “Comprendo a Susana, el sistema de la AFIP para comprar dólares es un desastre: yo ingreso mis datos, y en lugar de salir “Aprobado” o “Inconsistente”, me dice “Pelotudo”. (Luis Majul)

4. “¿Cómo que no puedo comprar dólares?, esto en Miami no pasa, allá vas a un cajero, hacés “pic” en un cajero y te salen un montón, y nadie te pide nadas.” (Susana Giménez)

5. “Yo entiendo que el partido necesita caras nuevas, pero no sé si Angeloz será el hombre adecuado.” (Ricardo Alfonsín)

6. “Estábamos negociando el traspaso del subte y nos trabamos en un punto: quien se queda con los delegados.” (Mauricio Macri)

7. “Hay que ser muy salame para ir a tirarle cascotazos a Lanata, y encima errarle.” (Aníbal Fernández)

8. “Es muy sencillo saber quiénes integrarán el futuro gabinete de Cristina, averiguando quienes van por allí insultando y agrediendo a los periodistas independientes.” (Luis Majul)

9. “Si me lo piden de buena manera, vuelvo a Vialidad Provincial.” (Jorge Placenzotti)

10. “Está bien que el radicalismo esté en crisis, pero ir a buscar a una dirigente del partido de Stolbizer para presidir el Comité Nacional, es un poco exagerado.” (Gerardo Morales)

11. “Nunca tuve miedo de perder el juicio porque jamás hice algo tan cuerdo en mi vida como pegarle el piñazo al sorete ése.” (Luis D’Elía)

12. “Bastó que yo dijera que iba a combatir al régimen para que el gobierno anuncie que elimina los subsidios y aumenten: voy a tener que desconectar la heladera para que no me venga un cuentón de luz, y me va a salir más caro el pasaje a Punta del Este.” (Elisa Carrió)

13. “Monseñor Bergoglio me encomendó que abra una ronda de consultas para encontrar algún tema en el que no coincidamos con el diputado Olmedo.” (José María Arancedo)

14. “¿Así que el Perito Moreno se está por derrumbar?, seguro que me van a echar la culpa a mí.” (Mauricio Macri)

15. “Voy a impugnar la elección de Arancedo: votaron seminaristas y monjas, y en la iglesia no se vota hasta los 75 años, y jamás votarán las mujeres” (Héctor Aguer)

16. “Si sabía que me daban nada más que cuatro días le embocaba tres o cuatro quemas más al sorete ése” (Luis D’Elía)

17. “Menos mal que ya había sacado el libro, porque ahora tendría que ser “Apague la luz”.” (Sergio Lapegüe

18. “Primero no me dejan comprar dólares, ahora quieren que pague la luz: si quieren que me vaya del país, que me lo digan de frente y listo.” (Susana Giménez)

19. “¿Cómo que el gobierno no tuvo luna de miel después de las elecciones?, ¿acaso no publicamos en la tapa el lunes 24 que ganó Cristina?” (Héctor Magnetto)

20. “Como será de grave la crisis del radicalismo, que los que levantamos a la juventud con los discursos fuimos el “Changui” Cáceres y yo.” (Leopoldo Moreau)

21. “Que aumente el agua no me va ni me viene, pero que no aumente el vino porque ahí sí me van a oír.” (Raúl Castells)

22. “Adrián Pérez es como el mariscal Petáin: el líder títere que pactó con el régimen, yo soy como De Gaulle: el verdadero gobierno de la Coalición Cívica, en la resistencia.” (Elisa Carrió)

23. “Que bajen los subsidios en Barrio Parque no me preocupa, total la mitad del año la paso en Europa.” (Mauricio Macri)

24. “Yo pensaba pedirle a la presidenta que declare feriado nacional el día del camionero, pero quedará para otra oportunidad.” (Hugo Moyano)

25. “Primero me negaron los granaderos para ir a Yapeyú, ahora no me quieren dejar tomarle juramente a la presidenta: el kirchnerismo no respeta la Constitución ni las instituciones.” (Julio Cobos)

26. “Yo no puedo renunciar a los subsidios porque soy jubilada, y de la embajada de Binner todavía no ví un peso.” (Mirtha Legrand)

27. “Cuando comparé al subte con Aerolíneas lo que quise decir es que no queremos que, por apurarnos en el traspaso, tengamos que suspender los servicios por la ceniza.” María Eugenia Vidal)

28. “Que quede constancia que esta vez la que se fue de un partido no fui yo, sino que los otros me echaron.” (Patricia bullrich)

29. “¿Ven que hubo fraude electoral?, ¿cuántos votos dijeron que sacó Cristina?: casi doce millones, ¿cuántos renunciaron al subsidio?: menos de diez mil.” (Eduardo Duhalde)

30. “¿Así que se estrena “Happy Feet 2”?, búsquenme a la nena del basural que filmo otro spot.” (Mauricio Macri)

AVERIGUAMOS DONDE VAN LOS TARIFAZOS DE LA EPE


Hace unos días atrás en esta entrada veíamos como el gobierno socialista miente cuando dice que los aumentos de tarifas de la EPE son para sustentar un plan de inversiones, que ascendió a más de 1000 millones de pesos en estos cuatro años.

Apenas un par de días después de las elecciones provinciales del 24 de julio, contábamos acá como más de 71 millones de pesos adicionales (por encima de lo previsto en el Presupuesto) obtenidos por la EPE por los anteriores aumentos de tarifas se habían ido en gastos de funcionamiento (Bienes de Consumo y Servicios No Personales) y Personal, pero absolutamente nada en inversión (Bienes de Uso: Construcciones y Maquinaria y Equipo).

Y ahora resulta que, en medio de la polémica por la baja de los subsidios nacionales, y todo el cacareo del tero Binner (que en un lado grita, y en el otro pone los huevos), encontramos este otro decretito, que se les había perdido desde el 14 de noviembre; o sea cuando estaban cocinando el nuevo tarifazo.

¿Y qué dice el decreto?

Que se incorporen al presupuesto de la EPE para este año (para lo cual a Binner le basta un decreto simple, mientras Cristina por ejemplo necesita una ley o un DNU) más de 105 millones de pesos de ingresos por tarifas por encima de lo originariamente previsto (como consecuencia de los anteriores aumentos, y ordena como gastarlos.

¿Y cómo los gasta?

Integramente en la partida "Personal", es decir sueldos y cargas sociales, ni un peso (ni uno solito) en inversiones.

¿Tendrán el mismo destino los milloncetes que embolsará la EPE fruto del reciente 23,2 % de aumento? 

NUESTRO HISTORIADOR MÁXIMO


La creación del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico sigue  dando que hablar a los que Jauretche llamaba "papagayos intelectuales", y que Hernán Brienza denomina "patovicas de la cultura" en ésta excelente nota publicada por Tiempo Argentino.

El lunes era la inefable Betty Sarlo (el tero de la oligarquía como dice Gerardo Fernández), tildando a la iniciativa de "arcaica y peligrosa", y demostrando que de revisionismo histórico sabe tanto como nosotros de crítica literaria. 

La diferencia está en reconocer la propia ignorancia, y no meterse en el río cuando uno no sabe nadar.

Dice allí Sarlo (y lo pone en duda Hernán Brienza): "Comparados con una página de Tulio Halperin Donghi (nuestro historiador máximo según las más variadas opiniones), diez libros revisionistas actuales suenan tan sencillos como una canción alpina.".

Y hoy aparece en la misma tribuna de doctrina un ternero (hijo de una vaca sagrada de la historiografía tradicional) como Luis Alberto Romero, protestando porque -con la creación del Instituto- el Estado trataría de imponer su propia épica, quien dice en su columna (a propósito de los afanes revisionistas del Instituto): "A los historiadores siempre nos asombra este permanente descubrimiento de lo ya sabido. Personalmente, hace cincuenta años ya aprendí todo eso con Enrique Barba y Tulio Halperín Donghi." .

La verdad es que esta gente es curiosa: Sarlo omite decirnos a los lectores a quienes corresponden "las más variadas opiniones" que coinciden en señalar a Halperín Donghi como "nuestro historiador máximo", del mismo modo que omite señalar al menos uno de los que considera "libros revisionistas actuales"; al menos para quitarnos la duda sobre si sabe de lo que está hablando, o no incluye en la categoría a los coppy paste de Lanata.

Romero ensaya una curiosísima idea de la ciencia, según la cual el conocimiento es conquistado de una vez y para siempre, al punto que el permanente descubrimiento de algo lo asombra, porque es "ya sabido", y no por cualquiera, sino por los historiadores, y más precisamente, por él.

Con lo que evidencia que no sólo le molesta la invasión de advenedizos (según él los ve) a un coto cerrado y reservado a determinados cenáculos académicos (más concretamente: la UBA y el Conicet), sino que no parece estar atento al proceso actual de divulgación popular de la ciencia.

Con toda seguridad, no se ha sentido interesado por visitar Tecnópolis, o ver algún programa en el canal Encuentro, no señor: el conocimiento (como bien señala Brienza en su nota con el recuerdo del mito de Prometeo) es algo reservado a los dioses del Olimpo de la historia.

Y en ese Olimpo todos estos papagayos parecen coincidir en quien sería Zeus, el dios supremo: Tulio Alperín Donghi, el encargado de renovar metodológicamente a Mitre, para llegar -por esas curiosidades de la ciencia, que nos son vedadas al común de los mortales- prácticamente a las mismas conclusiones sobre el proceso histórico argentino que el fundador del diario en el cual Sarlo y Romero son columnistas.

Halperín Donghi es así no sólo "nuestro historiador máximo", sino el único de quien se puede aprender lo que vale la pena aprender; los demás son meros divulgadores, o en todo caso han tenido una que otra obra merecedora de que se le eche una ojeada.

Pues bien, nuestro Zeus del Olimpo de la heurística y la hermenéutica escribió esto en "La Democracia de masas" (Editorial Paidós, pág. 82 y s.s.):

"El 16 de junio -cinco días después de la desafiante procesión de Corpus- estallaba un alzamiento apoyado sobre todo por la marina de guerra. Luego de horas de combate en torno del edificio del Ministerio de Marina y de un bombardeo y ametrallamiento aéreo del centro de la capital por los revolucionarios, el gobierno pudo sofocar el reducido núcleo insurgente; esa noche, tras una concentración convocada por la Confederación General del Trabajo cuando aún duraban las acciones aéreas, las iglesias del centro de Buenos Aires fueron incendiadas; no resulta difícil comprender que, luego de ver caer a su lado a las víctimas del fuego rebelde, alguno de los manifestantes hayan visto en estos incendios una justa venganza; aun así, la espontánea cólera de una muchedumbre por otra parte raleada por la prudencia no basta para explicar la uniforme eficacia que la operación mostró en todas partes: al día siguiente otras muchedumbres comenzaban a recorrer, heridas en sus sentimientos piadosos (a veces algo improvisados), los templos cuyos muros calcinados dejaban ver -eliminados por el fuego los agregados de épocas más recientes y prósperas- los ladrillos pacientemente amontonados por los albañiles del setecientos." .

A ver si se entiende: "nuestro historiador máximo" está relatando uno de los hechos más criminales de la historia argentina (el bombardeo de una ciudad a cielo abierto, en tiempos de paz, por militares sublevados contra un gobierno constitucional), que se cobró cientos de vidas de argentinos, y no sólo no lo condena enfáticamente -supongamos que el ángulo objetivo que debea guardar el historiador no le permite esos deslices emocionales-, sino que soslaya justamente su costado más relevante: la intentonta golpista fue para matar a Perón, y en el camino se segaron las vidas de cientos de argentinos.

Las víctimas solo entran en el relato de Halperín Donghi desde el ángulo de la cólera espontánea de los que los vieron caer; y les dedica menos espacio en el párrafo y en el relato de los acontecimientos, que a  "los ladrillos pacientemente amontonados por los albañiles del setecientos" de los templos incendiados en respuesta a la masacre.

El historiador puede interpretar de diferente manera los hechos, incluso puede (a partir de su propia visión) jerarquizar a unos sobre otros, asignándoles una mayor influencia en el análisis de un determinado proceso.

Lo que no puede hacer es omitirlos, ignorarlos, como si no hubieran sucedido.

Y no se diga que Halperín Donghi tenía desprecio por la vida humana: apenas dos páginas después, en la misma obra, dedica todo un párrafo a la muerte del médico comunista Juan Ingalinella, sucedida en Rosario a manos de la policía santafesina.

¿Puede alguien con tamaña falta de ecuanimidad, provocada tan sólo por su profundo anti peronismo, ser considerado "nuestro máximo historiador"?

Seguramente es por cosas como ésas que Sarlo, Romero, Hilda Sábato y demases se resisten con tanto énfasis a que se rediscuta y revise la historia argentina: porque no sólo se trata de esclarecer los hechos del pasado para extraer enseñanzas para el presente y el futuro, sino que -en esa tarea- habrá que levantar (apelando otra vez a la palabra de Jauretche en "Los profetas del odio") algunas togas impolutas de ciertos figurones de la cultura "oficial"; que no es justamente la prohijada desde el Estado.                           

LOS DEL ENRESS TENDRÍAN QUE LEER NESTORNAUTAS


Así se enterarían por ejemplo que los gastos de Aguas Santafesinas en personal aumentaron más de un 414 % por ciento desde que está Binner en el gobierno, entre otras cosas, porque aumentaron la planta de personal más de un 26 %, incorporando a 243 nuevos empleados.

Acá tienen la información los muchachos del Ente (entre ellos, el compañero Gianni), se pueden  servir tranquilos, porque no es como el agua -que viene saladita-, sino gratis. 

martes, 29 de noviembre de 2011

CHE LANATA, ¿A ÉSTA LA MANEJARÁN LOS DE "LA JIMMY CARTER"?


O capaz que si le preguntan a Piñeyro, dice que son los de "La Kissinger".

HERMES TIENE RAZÓN: HABRÍA QUE HACER ALGO CON LA INFLACIÓN


Ponéle, que se yo. no aumentar los impuestos o las tarifas de los servicios públicos:




Con eso más o menos estaríamos.

COMO LO DEL DÓLAR NO ANDUVO, PROBEMOS CON EL FANTASMA DE LA HIPERINFLACIÓN


Recién hoy "podría" conocerse el cronograma de eliminación de los subsidios, pero el hermano de Altamira (en realidad la columna parece escrita por el propio Altamira) ya sabe a cuantas familias afectará, y en que medida.

Obviamente los comerciantes y las empresas trasladarán -dice, apelando a los fantasmas remarcadores del inconciente- los aumentos en sus costos (por las dudas, después vemos) a los precios, y la espiral inflacionaria se retroalimentará, habrá otro golpe al bolsillo de la clase media, y dos de cada tres hogares se volverán pobres, o algo por el estilo.

"Se supone" que los jubilados y beneficiarios de planes sociales quedarán afuera del inevitable tarifazo, y recién en marzo "comenzaría" el cronograma de eliminación de los subsidios al transporte, pero para entonces será tarde: la Argentina habría desaparecido bajo los escombros de la híper.

Y 45.000 millones de pesos del consumo desaparecerán de inmediato, y los índices de precios (el del INDEC y los privados) se irán a las nubes (porque por ahora no se puede estimar como impactarán los aumentos que no sabemos de cuanto son, pero seguro vendrán y nos ensartarán como una brochette, aunque no sabemos hasta donde), aunque todos estos años de tarifas planchadas parecía que los servicios públicos ni entraban en las mediciones de inflación.

Y en el medio del huracán hiperinflacionario, y sin que podamos hacer nada para evitarlo, todos moriremos.  

Después del fracaso de la corrida contra el peso, para provocar una estampida bancaria y la devaluación, este modo de ejercicio del terrorismo informativo es el elegido por Clarín para seguir intentando limar al gobierno de Cristina, y disolver en el aire el mazazo que fue para ellos el resultado electoral del 23 de octubre pasado.

De estas cosas hablaba Luis D'Elía cuando decía que el Grupo era una pistola puesta en la cabeza de la democracia: para defender sus intereses en todo plano (desde Papel Prensa a las licencias de radio y televisión, Fibertel o la fusión de los cables) no van a vacilar en apelar a este tipo de maniobras.

Cabalgando sobre hechos reales -como los aumentos de los impuestos- apuestan a generar un clima de terror e incertidumbre, que active los resortes de la memoria colectiva de los argentinos sobre la hiperinflación, y que al final, termine provocándola; porque saben que es la forma más eficaz de llevarse puesto a un gobierno, por más amplio respaldo popular que haya tenido. 

A esto es a lo que nos enfrentamos de ahora en más, y habrá que estar atentos en todos los planos: desde mejorar la comunicación oficial de las medidas, hasta afinar los detalles de su puesta en ejecución, pasando por la parte que nos toca a cada uno en el boca a boca con nuestros vecinos, amigos y conocidos.

Para no permitir que estos hijos de puta lo vuelvan a hacer, como tantas veces; provocando un gigantesco río revuelto en que ellos esperan sacar su ganancia de pescadores de negocios.

BINNER ESTARÍA VIVIENDO UN ROMANCE CON UNA MUJER DE SU EDAD

lunes, 28 de noviembre de 2011

AHORA LE VAN A ECHAR LA CULPA A CRISTINA


CHE, ¿Y DE PUERTO CUANDO HABLAMOS?


O sea, vieron: puerto, barcos, muelles, silos, galpones, estibadores, todo eso.

Porque el pavimento, las cloacas, los nuevos accesos de los que habla Vorobioff son para el casino, el shopping, Puerto Amarras, el futuro hotel de la cadena Hilton (obvio: gente necesitada de que el Estado le de una mano para contar con cloacas, no van a andar sacando la mierda en bolsas), las torres con departamentos V.I.P., etcétera.

Y seremos curiosos, ¿de dónde saldrán los 13 palitos que cuestan las obras, de la contribución por mejoras de los beneficiarios (seguramente gente pobre que quedó afuera de los sorteos de los FONAVI) o de los impuestos nuestros? 

Ah, acá Vorobioff aclara que con plata del Ente Administrador del puerto, que fue creado para, ¿para qué era?, ah, sí!, para administrar un puerto, eso. 
Ahora lo que no se entiende muy bien es esta foto:

O sea, contenedores, barcazas, grúas, obreros, como si hubiera un puerto.

En fin, cuando Binner sea presidente e instaure el socialismo en la Argentina, estas cosas se van a terminar.

¿Cómo, que acá ya gobierna el socialismo y a Vorobioff lo puso Binner?

No nos jodan: las cosas que nos perdemos por andar boludeando con este blog.

LA HISTORIA Y LOS RELATOS


Por Raúl Degrossi


Más allá de si es un acierto o no poner al frente del organismo a Pacho O´Donnell, siendo que lo forman otros historiades de la talla de Hugo Chumbita, es interesante (y reveladora) la reacción del diario de Magnetto, y de algunos historiadores "de la academia", como Hilda Sábato, que opina en la nota.

Como tan bien lo señalara Arturo Jauretche, en la Argentina se hizo una verdadera "política de la historia": la falsificación de la historia no fue una simple disputa académica (que por lo demás nunca fue tal, en tanto la historia novelada del mitrismo fue científicamente superada hace más de un siglo), sino una pedagogía política puesta al servicio de un "relato" (palabra que ahora molesta a Clarín), el de los vencedores de Caseros.

Cuando Cristina dice en Obligado que al país le fue como le fue porque en Caseros ganaron los que ganaron, y lo compara con lo que pasó en EEUU con la guerra de Secesión, no sólo revela que es una lectora fiel de Jauretche: da en la tecla de una de las claves fundamentales de nuestro desarrollo histórico.

Nada indicaba que las cosas tuvieran que ser -forzosamente- como fueron, pero en cierto modo el desarrollo de la Argentina posterior al 3 de febrero de 1852 tuvo que ver con una matriz mental -plasmada en la Constitución de 1853-, y con un complejo de inferioridad mental inducido, donde todo rasgo identitario de afirmación nacional -como el combate de Obligado- fue escrupulosamente borrado de la historia argentina: las "Bases" de Alberdi lo dijeron con claridad, no era tiempo de héroes de la espada, sino del comercio.

En trazos gruesos, allá triunfó la visión industrialista, proteccionista, de un país desarrollado a partir de un mercado interno, que derrotó a la economía de plantación y monocultivo, sustentada en la mano de obra esclava, y que producía algodón para los telares ingleses. Acá -aunque Rosas mismo fuera ganadero, representada quizás a la fracción más auténticamente emprendedora de su clase- sucedió todo lo contrario.  

El despotismo turco (la expresión es del mismo Alberdi) ejercido por Mitre en la edificación del relato de la Argentina oficial (concebida como la única posible) presidió algo más que la versión de la historia del país que la clase dirigente propagaba: generó el trasfondo cultural desde el cual el país era interpretado, y que a su vez permitía mantener en estado vegetativo las energías que podían otorgarle un destino distinto que el de la feliz granja colonial del imperio.

El revisionismo histórico abrió grietas en ese muro (construído por décadas por Mitre, Groussac y sus herederos, a izquierda y derecha) en el plano de la investigación historiográfica, pero no logró cuajar sus ideas en un proyecto político hasta el advenimiento del peronismo: en el radicalismo de Yrigoyen el recuerdo de la "verdadera historia" era más bien una percepción personal del Peludo, que un credo ideológico del partido; que en buena medida tributaba al programa de la Constitución de 1853, cuyo cumplimiento escrupuloso exigía a los arquitectos del fraude electoral.

Andando el tiempo hasta hoy, estos tiempos de recuperación del debate político que vive la Argentina (aun con la tosquedad promedio que se ve en el abordaje de los temas) reactivan el interés social y político de la disputa por el relato; y si no que lo diga el mismo Clarín, que desde su colosal despliegue de medios fue construyendo una plataforma de ideas que vendió (con éxito, por cierto) como la expresión del sentido común del argentino promedio, cuando no eran más que el camuflaje de la defensa de sus propios y concretos intereses.

De uno y otro lado de la disputa, se zigzaguea en asignarle o no relevancia política a esa disputa por el sentido, y se pasa de considerarla un día trascendental y dirimente, a irrelevante en términos políticos al siguiente.

Pero lo cierto es que la disputa existe y está planteada; y la discusión por lo que fuimos como país (nuestra historia), no es sino un capítulo más de la disputa de lo que queremos ser; y esa tensión explica las reacciones exacerbadas que generan iniciativas como la creación del instituto del que habla la nota.

No escaldado aun por el estruendoso fracaso de su intento por incidir en el plano electoral que reveló el resultado del 23 de octubre, el diario de los dueños de Papel Prensa (otro ejemplo claro de los beneficios concretos que trae el ocultamiento y la mistificación de la historia) alza la guardia toda vez que además, cree amenazado su "relato" del devenir político nacional; aunque no tenga -como su socio La Nación- la misión de ser el albacea testamentario de la herencia de Mitre.

Y en ese tren, nunca le faltarán aliados en apariencia progresistas y bien intencionados como Hilda Sábato, de esa generación de historiadores que tributan a Tulio Halperín Donghi y José Luis Romero; los máximos exponentes del aggiornamiento metodológico y de expresión del viejo mandarinato mitrista.

No se trata -como con fingida ingenuidad plantea Hilda Sábato- de que determinados personajes históricos hayan o no sibo abordados por la academia en los últimos años; si no existe en muchos de esos abordajes la real intención de revisitar la historia argentina con seriedad científica, pero con el intento de aportar a la comprensión y la construcción del país real.

De lo contrario se obvia un detalle central: la historia es la política del pasado, y las categorías que aplicamos al presente (factores de poder, intereses en disputa, climas de época) no sólo le caben a ese pasado para entenderlo cabalmente como objeto de disección científica, sino para entender en que medida proyecta sus líneas al presente.  

Porque cuando se insiste en revisar la historia (no sólo y ya no tanto desde una pura perspectiva académica o científica, sino de su proyección política y social), en rigor lo que se plantea es una disputa por el sentido; y es allí donde a algunos les molesta sobremanera que ciertas verdades indiscutidas por año, sean cuando menos puestas en duda: algo parecido a lo que sucede en cierto periodismo como Lanata, que gozó hasta hoy de un prestigio que se reveló en buena parte inmerecido.

El peso de las diferentes tradiciones históricas e historiográficas (esos "relatos", con las comillas que prefiere Clarín) en los alineamientos y tomas de posiciones de la discusión política cotidiana es algo no frecuentemente dimensionado en su justa medida; y algo que (si se lo profundizase) brindaría claves de comprensión de muchos hechos políticos que -a primera vista- parecen incomprensibles, o carentes de toda lógica, como por ejemplo la divisoria de aguas que se dio durante el conflicto por las retenciones móviles. 

Cualquiera sea la incidencia que se le asigne a la construcción de un relato en las determinaciones políticas de una sociedad, cierto es que un movimiento político se consolida en el rol gravitante del sistema (como le pasa al kirchnerismo) cuando logra en cierto punto imponer el propio.

Alguien dirá: si la economía no funcionase correctamente y produjese resultados que se pueden medir, la credibilidad del relato se vendría abajo, si es que alguna vez estuvo en alto, o determinó los comportamientos políticos de la sociedad; y muy probablemente estará en lo cierto.

Tanto como que los procesos políticos requieren de elementos ordenadores, propios del discurso político, que le dan coherencia y sentido a sus acciones, y crean una cierta mística social en torno a ellas: es allí donde el kirchnerismo se ha revelado eficaz, particularmente en determinados sectores (como los jóvenes); y en algunos casos más allá de sus propias realizaciones concretas en cada plano.

Y eso es percibido por los "dueños" de la historia (que como decía Rodolfo Walsh, son los dueños de todas las demás cosas) como un peligro potencial, con lo que se llega al absurdo que se cuestiona la supuesta (o real) intención de construir un relato histórico "oficial" (urdido desde el aparato del Estado), en nombre de un pluralismo que jamás ha existido, menos en la lectura de la historia política argentina.

Y tan cierto es que la historia se resignifica en clave política presente, que el temor es que el 54,11 % de Cristina (construido a partir de hechos palpables de gestión) termine validando políticamente un relato histórico que cuestiona muchos de los supuestos culturales centrales de más de un siglo y medio del devenir de la Argentina, y se convierta a su vez en la plataforma de desarrollo de fases más progresivas de un proceso de cambio.

Lo que se dice una disputa un poco más compleja y trascendente que la visión que alguna escuela historiográfica puede tener de tal o cual personaje de la historia argentina. 

Actualización: Demostrando donde hay en realidad "pensamiento único" y "transmisión en cadena", en el diario que Mitre dejó de guardaespaldas (como decía Homero Manzi) reaccionan indignados historiadores cama adentro de la oligarquía como María Sáenz Quesada, y la infaltable opinión de Betty Sarlo, que como siempre (o casi siempre) le erra como a las peras, y mezcla todo, pongámosle Jorge Abelardo Ramos con los hermanos Irazusta; lo que confirma su pertenencia (gustosa, habrá que decir) al panteón de las vacas sagradas del liberalismo.  

¿CÓMO "CASI"...?


...54,11 % contra 1,82 % y titulan "casi"?

Y después cuestionan los números del Indec.

domingo, 27 de noviembre de 2011

POBRES ANGELITOS


PARA MORALES SOLÁ, VERBISTIKY ES NADIE


Raro que este muchacho que tiene información privilegiada de la embajada de EEUU, y que se jacta de tener acceso a altas fuentes del gobierno, no hay dado el nombre de los Blaquier, ¿no?

Es más: se deben haber cruzado hace poco en el velorio de Bussi, y cuesta creer que no se lo contaron.

En fin, cosas que le pasan al periodismo independiente.

OÍDO AL PASAR


Como todos saben, en las pasadas elecciones del 23 de octubre Cristina ganó también en Santa Fe, y el Frente Para La Victoria obtuvo cinco bancas de diputados nacionales: estuvo a menos de 20.000 votos de obtener la sexta, menos de lo que hubo de corte de boleta.

Corte de boleta que sucede en todas las elecciones, e incluso acá en Rafaela y el Departamento Castellanos (zona de donde es oriundo Omar Perotti, que encabezaba la lista) hubo muchos votos a Binner para presidente, y a la lista del FPV para diputados: los gringos son así, tienen esas cosas.

Pero llegó a nuestro oídos una versión según la cual no solo gente de a pie cortó la boleta de diputados nacionales metiendo únicamente la de Cristina; sino que hubo militantes y agrupaciones que promovieron el corte.

Militantes y agrupaciones kirchneristas, para más datos, según se dice, aunque a nosotros no nos consta.

Al parecer y siempre según esta versión, esos militantes y esas agrupaciones -jóvenes con ansias de ganar- cortaron boleta y promovieron el corte porque no les gustaban los candidatos que integran la lista de diputados nacionales del FPV.

Para ser sinceros, a nosotros tampoco (sobre todo algunos), pero nos encontramos con un pequeño problema: a todos los eligió Cristina, ella solita, personalmente.

Agarró el dedito y fue señalando uno por uno: "este primero, esta segunda, este tercero, este cuarto" y así hasta completar la lista; obviamente sabiendo que -de los diez que la integraban- no todos entrarían.

Así que enojarse con la lista era un poco enojarse con la propia Cristina, cosa que no objetamos que alguno haga (está en su derecho), pero teniéndolo claro, y sin buscar excusas.

¿Qué ella se puede equivocar, y los que eligió se le terminen volviendo en contra a la primera de cambio?

Puede ser, nadie es infalible; así como nadie -ni siquiera Carrió, aunque presuma de lo contrario- puede adivinar el futuro y saber lo que pasará.

Lo curioso de este caso es que -de acuerdo a los rumores, a los que nosotros no les damos crédito, simplemente contamos lo que oímos- uno de los principales referentes de los militantes y agrupaciones promotoras del corte "organizado" digámoslo así, en breve ingresará a la Legislatura de la provincia como diputado provincial de la lista "de unidad" del Frente Santa Fe Para Todos; armada entre los diferentes sectores del PJ provincial de acuerdo a los resultados de la interna del 22 de mayo.

Sectores entre los que se encuentran los que conducen los mismos que integraron la lista de diputados nacionales que ahora no habrían sido -al parecer- del agrado de algún paladar negro.

Más aun: sectores con  los que en algunos casos -como la discusión por la presidencia de la Cámara de Diputados de la provincia- se juntaron, y firmaron un comunicado diciendo que son todos de paladar negro, y sólo votarían a otro de paladar negro para el cargo. 

Y por eso nosotros no damos crédito a los rumores: porque si en aquel momento esas agrupaciones, esos militantes y ese referente no dudaron en pedir que se votara lista completa (la del Chivo Rossi a gobernador, junto a los senadores y diputados provinciales), y ahora exigen en la discusión provincial 100 % pureza de sangre kirchnerista, ¿cómo iban a promover el corte de boleta cuando se trataba de sumarle legisladores a Cristina en el Congreso?

¿No es cierto que los rumores son poco creíbles?, porque si fueran ciertos sería tanto como admitir que a algunos les importa más su situación personal, que el apoyo al gobierno de Cristina desde el Congreso.

Y ya sabemos lo que dijo el General: primero la patria, después el movimiento y luego los hombres; esa es la escala de valores de todos los peronistas. O por lo menos debería serlo.

Pero además no les damos credibilidad a los rumores por otro motivo: el sexto diputado de la lista del Frente  Para La Victoria, que se quedó en la puerta sin poder acceder a su banca (básicamente, por el corte de boleta) fue nada menos que Eduardo Seminara, cuya foto ilustra este post.

Y sería muy raro que militantes, agrupaciones y referentes kirchneristas hayan promovido un corte de boleta que termine perjudicando no ya a Cristina (que contará por eso con un diputado menos) sino a un kirchnerista paladar negro de la primera hora como Seminara, que además fue preso político y torturado, consecuente luchador por los derechos humanos (testigo en las causas de lesa humanidad en Rosario) y luchador desde siempre por una comunicación más democrática; tanto que hoy día integra el directorio de la AFSCA (la autoridad de aplicación de la nueva ley de medios), en representación de las universidades nacionales.

Además de un tipo identificado desde siempre con el sector que conduce Agustín Rossi, al cual pertenecen los militantes, las agrupaciones y el referente a los que los rumores -reiteramos, sin asidero para nosotros, hasta que alguien demuestre lo contrario- les atribuyen haber promovido el corte de boleta.

Pero además si los méritos de Seminara parecieran pocos, cualquiera -escuchen bien: cualquiera- que estaba en una lista armada por Cristina, iba a ser mejor que el "Tony" Riestra, que terminó entrando por el FAP, y seguro le va a votar todo en contra al gobierno.

¿DUERMES BINNER?


"Che, yo me hago una siestita, me despiertan cuando haya que presentar las listas para el 2013, eh."  

sábado, 26 de noviembre de 2011

BINNER Y LA EPE, O DE COMO MENTIR PARA QUE ALGO QUEDE


El cronograma electoral ya terminó,  su propio gobierno está llegando a su fin y se aseguró que lo suceda su delfín Antonio Bonfatti: es decir que no hay ningún objetivo político inmediato a la vista para que Hermes Binner siga mintiendo a lo grande, y victimizándose echándole la culpa de todo lo malo que pasa o le pasa, al gobierno nacional.

Lo cual indica que, cuando nos encontramos con afirmaciones como las que hizo este viernes al inaugurar una estación transformadora de la EPE, ya estamos en presencia de un mentiroso patológico, o un desplazador de culpas compulsivo. 

Ante el temor de recibir como sanción por el nuevo tarifazo de la EPE, una quita de los subsidios del Estado nacional precio de la electricidad, Binner dice que esa medida "pondría en riesgo la sustentabilidad del sistema eléctrico provincial", de modo que ya sabe señora: pague el nuevo aumento sin chistar, y si vuelve a sufrir un corte (que le expliquen a los santafesinos que hubo menos cortes estos años, sobre todo en Rosario), la culpa obviamente es de Cristina.

¿Cuándo lo incorporarán Telma y Nancy a su espectáculo, como contrafigura masculina?

De todos modos hay en la afirmación de Binner un fallido: estaría reconociendo que el sistema eléctrico provincial es sustentable gracias al subsidio del gobierno nacional al precio de la electricidad que compra la EPE: dice la propia nota que ese costo (comprar el fluido para distribuirlo) representa el 32 % de los costos totales de prestación del servicio para la distribuidora provincial.

Lo que confirma lo que se dijo acá, pero omite un detalle central: ese porcentaje era del 49,03 % en el 2007, y ya en el primer año de gobierno de Binner bajó al 44,69 % para seguir haciéndolo ininterrumpidamente hasta el 32 % del cual se habla para el 2012.

Como los subsidios nacionales no bajaron en todo ese período, la explicación es muy sencilla: los diez aumentos de tarifas de la EPE dispuestos por el socialismo (incluyendo los dos tramos del anunciado hace pocos días) fueron licuando la incidencia de ese costo en los números de la empresa.

En otra entrada de hace poco lo explicábamos con cifras: mientras el monto de lo gastado por la EPE para comprar luz aumentó un 68,31 % desde diciembre del 2007, el dinero obtenido por venderla creció un 196,54 % en el mismo período, casi el triple.

Expuesta esta primera mentira de Binner en el acto (por omisión u ocultamiento), vamos a las siguientes: dice que el plan de inversiones de la EPE para el 2012 es de más de 500 millones de pesos, cuando el propio Presupuesto que mandó a la Legislatura -y acaba de ser aprobado en trámite express- lo estima en poco más de 374 millones, de los que unos casi 260 corresponden a "Construcciones" (obras como la estación transformadora inaugurada), y el resto a "Maquinaria y equipo" (por ejemplo transformadores, o vehículos). 

Se le fue mano para arriba en 126 millones, un tercio de lo previsto, pero un error lo tiene cualquiera.

Después viene todo el rollo legal de que se trata de una empresa pública y por eso no pude tener ganancias (insólito, una estupidez por donde se la mire), y que está obligada por ley a reinvertirlas (otra sanata: la Ley 10.014 no la obliga a nada de eso a la EPE), y por eso encaró un vigoroso plan de obras públicas para mejorar el servicio por el cual -según dicen Binner y el parte oficial- se habrían ejecutado fondos por más de 1000 millones de pesos, en estos cuatro años.  

Pero como le suele pasar a Binner y sus funcionarios -tan celosos ellos de los números ajenos, como los del INDEC- mienten, y es muy fácil comprobarlo: simplemente entrando al sitio oficial del gobierno provincial, y buscando las Cuentas de Inversión correspondientes a los años 2008, 2009 y 2010 (la de este año estará disponible a mediados del año que viene, más o menos).

Y esos números revelan que -en los tres primeros años del gobierno de Binner- la EPE invirtió en "Construcciones" un total de $ 267.783.131,13, lo que implica que -para que lo que dice el gobernador fuera cierto- en estos casi once meses del 2011 la empresa debería haber ejecutado obras por un monto igual a más de dos veces y media lo ejecutado en los tres años anteriores, en la tercera parte del tiempo.

Difícil que el chancho chifle: venía con un promedio anual de 89 millones de pesos en obras, y debería haberlo multiplicado por ocho o nueve veces este año, para alcanzar la cifra señalada por Binner.

Pero supongamos por un momento que el bueno de Hermes no quiso decir "obras" sino "inversiones", y sumémosle a lo indicado para "Construcciones", los $ 158.331.864,11 invertidos por la EPE entre el 2008 y el 2010 en "Maquinarias y Equipo", y así tendremos un total de $ 426.114.995,24 de inversiones en los tres primeros años del mandato de Binner.

Eso implica entonces que un sólo año (éste que aun no termina) debería haber invertido un 135 % de lo que gastó en los tres años anteriores en ambos rubros, para llegar a los famosos 1000 millones de los que habla Binner: o sea, aumentar cuatro veces el ritmo de ejecución anual que venía llevando, raro.

Pero así como dijimos al principio que Binner omitía el dato central de la licuación del costo de compra de la electricidad que logró la EPE vía sus aumentos de tarifas, tenemos que decir cuanto obtuvo por vía del cobro de los servicios que presta durante esos mismos tres años (2008, 2009 y 2010): un total de $ 4.983.969.249,95, casi cinco mil millones de pesos.

Ni hablemos del 2011 y el año que viene: el presupuesto recien aprobado contempla ingresos de la EPE por tarifas de casi 3022 millones de pesos, sin contar los nuevos aumentos.

Pero detengámonos en lo que corresponde a las cifras 2008-2010: esos números implican que el gobierno de Binner invirtió en sus primeros tres años de gestión el 8,55 % de lo que le ingresó a la EPE por tarifas, en obras o equipamiento: ocho pesos con cincuenta y cinco centavos de cada cien que embolsó.

Para poner las cosas en perspectiva, el gobierno de Obeid en los últimos tres años de su gestión (2005, 2006 y 2007) invirtió $ 265.411.626,40 en "Construcciones" y "Maquinaria y Equipo", pero como tomó la decisión de prácticamente no aumentar las tarifas en ese lapso, recaudó $ 2.826.968.657,07 por esa vía de los usuarios de la EPE (poco más de dos mil ochocientos millones).

Es decir que -sin aumentar las tarifas- inviritó en obras y equipamiento de la EPE el 9,39 % de sus ingresos, porcentualmente más que el gobierno del Frente Progresista que ordenó diez aumentos de tarifas.

Lo que confirma una vez más que -en contra del discurso de Binner y sus funcionarios, tan similar al de las distribuidoras privadas que prestan el servicio en la Capital Federal y el conurbano- no necesariamente un aumento de tarifas trae aparejada una mayor inversión.

Y no lo decimos sólo nosotros, sino vean lo que dice Alfredo Zaiat en esta excelente nota de Página 12 de hoy:  "Existen antecedentes de tarifas más altas que no implican necesariamente mayores inversiones: por caso, en Santa Fe y en Córdoba las tarifas eléctricas son bastante más elevadas que las de Capital y eso no se traduce en expansión y estabilidad de la red.".

Te están viendo desde allá Hermes, son los riesgos que se corren al mentir tan seguido.