Hace 170 años teníamos que defender nuestra soberanía territorial cruzando cadenas en el río, y cañoneando a los buques invasores.
Buques de guerra (como dice la conocida canción de Miguel Brascó) que venían a darle cobertura a los mercantes, que querían inundar de manufacturas baratas producidas por la Revolución Industrial nuestro interior; arruinando con el "libre comercio" a nuestra incipiente producción del interior, protegida por la ley de aduanas dictada por Rosas en 1835.
Lo que comprueba que ya por entonces la soberanía era un concepto amplio, que involucraba mucho más que la defensa de la integridad territorial, o discutir la "libre navegación de los ríos".
De hecho, la expedición anglofrancesa no buscaba conquistar y ocupar estos territorios según la usanza del colonialismo tradicional (aunque sí apoyaban todos los intentos secesionistas de la oposición al gobierno de la Confederación), sino abrirlos a su comercio.
Hoy, 170 años después, defender la soberanía nacional es también -entre muchas otras cosas, pero en un plano preponderante- defender la producción nacional y el trabajo argentino; sobre todo de la penetración económicas de países que tienen crisis de sobreproducción, y quieren inundar los mercados "emergentes" de cosas que no pueden colocar en sus propios mercados internos.
Y tal como entonces, hay sectores internos que les hacen coro, por oponerse a un circunstancial gobierno, o por defender sus propios intereses: como decía San Martín (hablando del bloqueo francés de 1838) "Lo que no puedo concebir es que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española, una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer...".
En el video de apertura un empresario argentino, de una fábrica que en los últimos 15 aumentó su plantel de personal de 10 a 400 puestos de trabajo, alerta a sus trabajadores sobre lo que se juega en las elecciones del domingo. Vale la pena verlo y escucharlo.
No se nos ocurre mensaje más apropiado para conmemorar éste día.
3 comentarios:
Con una síntesis, con algunas frases de éste tipo, se hubiera podido hacer un spot publicitario de puta madre.
En este trance difícil, la soberanía nacional pasa por votar a Scioli.
La diferencia es que nosotros estamos enamorados de la felicidad de la gente y la felicidad de la gente va de la mano del proyecto puesto en marcha por Néstor y Cristina. Quedan un par de días para seguir difundiendo nuestras i(como el empresario pidió). A no aflojar en el último esfuerzo, que si no aflojamos, ganamos. Abrazo a todo.
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