LA FRASE

"¿CÓMO VAS A SER TAN GIL DE QUE TE AGARREN CON UNA VALIJA CON PLATA EN PARAGUAY?" (GUIDO ANTONINI WILSON)

sábado, 30 de abril de 2022

LAS FRASES DEL MES

1. "Estoy a favor de la terapia de grupo para combatir la inflación, si antes nos ponemos de acuerdo en los honorarios de los profesionales." (Claudio Belocopitt

2. "Si Alberto y Cristina se siguen peleando me voy con Larreta." (Sergio Massa

3. "¿Qué es esto del gobierno de controlar las redes sociales, que viene luego, van a espiar gente?" (Mauricio Macri)

4. "Borramos los videos donde estoy diciendo que a la deuda la tienen que pagar los que fugaron capitales porque en todos estaba Altamira." (Myriam Bregman

5. "Tendría que haberle hecho caso a "Pepín" Rodríguez Simón cuando me recomendó vacacionar en Uruguay en lugar de la República Dominicana." (Leonardo Cositorto)

6. "No acepto que digan que no me ocupo de la inflación, estoy escribiendo un libro donde explico lo que hizo mal el kirchnerismo en ese tema entre 2011 y 2015." (Matías Kulfas)

7. "A los que cortan calles hay que sacarles los planes, y a los que no también, para que no les den ganas." (Horacio Rodríguez Larreta

8. "Lo de Argentina como puerta de entrada de Rusia a América Latina era una promoción limitada." (Gustavo Béliz)

9. "Para que vean que no me opongo a todo, estoy muy de acuerdo con que en todos los partidos de fútbol haya BAR." (Patricia Bullrich)

10. "Me ofrecí como voluntario para combatir en el batallón Azov, pero me rechazaron por nazi." (Alejandro Biondini)

11. "Nos opusimos a que el gobierno otorgara un bono a los trabajadores por temor a que esa plata se fuera toda al dólar "blue"." (Héctor Daer)

12. "Yo en cana y los de Ualá firmando convenios con Kulfas, en éste país no hay justicia." (Leonardo Cositorto)

13. "Yo le hago el curso de reeducación sobre el Holocausto a Mario Negri, pero ni loco le toco las tetas." (Ariel Cohen Sabban)

14. "Si sabía que el ministro de Economía se tiene que ocupar también de la inflación, ni en pedo agarraba el cargo." (Martín Guzmán

15. "En cuanto tenga lugar en la agenda la llamo a Cristina, aunque pensándolo bien, en diciembre del año que viene voy a andar con más tiempo libre." (Alberto Fernández)

16. "El presidente me ha ratificado su confianza, es falso que piense en reemplazarme por Cositorto." (Miguel Pesce)

17. "En realidad los otros días estaba saludando al dinosaurio Bernardo." (Joe Biden)

18. "El presidente me pidió que tomara medidas para contener las alzas de precios, en especial de los pañales." (Martín Guzmán)

19. "Tuve que asumir la presidencia del Consejo de la Magistratura porque con esta inflación nadie puede vivir con un solo trabajo." (Horacio Rosatti)

20. "No confundamos las cosas, el proyecto que impulsamos en el Senado no es para gravar las rentas inesperadas, sino las inexplicables." (Cristina Fernández de Kirchner

21. "Me dejaron afuera de un cargo y esta vez no le dije "mugriento" a nadie." (Luis Juez)

22. "Para mí "renta inesperada" es encontrarse un billete de 100 pesos en un pantalón que hace mucho tiempo no usabas." (Gustavo Grobocopatel)

23. "Me gusta este pibe Rosatti porque entendió claramente que ser presidente de la república es un puesto menor." (Héctor Magnetto)

24. "Con la escasez de gasoil que hay, el gobierno nos obliga a ir en tractor hasta Buenos Aires para que sean escuchados nuestros reclamos." (Hugo Biolcatti)

25. "Nosotros apostamos a que las entidades agropecuarias se autodepuren." (Julián Domínguez

26. "Hablamos con la gente de la UIA sobre el impuesto a la renta inesperada, e inesperadamente nos sacaron cagando." (Martín Guzmán)

27. "Tenemos que apostar a la unidad del "Frente de Todos" hasta que les duela a los que no están de acuerdo con las medidas del gobierno, y se vayan." (Santiago Cafiero)

28. "La afirmación de los ingleses de que Foradori firmó el acuerdo sobre Malvinas estando borracho es una calumnia, estuve con él ese día en la cancillería y nos fuimos los dos haciendo perfectamente el cuatro." (Mario Barletta

29. "Cuando uno se pasa una vida entera pensando como juntarla con pala sin importarle como lo haga, ninguna renta es inesperada." (Daniel Funes De Rioja)

30. "Es evidente que esta gente de "Campo + Ciudad" que pretende volver al país de principios del siglo XIX no me ha leído." (José Natanson)

viernes, 29 de abril de 2022

TWEETS POLÉMICOS

 

jueves, 28 de abril de 2022

TWEETS POLÉMICOS

 

miércoles, 27 de abril de 2022

AMISTADES PELIGROSAS

 

Aviso: éste posteo no tiene por objeto cuestionar que el gobierno dialogue con sectores del empresariado, o reclamar que adopte una visión "clasista" y solo lo haga con los trabajadores y sus organizaciones. La idea de alguna forma de pacto social y conciliación de intereses (hasta donde se pueda) es consustancial al peronismo, desde sus orígenes; pero también más importante que ella es la defensa de los derechos e intereses de los trabajadores, cuestión que le da al peronismo su justificación histórica, y la condición de posibilidad de su persistencia política con sentido positivo y transformador: sin defensa de eso hay otra cosa, pero no peronismo.

No puede determinarse si como consecuencia del módico "tractorazo" del sábado, o del anuncio de Alberto y Guzmán de enviar al Congreso un proyecto de impuesto que gravara las "rentas inesperadas" generadas por el contexto internacional, lo cierto es que el lunes el gobierno se reunió con la cúpula de la UIA que preside el lobbista de las alimenticias Daniel Funes De Rioja. Y para sorpresa de nadie, ni se habló del nuevo impuesto -que hasta acá quedó simplemente en el anuncio presidencial-, y ambas partes manifestaron su conformidad con la reunión por las coincidencias alcanzadas "en seguir apostando al modelo productivo".

Para menos sorpresa aun, los popes industriales aprovecharon la oportunidad para hacerle llegar al presidente y al gobierno un "libro blanco" con 100 propuestas del sector para hacer sustentable el crecimiento económico con generación de empleo, y de paso lograr la felicidad universal, bajar de peso y contener la caída del cabello. 

Según nos cuentan acá en El Destape,  "El “Libro blanco” propone "...un esquema de incentivos fiscales, económicos, con una simplificación tributaria “que permita reducir la carga administrativa y adecuar la normativa en iniciativas sin impacto fiscal”.

"Además de esto, plantean propuestas para las “nuevas realidades laborales”. Esto abarca el afamado lema de reducir la litigiosidad” de los trabajadores. En este capítulo de flexibilización laboral, la UIA pide incentivar la creación de empleo por medio de reducciones en contribuciones patronales (90% primer año y 80% segundo año), con beneficios adicionales al empleo joven y contratación de mujeres (5% más). También piden un esquema de retiro anticipado para trabajadores de más de 60 años con comorbilidades de Covid-19".".

"Las propuestas concretas para la generación de empleo formal piden reducir aportes y contribuciones por tres años para nuevas empresas, una moratoria laboral PYME para promover el blanqueo e incentivos adicionales con criterios regionales. Dentro de este segmento, el organismo que preside Funes de Rioja plantea reorganizar las negociaciones colectivas de forma “dinámica”.".

"La traducción consiste en habilitar discusiones individuales, además de incorporar políticas que incrementen la productividad de los trabajadores.Por el lado impositivo, la UIA no pierde oportunidad para pedir una reducción tanto de la recaudación de AFIP como de la información que deben brindarle las empresas. Esto de la mano de incentivos a la inversión con diferencial para las pequeñas y medianas compañías.".".   

Cuando hace 10 meses atrás asumía Funes De Rioja en la UIA, escribíamos acá algunas reflexiones precisamente sobre los "pactos sociales posibles", y las ideas de nuestra real "burguesía nacional", que de burguesía tiene poco, y de nacional menos. Encabezamos el post con éste tuit: 

Si se compara el resumen que hicimos entonces con el conjunto de propuestas planteadas por la UIA en el "Libro Blanco" que le acaban de entregar al presidente, la semejanza no debe sorprender: nuestro establishment económico está anclado en el tiempo en el mismo manual de herramientas de política económica y social, desde 1976. Ajenos a los contextos y -sobre todo- a los resultados de las distintas políticas económicas ensayadas en el país desde entonces, sus planteos -renglones más, renglones menos- son siempre los mismos; sin importar los interlocutores de la política que tengan adelante.

La pregunta que hay que hacerse entonces -al igual que lo que pasa con el "campo" privilegiado- es que busca el gobierno con ciertas "amistades peligrosas" que cultiva, porque está claro que no puede ser sostener a su base electoral (agredida en los bolsillos por los aumentos de precios de los alimentos de los que las empresas por las que hace lobby Funes De Rioja son grandes responsables), ni pensar en ganar las elecciones; que si adoptar el conjunto de medidas que la UIA la reclama, las perdería aun peor que las perdió el año pasado. Tuits relacionados:   

martes, 26 de abril de 2022

POLÍTICA DE INGRESOS

 

Hace unos días muchos se sorprendieron porque en una aparición televisiva, Leandro Santoro blanqueó lo que es -sin dudas- el credo oficial del gobierno en materia económica; cuando dijo que primero debía recuperarse la economía, luego el empleo y finalmente los salarios: es decir, una versión "nac&pop" del derrame neoliberal.

No hacía falta que lo dijera Santoro para darse cuenta, sino que bastaba a esos fines compulsar las medidas que viene tomando el gobierno y -sobre todo y como dijo hace poco Cristina- las que no toma. Dijimos nosotros en su momento que era un gobierno que funciona a dos velocidades: una para atender las demandas de las distintas fracciones del capital, otra para las de los sectores de ingresos fijos, sobre todo trabajadores (formales e informales) y jubilados.

Una referencia que es necesario hacer porque, así como existe una "teoría del derrame" de cuño heterodoxa que está en la base misma del plan político y económico del gobierno, cuando desde la misma heterodoxia se nos dice -con razón- que la inflación es un fenómeno multicausal pero fundamentalmente resultado de la puja distributiva, no se abunda suficientemente en lo más importante: quienes ganan y quienes pierden en esa puja.

Si tenemos -como tenemos- una economía que crece y se recupera de la doble pandemia (el macrismo y el COVID), pero tenemos una módica recuperación del empleo y se profundiza el carácter regresivo de la matriz distributiva, es que algo está saliendo mal o -por el contrario- está saliendo según lo previsto, que no es lo que votamos los argentinos en 2019.

Entre los grandes ganadores del período se cuentan -sin dudas- "el campo" (pese a los tractorazos), los bancos, las alimenticias, las textiles, las empresas de servicios TIC's, es decir los de siempre. Y entre los perdedores (aunque por momentos se modere la pérdida, sin revertirla) los trabajadores, los jubilados, los cuentapropistas o los beneficiarios de planes de asistencia social. Si a esta divisoria se la cruza con las preferencias electorales en 2019, se explican los resultados de las elecciones del año pasado mejor que con muchas teorías sociológicas complejas.

Y pese a esos resultados, todo indica que el gobierno persiste en el error: los anuncios de ingresos adicionales -extraordinarios, no regulares ni permanentes y necesarios pero claramente insuficientes- para los sectores más golpeados por la crisis quedaron -hasta acá- en eso: anuncios. Tras la publicación en el Boletín Oficial del 8 de abril del decreto estableciendo el bono de 6000 pesos a los jubilados, no aparecieron aún nuevos decretos ni resoluciones de la ANSES con los bonos para monotributistas, trabajadores informales ni el nuevo bono de 12.000 pesos para los jubilados, y la página oficial del organismo previsional o está colapsada, o es una tortura concretar a través de ella los trámites para los posibles beneficiarios.

Mientras tanto, en el Boletín Oficial de ayer se publicó la resolución del Enacom que autoriza nuevos aumentos en la telefonía fija y móvil, la televisión por cable o satelital y los servicios de Internet, claro que dejando en claro en los considerandos (verla completa acá) que el Estado trata de preservar los ingresos de los sectores más vulnerables; lo que daría a entender que los aumentos deberían haber sido mayores aun a los aprobados. También se autorizó un aumento en el precio de corte del bioetanol, lo que disparará otro aumentos de las naftas.    

Al mismo tiempo, el gobierno recibió ayer a la cúpula de la UIA para "consensuar" el proyecto para gravar las "rentas inesperadas" que aun no asomó por el Congreso, y quien sabe si algún día lo hará; y el presidente del Banco Central pide frizzar el proyecto de levantamiento del secreto bancario y bursátil, imprescindible para que sea eficaz el proyecto presentado en el Senado para gravar activos no declarados en el exterior. Del mismo modo que el "tractorazo" menguado confirma el poder de extorsión de las patronales del campo para vetar cualquier cambio en las retenciones, el propio Pesce se convierte en voceros de los bancos, para mantener funcionando una de las principales herramientas de la fuga de capitales, bajo la amenaza de provocar una corrida.

Al no concretarse aun los anuncios del presidente y Guzmán -que tampoco son para morirse de la emoción- la políticas de ingreso para los sectores populares queda reducida a la ley de movilidad jubilatoria (que el gobierno terminó aprobando a desgano cuando se vencía el plazo de la ley de emergencia), y a las paritarias que comprenden solo a los trabajadores formalizados, y cuyo resultado depende de la capacidad negociadora o de presión de cada sector sindical. 

No hay -ni siquiera está previsto- un aumento generalizado de emergencia para los jubilados de menores ingresos, ni para los trabajadores formales, alternativa descartada en conjunto por el gobierno y la CGT, a cambio del adelanto de paritarias en ciertos sectores de trabajadores. Lo que sí hay son audiencias públicas en marcha para disparar nuevos aumentos en el gas y la luz: o sea que política de ingresos hay, que sea una poronga, es otra cuestión.  

Es decir que el plan económico (y por consecuencia el político) sigue siendo en esencia el mismo que nos llevó a la derrota electoral del año pasado; por lo que cabe preguntarse por qué debería ser distinto el año próximo, aunque el presidente se enoje con los que no tiene que enojar (que somos los mismos a los que nos pidió que cuando se equivocara, saliéramos a la calle para hacérselo saber), y grite cuando no tiene que gritar. Tuits relacionados:  

lunes, 25 de abril de 2022

TWEETS POLÉMICOS

 

domingo, 24 de abril de 2022

COMO TE VEN, TE TRATAN

 

Con la soja orillando los 640 dólares y todos los demás commodities en alza por la situación internacional, con retenciones planchadas en los mismos valores desde 2019 (las módicas subas recientes de dos puntos fueron en productos industrializados), con récord de producción y exportaciones para el sector, récord de ventas de maquinaria agrícola y camionetas 4 x 4, "el campo" no puede alegar un solo motivo real para la protesta, salvo uno: no les gusta el gobierno actual (con el que se forran de plata, incluso más que con el macrismo), porque no es el que votaron.

Aupados por los medios como en 2008, vehiculizando a los sectores más duros de la oposición al gobierno nacional (como entonces) lo que en realidad quieren va más allá de vetar cualquier intento de modificar la política de retenciones o la política agropecuaria del gobierno en general (con la cual les va muy bien); que por otro lado el propio gobierno se encarga de ratificar: así como Guzmán dijo varias veces que no van a aumentar las retenciones "para evitar conflictos políticos que hemos tenido en el pasado", Julián Domínguez acaba de decir que la protesta lo sorprendió, porque "el campo" no va a pagar el nuevo impuesto "a las rentas inesperadas", que ni siquiera llegó al Congreso.

De modo que el conflicto que plantean los productores "autoconvocados" (porque la Mesa de Enlace se despegó de la protesta, al menos formalmente) tiene la misma filiación de origen que la escalada golpista de la Corte Suprema en el Consejo de la Magistratura, o la campaña sistemática de difamaciones y esmerilamiento que a diario conducen los medios hegemónicos como Clarín, La Nación e Infobae: la debilidad de un gobierno que decidió, desde el primer momento de su gestión, no pelearse con nadie, salvo con su propia base electoral. Y por el contrario, dejar intacto el poder de fuego con el que esos adversarios lo cañonean a diario.

Así es entonces que, mientras la inflación en alimentos no cede y sigue carcomiendo los ingresos de los sectores populares, hay pasividad sindical y se plantea (incluso desde el propio gobierno) sacarles beneficios a las organizaciones sociales que reclaman, otra vez los millonarios panzones disfrazados de peones que están -en cualquier estadística que se analice- dentro del sector más privilegiado de la sociedad vuelven a adueñarse de las rutas del país, desafiando la autoridad del Estado -en todos sus niveles- para protestar por el resultado de las elecciones de octubre del 2019; frente a un gobierno que nunca tuvo la intención real de hacerlo valer, en la orientación de sus políticas.

Lo que nos lleva a una encerrona peligrosa: Alberto Fernández ingresa -por errores y daños autoinflingidos- al tramo final de su mandato en un contexto difícil, habiendo debilitado la autoridad presidencial y su propia figura, con una derrota electoral a cuestas, con cuestionamientos (sistemáticamente desatendidos) desde el interior del propio oficialismo, con el diálogo roto con Cristina (la hacedora de su candidatura) y con la propia base social, política y electoral desmovilizada y desencantada con su gobierno.

La política de "seducción" de los quejosos ha sido un fracaso estrepitoso, hasta acá, en todos los planos en los que se la ha intentado: con los medios, con la corporación judicial, con los grupos empresarios y el poder económico, lo que incluye a las patronales agropecuarias o los sedicentes "autoconvocados". Ni que hablar de los amargos frutos recogidos de la búsqueda de una "oposición racional y responsable" con la que tejer acuerdos.

De lo que están dispuestos a hacer los que adversan al gobierno tenemos pruebas a diario, la última de ellas el "tractorazo" de ayer. La pregunta es que piensa hacer el gobierno, y con el apoyo de quien. Tuits relacionados:   

sábado, 23 de abril de 2022

TWEETS POLÉMICOS

viernes, 22 de abril de 2022

INCOHERENCIAS

 


La distribución social de las cargas y el modo en que los diferentes sectores contribuirán a pagar los costos del endeudamiento macrista fueron elementos de unidad conceptual en el discurso del "Frente de Todos" durante la campaña electoral de las presidenciales del 2019, pero vienen siendo motivo de disputa interna en la coalición oficialista desde que Alberto Fernández asumió el gobierno.

Varias veces hemos dicho acá, por ejemplo, que Cristina viene preguntando quienes van a pagar las deudas de Macri desde 2016 -cuando su gobierno cerró el acuerdo con los fondos buitres- o desde 2018, cuando acudió al FMI. Hasta acá y salvo generalidades, no hubo demasiados avances al respecto; e incluso el gobierno dejó pasar la oportunidad de la ley de emergencia votada en sus inicios, cuando no había pandemia ni se la presagiaba, y cuando su capital político estaba intacto, para impulsar reformas en ese sentido.

Desde un marco general de búsqueda de la equidad y la justicia distributiva, sucede lo mismo con la "guerra contra la inflación": ya va casi un año y medio de la temprana advertencia de Cristina, y el crecimiento se lo están llevando cuatro vivos, como ella predijo; sin que el gobierno reaccione. 

Lo que debió ser motivo de disputa con el macrismo (como equilibrar las cargas para hacerlas más parejas), terminó siendo discusión interna del FDT, frente a las indecisiones de Alberto: baste recordar que tomó distancia del "impuesto a las grandes fortunas" impulsado por el kirchnerismo, para luego acompañarlo tibiamente -como pidiendo disculpas- y sub-ejecutar el producido de su recaudación, para mejorar los resultados fiscales.

Y por estos días como -en ese mismo contexto de disputa interna- se cruzaron dos iniciativas, de sentido convergente pero de distinto origen político: el proyecto impulsado por Cristina y parte del bloque de senadores para gravar los activos de argentinos en el exterior que pudieran ser resultado de la evasión impositiva y la fuga de capitales, y el anunciado -pero aun no oficializado- por el presidente y el ministro de Economía para gravar las "rentabilidades inesperadas" producidas por la crisis en Ucrania.

Mientras uno tiene estado parlamentario y el otro no (lo cual es toda una diferencia), hay gestos del gobierno que confunden, si no resultan incoherentes. Como por ejemplo el Decreto 201 publicado ayer en el Boletín Oficial (completo acá), por el cual se prorroga el plazo para que los que tienen bienes y activos en el exterior puedan ingresarlos (a ellos o al producido de su venta), y así evitar pagar la alícuota adicional del impuesto sobre los Bienes Personales.

Según rezan los fundamentos del decreto, la medida se adopta "...a los fines de conceder a los y las contribuyentes del gravamen un período de tiempo suficiente para el análisis y adopción de la decisión que estimen conveniente y, asimismo, facilitar a los y las profesionales intervinientes un plazo adicional para el desarrollo de las tareas vinculadas a la repatriación...". 

Con esa línea argumental, no habría que extrañarse que el plazo de repatriación -que se había fijado por otro decreto de diciembre del año pasado, y venció el 31 de marzo- se volviera a prorrogar, una y otra vez, esperando que los que tendrían que pagar más impuestos, decidan que les conviene hacer; como si la pura conveniencia personal pudiera fundar alguna política de Estado, en especial aquellas tendientes a reparar las injusticias sociales. Tuit relacionado: