En el día de ayer un desprendimiento de suelos en una obra de cloacas en la ciudad de Rosario se cobró la vida de dos trabajadores de la empresa contratista -en realidad una UTE-, en un suceso que los propios funcionarios del Ministerio de Trabajo de la provincia atribuyen a falta de medidas adecuadas de seguridad.
La obra fue contratada por la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo -lo cual es extraño, porque la provisión de cloacas y obras de saneamiento es competencia de Aguas Santafesinas, y Rosario está dentro del ámbito de actuación de la empresa-, pero su directora se apresuró a indicar que las medidas de seguridad estaban dadas; aun antes de que se abriera cualquier investigación al respecto, y luego de que los vecinos de la zona denunciaran lo contrario en distintos medios de comunicación.
El funcionario del Ministerio de Trabajo de la provincia encargado de controlar este tipo de trabajos realiza increíbles declaraciones, en las que manifiesta que no tenía conocimiento de la obra, porque "nadie le avisó", expresión tristemente célebre para los santafesinos.
Recordemos que el propio ministro Rodríguez y el gobierno provincial han propagandizado hasta el cansancio la creación de los Comités de Higiene y Seguridad del Trabajo, impulsando la sanción de la Ley 12.913, que tardó seis meses en ser reglamentada por Binner; y de cuyo grado efectivo de cumplimiento no hay información concreta.
La justicia que interviene en la causa sospecha firmemente que hubo negligencia de las empresas que construyen la obra, por falta de adopción de mínimas medidas de seguridad.
Empresas que son bastante conocidas del gobierno provincial: Pecam S.A. y Del Sol S.R.L.
Pecam fue benerficiada durante el gobierno de Binner con obras de alcantarillado, la delegación Rosario del Ministerio de Educación, un centro de atención primaria de la salud, otro más, el complejo cultural El Molino en Santa Fe, obras en el Hospital Centenario de Rosario, la concesión de la autopista Santa Fe-Rosario, los desagües de la ciudad de Rosario, la ampliación del complejo El Molino, el controvertido Puerto de la Música, y el primer tramo del Acueducto Norte.
Del Sol S.R.L., además de participar en ésta última obra, fue beneficiada por el gobierno de Binner con la adjudicación de la Escuela 1303 de San Agustín, las cloacas de la cárcel de Rosario, obras en un hogar de ancianos en Rosario, la iluminación de la Casa de Gobierno, entre otras.
Es de esperar que en este desgraciado suceso se sepa la verdad, y los responsables asuman las consecuencias, para despejar todo tipo de dudas o sospechas sobre relajación de los controles estatales a las empresas, sean quienes sean éstas.
¿O esa preocupación solo juega con Schoklender y las Madres de Plaza de Mayo?
Y que ni Binner ni ningún funcionario de su gobierno digan que nadie les avisó, porque son amigos suyos los presuntos responsables.
Actualización: como vemos acá en La Capital, apareció Hermes en el tema -tarde, como cada vez que hay un problema- y aprovechó para pasar el chivo de los famosos Comités; mientras su ministro de Trabajo le echa la culpa ¿a no saben quién?
¡Sí, acertaron: al gobierno nacional!
¿Queda feo decir que son unos hijos de un tren con cien vagones llenos de putas?
Sí, queda feo: las pobres putas no tienen la culpa.
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